Mesa redonda

En busca del talento en la industria farmacéutica y de tecnología sanitaria

Los avances abren oportunidades para perfiles científicos y con formación técnica

jDe izquierda a derecha, Carlos Lahoz, Ana Valdivielso, Yolanda García y Fernando Abadía
jDe izquierda a derecha, Carlos Lahoz, Ana Valdivielso, Yolanda García y Fernando AbadíaJESÚS G. FERIALA RAZÓN

¿Cuáles son los retos en la actualidad para encontrar el talento joven en el marco de la industria farmacéutica? Una mesa redonda, organizada por A TU SALUD en colaboración con la escuela de negocios Talento-EPHOS, arrojó interesantes claves en este campo. En el encuentro participaron Fernando Abadía, CEO de Talento-EPHOS; y los directores de recursos humanos Ana Valdivielso, de GSK, Yolanda García, de Abbvie y Carlos Lahoz, de General Electric Healthcare.

Como se recalcó desde el comienzo, el empleo en un sector tan exigente como la industria farmacéutica presenta una proyección de futuro que ofrece grandes oportunidades a universitarios recién graduados. El motivo es que, a los retos de la sociedad moderna actual –como el crecimiento o el constante avance de nuevos fármacos– hay que sumarle la digitalización de los servicios sanitarios y el auge de la medicina personalizada, lo que está transformando la industria y abriendo nuevas oportunidades para perfiles tanto científicos como aquellos con formación técnica dentro de este ámbito sanitario.

La primera pregunta que se planteó es qué es el talento. Para Abadía, se resume en conseguir «hacer fácil lo que para otros es muy difícil, como realizar una negociación en la que consigues tus objetivos sin dejar herida a la otra parte. O conseguir dirigir un equipo con eficacia, con energía, pero también con generosidad. Al final, es conseguir un equilibrio en la forma de hacerlas cosas que te permita conseguir tus objetivos y no descuidar otros aspectos de tu vida». «Talento es capacidad para hacer alguna cosa. En realidad, todos tenemos talento y hay que identificar en qué eres bueno, qué eres capaz de hacer. Tiene mucho que ver con la capacidad de aprendizaje, de ser capaz de hacer más cosas y de hacerlas mejor. Y más hoy en día que todo evoluciona tan, tan rápido», opinó Valdivielso.

La industria farmacéutica ofrece una gran proyección a universitarios recién graduados

Para Lahoz, por su parte, «es aquello que se te da bien y te apasiona. Que tienes la habilidad, la agilidad y la aspiración para poder hacer más en cualquier campo, con la capacidad de pasárselo bien y hacerlo pasar bien a los demás». García recurrió al diccionario de la RAE para recordar que la definición de talento es la capacidad de desempeñar una actividad. «Por tanto, talento tenemos todos y la clave es encontrar la actividad en lo que podemos desarrollar mejor. En Abbvie lo definimos como la mezcla de conocimientos, de actividades, de experiencias y de pasión para buscar la innovación y el compromiso por las personas. Esto se traduce en que buscamos talento en personas que buscan la colaboración, la innovación y tomar decisiones con criterio, que sea honesta y valiente para seguir avanzando. Todo eso en un entorno muy colaborativo y profesional, porque nos dedicamos a resolver problemas de salud que no están resueltos», recalcó García.

Uno de los aspectos clave es identificar y desarrollar el talento. Para Valdivielso, el reto es encontrar personas «con ambición por los pacientes –como no puede ser de otra forma en una empresa farmacéutica– y que se responsabilicen y quieran tener impacto en lo que están haciendo y hacer lo correcto. Y el trabajo en equipo es fundamental, aprendiendo de otros». «En Talento-EPHOS reclutamos a los estudiantes buscando siempre que tengan talento y pensando en dónde van a ir al final. Para identificar ese talento tenemos un equipo de selección muy experimentado que busca gente joven que tenga muchas ganas, con un brillo especial en los ojos. Que tenga ganas de aprender, de aportar y unas habilidades sociales y, sobre todo, una magnífica actitud. A través de diferentes procesos, intentamos descubrir cuál va a ser ese talento que va a encajar mejor en las compañías donde después van a realizar las prácticas», apuntó Abadía.

Para García, para identificar ese talento en las compañías, el proceso debe ser muy integrado desde la selección hasta la incorporación, la formación y el desarrollo: «El perfil que buscamos debe estar alineado con la cultura de la empresa, porque lo que se busca es que la persona tenga éxito dentro de la compañía. Los adultos aprendemos haciendo y hay que dar a la gente la oportunidad de hacer y desarrollarse haciendo, con soporte también con el coaching, el mentoring o el feedback. Y con herramientas que les ayuden a enfocar y también con esa parte reglada de formación». En opinión de Lahoz, la base es ya el proceso de selección, «que tiene que estar alineado con los valores y visión de la compañía. Y, en el desarrollo profesional, tenemos que brindar oportunidades y experiencias a nuestros empleados, abriendo la puerta a la oportunidad de hacer cosas».

«La actitud positiva es fundamental, junto a la pasión y las ganas de aprender. En cuanto a aptitudes, el trabajo en equipo, la capacidad de comunicación, la capacidad de influenciar, la capacidad de persuadir... Hay áreas donde el conocimiento científico es fundamental, como el departamento médico. Y, por supuesto, buscamos personas que tengan esos conocimientos», recalcó Valdivielso. En su experiencia, las personas que no tienen éxito «no es por la aptitud, siempre es por la actitud».

Las aptitudes más valoradas son una actitud positiva junto a la pasión y ganas de aprender

«En Talento-EPHOS buscamos siempre gente con buena actitud», coincidió Abadía, que añadió que es muy importante que la persona «sea positiva, proactiva, con capacidad de compromiso y para establecer relaciones humanas sanas, como la generosidad y la gratitud”. En cuanto a las habilidades, consideró que son muy importantes “la capacidad de escuchar, la negociación, la gestión de conflictos, trabajar de forma colaborativa y la creatividad».

Para Lahoz, al tratarse de un sector centrado en la vida de personas y en el diagnóstico y en la cura de enfermedades, «la gente tiene que pensar de forma distinta, retando el statu quo. Tienen que ser valientes y cambiar las formas de hacer, con iniciativa, capacidad de aprender e innovar».

García añadió además la colaboración, la diversidad y la inclusión. «Es más, que realmente disfruten colaborando y, como consecuencia de ello, destaque la inclusión: está fenomenal tener diferentes perspectivas, pero si no tienes la capacidad de incluirlas, es muy difícil encontrar la solución o el objetivo común. Hay que buscar soluciones complejas –y en entornos muy complejos–, por lo que tenemos que encontrar la forma de tener diferentes perspectivas que sumen y que realmente estén en un entorno de confianza donde todo el mundo aporte su mejor versión y sea incluido en esa solución».

¿Qué aportan los jóvenes?

En cuanto a la aportación de los jóvenes a la empresa, García enumeró «las nuevas perspectivas y enfoques y la frescura al empezar la carrera profesional, con capacidad de adaptación y a diferentes entornos, innovando de forma flexible y con ganas realmente de aportar». Lahoz insistió en un aspecto clave: la generación Z –es decir, los nacidos entre 1997 y 2010– es la primera en la que sus miembros son nativos digitales al 100%. «Tenemos que aprender de ellos: vienen a retar el statu quo, son críticos con el legado que les hemos dejado y destaca su concienciación con la responsabilidad social corporativa, con la importancia de los espacios verdes, todo lo que sea ecológico y con la sostenibilidad. El filósofo Zygmunt Bauman decía que las sociedades antes eran sólidas y ahora son líquidas. Y, con la IA, pasamos de una liquidez casi a una sociedad de gas, de vapor. Estas generaciones nos están demandando hacer las cosas mucho más rápido porque ven esas posibilidades, porque la capacidad de conocimiento de hacer más cosas en un espacio corto de tiempo es lo que es transformador hoy. Ahí tenemos un reto en todas las compañías», planteó.