La Atención Primaria: un debe más en la cuenta de Mónica García

La inacción absoluta del Ministerio de Sanidad a la hora de adoptar medidas para resucitar la atención primaria está llevando a las consejerías de Sanidad de las comunidades a poner en marcha planes de choque por su cuenta y riesgo, disparando la heterogeneidad en el cada vez más desmembrado Sistema Nacional de Salud. Uno de las más interesantes es el de Galicia. En su primera comparecencia ante el Parlamento autonómico desde que tomó posesión de su cargo, el consejero Antonio Gómez Caamaño ha anunciado concretamente iniciativas tendentes a reducir la burocracia en los centros de salud, lo que liberaría a los profesionales sanitarios que ejercen en ellos de una carga importante de trabajo para poder dedicar más tiempo a los pacientes. Según sus cálculos, la realización de trámites de carácter burocrático absorbe el 30% del tiempo de un médico. El plan de Gómez Caamaño pasa por agilizar con tecnología la elaboración de informes como los que sirven para solicitar la dependencia, la mejora de la comunicación con los hospitales y, seguramente, reformas en materia de Incapacidad Temporal.

Esta desburocratización real de la primaria es uno de los puntos que han de servir para devolver la agilidad al primer nivel asistencial, pero no el único. Al igual que este consejero, otros ya han decidido dotar de mayor autonomía y capacidad de resolución a los llamados ambulatorios, potenciar el rol de la enfermería y facilitar que determinados servicios, como los de radiodiagnóstico, se desplacen a los centros de salud. Mientras la España autonómica se mueve, el Ministerio sigue sin fijar pautas comunes y sin ejercer el liderazgo para que los cambios, además de efectivos, sean uniformes. Un debe más en la cuenta de Mónica García.