Salud

Cáncer de próstata: cómo detectar los síntomas del tumor más frecuente en hombres

Uno de cada ocho hombres desarrollará cáncer de próstata a lo largo de su vida: es esencial comprender cuáles son sus signos, causas, cómo se trata y cómo podemos prevenirlo

El tumor más frecuente en hombres: cómo detectar los síntomas del cáncer de próstata
Aproximadamente uno de cada 41 hombres morirá por cáncer de próstataFreepik

Uno de cada ocho hombres padecerá cáncer de próstata durante el transcurso de su vida. En España, este tumor es el más frecuente en ellos por detrás del de colon y recto. También es el segundo más diagnosticado y se prevén 29.002 nuevos casos en 2023, según el último informe Las cifras del cáncer presentado por la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). La mayoría de los casos ocurren en varones de edad avanzada, siendo el 90% de los pacientes mayores de 65 años. La edad para realizar el primer diagnóstico es a los 45 años.

A nivel mundial, se estima una prevalencia de tumores de más de 44 millones, siendo el cáncer de próstata el tercero más prevalente, por detrás del cáncer de mama y el cáncer colorrectal. En concreto, el cáncer de próstata representa el 11,2%, con 4,95 millones de casos del total de personas con cáncer.

Saber lo que se puede esperar de este tumor podrá ser de ayuda para sobrellevar mejor la situación. En este artículo podrá encontrar toda la información sobre el cáncer de próstata, incluyendo factores de riesgo, síntomas, detección y tratamiento en según qué estadios.

¿Qué es el cáncer de próstata y dónde se localiza?

El cáncer de próstata es un tumor maligno que se origina cuando las células se multiplican de forma descontrolada en la próstata. Esta es una glándula del aparato reproductor masculino que produce una parte del semen junto a los testículos y las vesículas seminales.

En condiciones normales, la glándula prostática tiene el tamaño de una nuez. Está localizada en la pelvis, justo debajo de la vejiga (el órgano que recoge y acumula la orina) y delante del recto (la última parte del intestino grueso). Además rodea la primera parte de la uretra, el conducto que conecta la vejiga con el exterior a través del pene para eliminar la orina.

Esperanza de vida del cáncer de próstata

Hasta final del siglo XX, el cáncer de próstata fue la segunda causa de muerte oncológica en hombres después de cáncer de pulmón. Gracias a la investigación, la tasa de supervivencia del cáncer de próstata se ha incrementado un 20% en los últimos años. En la actualidad, es la tercera causa de muerte por cáncer.

Aproximadamente uno de cada 41 hombres morirá por cáncer de próstata. Esta patología puede ser una enfermedad grave y letal, pero la mayoría de los hombres diagnosticados con ella (un 85%) sobrevive. Gracias a la investigación, la tasa de supervivencia del cáncer de próstata se ha incrementado un 20% en los últimos años.

Cáncer de próstata: factores de riesgo

Un factor de riesgo es todo aquello que está vinculado a su probabilidad de padecer una enfermedad. Tener uno, o incluso muchos de los factores de riesgo que se detallan a continuación, no significa que se padecerá cáncer de próstata. No obstante, aumentan el riesgo de padecerlo.

  • El tabaquismo es uno de los factores de riesgo más importantes para el cáncer de páncreas. De hecho, la probabilidad de padecerlo es aproximadamente el doble de alta en los fumadores. Se cree que fumar ocasiona alrededor de 25% de los cánceres pancreáticos. El riesgo comienza a disminuir una vez que una persona deja de fumar.
  • El sobrepeso o la obesidad también es otro factor, con aproximadamente un 20% más de probabilidades de padecer cáncer de páncreas. Además, es más común en las personas que padecen diabetes (especialmente de tipo 2), aunque la razón se desconoce.
  • La pancreatitis crónica, una inflamación a largo plazo del páncreas, está relacionada con un mayor riesgo de cáncer pancreático. Suele afectar a personas que consumen mucho alcohol o tabaco.
  • La exposición a ciertos químicos en el trabajo, sobre todo tintorerías e industrias del metal podría aumentar el riesgo.

Otros factores que no se pueden modificar son la edad (alrededor de dos tercios de los pacientes tienen al menos 65 años), el sexo (los hombres son ligeramente más propensos que las mujeres), la raza (las personas de raza negra tienen una probabilidad ligeramente mayor) o los antecedentes familiares. Como sucede con otras enfermedades de causa genética, el cáncer de próstata también puede transmitirse de padres a hijos. Se estima que alrededor del 5% y el 10% de los casos tienen un origen hereditario.

Una dieta variada también es esencial para reducir el riesgo de cáncer de próstata. Ver: ¿Qué alimentos aumentan el riesgo de padecer cáncer de próstata agresivo?

Síntomas del cáncer de próstata

Los síntomas del cáncer de próstata varían de una persona a otra. Algunos hombres, de hecho, no presentan ninguno. Aun así, es vital que si presenta alguno de los siguientes síntomas, se asegure de acudir al médico de inmediato.

  • Dificultad para empezar a orinar.
  • Flujo de orina débil o interrumpido.
  • Orinar con frecuencia, sobre todo por la noche.
  • Dificultad para vaciar completamente la vejiga.
  • Dolor o ardor al orinar.
  • Sangre en la orina o el semen.
  • Dolor persistente en la espalda, las caderas o la pelvis.
  • Eyaculación dolorosa.

Asimismo, debe tener en cuenta que estos síntomas pueden estar causados por otras enfermedades distintas del cáncer de próstata como la hiperplasia prostática benigna.

¿Qué es la hiperplasia prostática benigna?

La hiperplasia prostática benigna o hiperplasia benigna de próstata (HBP) es una afección que se caracteriza por el aumento del tamaño de la próstata. Este crecimiento tiene lugar por la presencia de la hormona testosterona y se produce a lo largo de toda la vida. A medida que envejecen, prácticamente todos los hombres tendrán una próstata grande.

A los 40 años, el 10% de los hombres ya tiene la próstata agrandada; a los 50, esa cifra se dispara al 50%. La hiperplasia prostática benigna, como su nombre indica, es un crecimiento benigno, que no tiene nada que ver con el cáncer de próstata. Es un proceso natural.

En sí mismo, tener la próstata grande no es un problema. Pero como está anatómicamente situada junto a algunas estructuras del tracto urinario, puede provocar dificultad para orinar, incluso obstrucción, problemas de riñón, etcétera. Existe tratamiento farmacológico y quirúrgico.

Tratamiento del cáncer de próstata

Para que el paciente con cáncer de próstata pueda recibir la mejor opción terapéutica en cada etapa de su enfermedad, el tratamiento del cáncer de próstata debe realizarse desde las etapas iniciales. La cirugía es una opción común para tratar de curarlo si no se ha propagado hacia el exterior de la glándula prostática. Consiste en extirpar toda la glándula prostática y una porción del tejido que la rodea, incluyendo las vesículas seminales. Provoca infertilidad.

Dependiendo de la etapa del cáncer de próstata y de otros factores, se puede utilizar la radioterapia. Si el cáncer regresa después de la radioterapia a veces puede usarse la crioterapia, que emplea temperaturas muy frías para congelar y eliminar las células cancerosas de la próstata.

Hasta hace unos años, el tratamiento en fase avanzada de la enfermedad consistía únicamente en hacer un tratamiento hormonal de supresión de la testosterona en sangre. Y es que las testosteronas son uno de los principales estímulos para el crecimiento y multiplicación de las células del cáncer de próstata.

La quimioterapia se suele usar cuando el cáncer de próstata se ha propagado fuera de la glándula prostática y la terapia hormonal ya no es eficaz. También puede emplearse inmunoterapia, terapia dirigida (uso de medicamentos para identificar y atacar a las células cancerosas). Afortunadamente, la ciencia avanza existen hallazgos como este: Descubren una prometedora proteína en cáncer de próstata metastásico.

En cualquier caso, serán los tres especialistas clave a los que el paciente debería tener acceso en cualquier momento de su cáncer de páncreas (urólogo, oncólogo médico y oncólogo radioterápico) los que decidirán cuál es el mejor paso a seguir en cada etapa de la enfermedad.