Nutrición

Comer esta fruta es más efectivo para bajar la tensión alta que solo dejar de tomar sal

Un nuevo modelo matemático demuestra que la relación entre la ingesta de potasio y la de sodio puede ser más importante para regular la presión arterial que dejar de tomar sal

Manzana y plátano
No es el plátano: los alimentos con más potasio que quizás no estás comiendoPexels

"Normalmente, cuando tenemos la tensión alta o hipertensión arterial, se nos aconseja comer menos sal", explica Anita Layton, catedrática de Matemáticas Aplicadas, Informática, Farmacia y Biología de la Universidad de Waterloo, en Canadá. "Pero nuestra investigación sugiere que añadir más alimentos ricos en potasio a la dieta, podría tener un mayor impacto positivo en la presión arterial que limitarse a reducir el sodio".

Según este trabajo publicado en la revista American Journal of Physiology, el potasio tiene un gran efecto regulador sobre la presión arterial. Su impacto es tal, que funciona incluso si se sigue consumiendo un poco sal, explica la experta. El hallazgo no es baladí: la hipertensión arterial o tensión alta afecta a más del 30% de las personas adultas de todo el mundo. De hecho, es la principal causa de cardiopatía coronaria y accidente cerebrovascular. También puede provocar otras afecciones como enfermedad renal crónica, insuficiencia cardiaca, latidos irregulares y demencia.

Así, la nueva investigación sugiere que comer más alimentos con potasio, frutas como los plátanos o verduras como el brócoli, podría tener un mayor impacto positivo en la presión arterial que sólo reducir el consumo de sal. Aunque hay alimentos con más potasio que el plátano, como la soja, el aguacate o el salmón. El estudio resalta que tanto el potasio como el sodio son electrolitos, sustancias que intervienen en funciones esenciales del cuerpo como regular la cantidad de agua del organismo.

Eso sí, cabe destacar que este estudio utilizó modelos computacionales y no se realizó sobre personas. A grandes rasgos, lo que se hizo fue usar un modelo matemático entrenado y específico para cada sexo. El objetivo fue que analizara datos para entender cómo el consumo de sodio (Na⁺) y potasio (K⁺) afecta la presión arterial a través de sus efectos en distintos sistemas del cuerpo humano, como el cardiovascular o el renal.

"Los primeros humanos comían mucha fruta y verdura y, como resultado, los sistemas reguladores de nuestro organismo pueden haber evolucionado para funcionar mejor con una dieta rica en potasio y baja en sodio", explica Melissa Stadt, doctoranda del Departamento de Matemáticas Aplicadas de Waterloo y autora principal del estudio.

"Hoy en día, las dietas occidentales tienden a ser mucho más ricas en sodio y pobres en potasio. Eso puede explicar por qué la hipertensión se da sobre todo en las sociedades industrializadas, no en las aislada", detalla.

Aunque investigaciones anteriores habían descubierto que aumentar la ingesta de potasio puede ayudar a controlar la tensión arterial, los investigadores desarrollaron un modelo matemático que identifica con éxito cómo influye en el organismo la proporción de potasio y sodio. Los principales hallazgos en cuanto fueron:

  • Los hombres desarrollan hipertensión más fácilmente que las mujeres premenopáusicas.
  • Los hombres tienen más probabilidades de responder positivamente a un aumento de la proporción entre potasio y sodio.
  • Las mujeres tienen una respuesta más atenuada (débil) en la presión arterial ante una alta ingesta de Na⁺. Esto se debe, en parte, a que las mujeres presentan un patrón distinto de transportadores renales, lo que afecta cómo se maneja el sodio en los riñones.
  • Una alta ingesta de K⁺ produce kaliuresis (mayor eliminación de K⁺ por orina) y natriuresis (mayor eliminación de Na⁺)
  • Una alta ingesta de potasio provoca una disminución de la presión arterial, incluso si también hay alta ingesta de sodio. Según el trabajo, esto ocurre gracias a que provoca señales gastrointestinales de prealimentación, que rápidamente le indican a los riñones que excreten más potasio.
  • Por último, esto ajusta a largo plazo los riñones, que reducen la reabsorción de Na⁺ y K⁺.

Así pues, ¿qué aporta este estudio? Además de explicar cómo el potasio reduce la presión arterial al alterar la función renal, muestra que estas respuestas no son iguales en hombres y mujeres, en parte por diferencias fisiológicas a nivel renal. También proporciona una herramienta computacional para simular diferentes escenarios dietéticos y fisiológicos y predecir sus efectos en la presión arterial.

Los investigadores subrayan que los modelos matemáticos como el utilizado en este estudio permiten este tipo de experimentos para identificar de forma rápida, barata y ética el impacto de distintos factores en el organismo. Por eso, consideran que debería avanzarse más en este tipo de técnicas matemáticas en el estudio de la salud.