Estudio

Descubren los dos primeros genes que reducen el riesgo de cáncer y cuatro que lo aumentan

Se espera que el descubrimiento de variantes de secuencias raras, como sucedió con las de los genes BRCA1 y BRCA2, lleve a una mejor detección temprana del cáncer y al desarrollo de terapias dirigidas

Representación del concepto de cáncer
Representación del concepto de cáncerFreepik

El cáncer se caracteriza por un crecimiento descontrolado y excesivo de células que invaden y estropean los tejidos y órganos. En la mayoría de los casos son esporádicos, pero entre un 5% y un 10 % de los diagnósticos de cáncer tienen un origen genético hereditario, según el Hospital Universitario Valle de Hebrón.

Pero eso no quiere decir que el cáncer sea hereditario, no lo es, sino que lo es la predisposición genética a sufrir un crecimiento descontrolado y excesivo de células que invadan y estropean los tejidos y órganos por tener unos genes concretos.

Científicos de deCODE Genetics/Amgen y sus colaboradores han descubierto seis nuevos genes con variantes germinales raras que se asocian con el riesgo de cáncer, tanto a tener más probabilidades como menos de tener un tumor.

Así se desprende de un estudio publicado en la revista "Nature Genetics" bajo el título “Gene-based burden tests of rare germinal variants identify six cancer susceptibility genes” ("Pruebas de carga genética de variantes germinales raras identifican seis genes de susceptibilidad al cáncer").

En un comunicado del estudio, los autores recuerdan que un subconjunto de cánceres surge en individuos que nacen con variantes de secuencias raras que alteran significativamente su riesgo de cáncer. El descubrimiento de dichas variantes, como las de los genes BRCA1 y BRCA2, ha llevado a una mejor detección temprana del cáncer y al desarrollo de terapias dirigidas, lo que en última instancia reduce la carga de cáncer y mejora el pronóstico de quienes portan estas mutaciones.

Pues bien, en este estudio, los científicos analizaron tres grandes conjuntos de datos genéticos de individuos de ascendencia europea, incluidos 130.991 pacientes con cáncer y 733.486 sujetos de control.

A través de un análisis de asociación de carga genética basado en 22 tipos diferentes de cáncer, encontraron cuatro genes nuevos asociados con un riesgo de desarrollar cáncer: el proapoptótico BIK para el cáncer de próstata, el ATG12 que participa en la autofagia para el cáncer colorrectal, TG para el cáncer de tiroides y CMTR2 tanto para el cáncer de pulmón como para el melanoma cutáneo.

El aumento relativo del riesgo de cáncer conferido por estas variantes fue sustancial (entre un 90 y un 295%), pero debe tenerse en cuenta que el diseño del estudio no permite una evaluación precisa del riesgo absoluto de cáncer a lo largo de la vida, reconocen los autores.

Además, los investigadores encontraron los primeros genes con variantes raras que se asocian con un menor riesgo de cáncer.

En concreto, descubrieron que la pérdida de AURKB protegía contra cualquier tipo de cáncer, y la pérdida de PPP1R15A se asoció con un riesgo un 53% menor de cáncer de mama. Esto sugiere que la inhibición de PPP1R15A puede ser una opción terapéutica para el cáncer de mama.

El estudio reveló nuevos conocimientos sobre los mecanismos biológicos implicados en la predisposición al cáncer que, con suerte, conducirán a mejores estrategias de detección y tratamiento.