Cargando...

Alimentación

¿Se debe beber un vaso de vino a diario? Los expertos coinciden

Tiene componentes con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que podrían proteger el sistema cardiovascular

¿Se debe beber un vaso de vino a diario? Los expertos coinciden Pixabay

El vino ha sido parte de la vida humana durante varios siglos: un símbolo de celebración, una tradición cultural y, en tiempos recientes, un supuesto aliado de la salud. Especialmente el vino tinto ha sido promovido por sus propiedades antioxidantes, con numerosos estudios que sugerían que una o dos copas al día podían tener efectos beneficiosos, sobre todo para el corazón. Sin embargo, investigaciones más recientes están desafiando esta creencia popular.

Es cierto que el vino contiene compuestos llamados polifenoles, como el resveratrol, presente en la piel de las uvas rojas. Estos componentes tienen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que podrían proteger el sistema cardiovascular. Pero, según los expertos, el vino no es la fuente más eficaz para obtener estos beneficios.

Michelle Routhenstein, dietista especializada en cardiología preventiva, señala que aunque el vino puede tener algunos efectos positivos debido a sus antioxidantes, su impacto real es limitado y depende de múltiples factores, como el tipo de vino y su conservación. Además, añade que los niveles de estos compuestos pueden disminuir antes incluso de llegar al vaso.

Más allá de los antioxidantes, lo que preocupa cada vez más a los profesionales de la salud es el vínculo claro entre el alcohol y el riesgo de cáncer. El consumo de alcohol está relacionado con al menos siete tipos de cáncer, incluidos el de mama, hígado, colon y esófago. Incluso cantidades moderadas pueden aumentar los riesgos significativamente.

Kailey Proctor, nutricionista del centro City of Hope en California, explica que al metabolizar el alcohol, el cuerpo produce acetaldehído, un compuesto clasificado como cancerígeno. Este puede dañar el ADN y favorecer la aparición de tumores. Por tanto, afirma tajantemente: "No existe una cantidad científicamente establecida que sea segura cuando se trata de alcohol".

La definición de consumo moderado es hasta dos copas diarias para hombres y una para mujeres. Sin embargo, los efectos acumulativos del consumo regular (aunque sea dentro de esos márgenes) pueden repercutir en el corazón, el hígado y el peso corporal, e incluso fomentar la tolerancia y dependencia al alcohol.

¿Entonces, debemos renunciar al vino?

No necesariamente. Disfrutar de una copa ocasionalmente, en contextos sociales o como parte de una experiencia culinaria, no implica un riesgo grave para la mayoría de las personas. Lo importante es no utilizar el vino como un supuesto suplemento saludable. Routhenstein insiste en que obtener antioxidantes directamente de frutas como las uvas (ricas en polifenoles y fibra) es mucho más recomendable.