Salud
¿Cómo afectan tu edad biológica y tu edad metabólica a tu esperanza de vida?
Los factores genéticos tendrán mucha influencia en cómo nuestro cuerpo se ve afectado por el paso del tiempo. Pero, al final del día, nuestro estilo de vida y nuestros hábitos tienen mucho más que decir
El paso del tiempo siempre pasa su factura. Es un hecho indiscutible e inevitable que siempre tiene consecuencias. Sin embargo, no todos lo experimentamos de la misma forma. Algunas personas empiezan a notar las arrugas o el pelo canoso antes que otras. En ocasiones, esta diferencia puede no ser evidente a simple vista, pero sí se puede percibir internamente. A muchas personas les sucede que se sienten mucho más jóvenes de lo que realmente son. De hecho, un estudio de Vivaz demostró que 6 de cada 10 españoles sienten que tienen 4,5 años menos que la edad que figura en su DNI.
¿Y si mi edad no es la que dice mi DNI?
Esto se debe a que, en realidad, hay tres tipos de edad diferentes: la cronológica, que se determina por el tiempo transcurrido desde nuestro nacimiento; la biológica, que se deriva de la salud de nuestro cuerpo y de la capacidad de nuestras células para mantenerse y repararse a sí mismas; y la metabólica, que está relacionada con la salud biológica y se refiere al estado general de nuestros músculos, al porcentaje de grasa corporal, etc. Cuanto más baja sea nuestra edad metabólica, más activo estará nuestro organismo y más saludables serán nuestros tejidos musculares.
La idea general detrás de estas categorías (que no son ciencia exacta) es que intentemos mantener las diferentes mediciones que indican la edad biológica y la edad metabólica por debajo de la edad cronológica. Y para lograrlo, debemos cuidar nuestros hábitos y estilos de vida, ya que pueden influir mucho en nuestra esperanza de vida y en la calidad de la misma.
Esta diferencia entre la edad cronológica, metabólica y biológica está influenciada por varios factores. En general, podemos decir que el proceso de envejecimiento depende en un 30% de factores genéticos y en un 70% de nuestros hábitos y estilo de vida. Es decir, que en realidad tenemos mucho poder e influencia sobre nuestro envejecimiento y, por lo tanto, sobre nuestracalidad de vida.
Obviamente, la edad cronológica no se puede modificar. Pero se pueden evitar hábitos tóxicos que dañen nuestro organismo y que, por ende, acaben afectando a nuestra edad biológica y metabólica. Para mejorar estas métricas, es importante seguir una dieta completa y variada, como la mediterránea, rica en antioxidantes. Además, entrenar para aumentar la masa muscular y el buen funcionamiento del sistema cardiopulmonar y muscular, así como cuidar factores como el estrés, el tabaco, el alcohol, el sedentarismo y el sueño.
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