Investigación
El 90% de las embarazadas tienen niveles marginales de este nutriente esencial
Es clave en los primeros meses de gestación, y su carencia puede derivar en defectos del tubo neural, que son las anomalías congénitas más comunes
Debido a las dietas modernas, las embarazadas no obtienen los nutrientes esenciales que ellas y sus bebés necesitan. Según una investigación realizada por la Universidad de Southampton (Reino Unido), 9 de cada 10 mujeres presentan niveles marginales o bajos de folato y de otros nutrientes esenciales en el momento de la concepción.
El estudio analizo la salud de más de 1.700 mujeres de entre 18 y 38 años en países de renta alta, como Reino Unido, Nueva Zelanda y Singapur, cuando supieron que se habían quedado embarazadas y realizó un seguimiento de muchas de ellas durante la gestación. Los resultados evidenciaron que la mayoría carecía de nutrientes esenciales, que abundan en frutas, verduras, legumbres, carne y productos lácteos. Entre ellos figuran las vitaminas B12, B6 y D, el folato y la riboflavina, esenciales para el desarrollo del feto en el útero.
El folato, también conocido como vitamina B9 y folacina, se puede encontrar en una variedad de alimentos y bebidas y es esencial durante el embarazo para ayudar al crecimiento del bebé.
Un adulto medio necesita 200 microgramos de este nutriente al día, mientras que una mujer embarazada necesita consumir, como mínimo, el doble (400 mg). Algunas futuras madres pueden incluso requerir hasta 10 veces la recomendación promedio de un adulto.
La deficiencia de folato puede extenderse hasta el final del embarazo, afectando potencialmente la salud tanto de la madre como del niño. Los síntomas habituales son fatiga, hormigueo, palidez, dolor de cabeza y úlceras en la boca y en la lengua.
Riesgo de anomalías congénitas
Un bebé en desarrollo necesita folato para producir nuevas células sanas y material genético (ADN y ARN). De manera más general, los beneficios del folato para la salud incluyen estimular la producción de glóbulos rojos en la médula ósea, lo cual es importante en varias etapas de crecimiento, incluidos el embarazo, la infancia y la adolescencia.
Una investigación reciente analizó el contenido nutricional de los zumos de naranja vendidos en supermercados en Francia, Alemania, España y el Reino Unido, en comparación con el zumo de naranja recién exprimido elaborado con naranjas españolas. La conclusión principal fue que el consumo de zumos de naranja comerciales podría contribuir de manera interesante a alcanzar las necesidades diarias de compuestos esenciales como folatos y potasio, especialmente en niños y adolescentes.
"Los folatos son cruciales para el control del metabolismo energético y el desarrollo del sistema nervioso, especialmente durante la concepción y el embarazo", señala Montana Cámara, catedrática de Nutrición y Bromatología en la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid y coautora principal del estudio. "Los defectos del tubo neural son las anomalías congénitas más comunes que pueden derivar de la carencia de folato en los primeros meses del embarazo, y pueden causar discapacidad grave y mortalidad infantil".
Por ello, los especialistas en nutrición animan a las mujeres que estén buscando concebir a cuidar su alimentación para mantener altos los niveles de folato.
"La evidencia científica actual es clara en que el folato es un micronutriente vital desde el punto de vista del desarrollo del feto en el embarazo. Pero, aunque esto es así, esta investigación nos advierte de que por las dietas modernas demasiadas mujeres embarazadas no alcanzan las cantidades de nutrientes esenciales que ellas y sus bebés necesitan y entre ellos uno vital como es el folato", señala el dietista y nutricionista Ramón de Cangas.
Consejos nutricionales para incorporar el folato a la dieta
De Cangas nos ofrece tres maneras sencillas de incorporar en nuestra dieta alimentos y bebidas ricos en folato:
- Incluye zumo de naranja (exprimido en casa o comprado en el supermercado). El zumo de naranja es rico en folato y proporciona minerales esenciales como el potasio, el magnesio y el hierro. Un vaso de zumo al día proporciona hasta el 20% de las necesidades de folato de un niño y entre el 10 y el 15% de las necesidades de un adolescente o un adulto, según un estudio reciente.
- Las verduras de hoja verde, como las espinacas, la col rizada y el brócoli son ricas en folato. Sólo una taza de espinacas (30 gramos) aporta el 15% del valor diario recomendado de este nutriente.
- Las legumbres (guisantes, lentejas, garbanzos, judías verdes, etc) son excelentes fuentes de folato. Por ejemplo, solo una taza de lentejas cocidas contiene 358 mg de folato, que es el 90% del valor diario recomendado. Las legumbres también son ricas en proteínas, fibra y antioxidantes.
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