Salud

El síntoma relacionado con la menopausia que aumenta el riesgo de infarto e ictus a los 80

Un estudio afirma que entre los 18 y los 30 años se podría reducir el riesgo de sofocos a los 40-50 años y, a su vez, bajar el riesgo cardiovascular en la vejez

Cada ocho minutos muere una mujer por enfermedad cardiovascular en España
Cada ocho minutos muere una mujer por enfermedad cardiovascular en EspañaFreepik

Algunas mujeres experimentan sofocos al llegar a la menopausia y otras no. Incluso hay quienes los sufren años antes del fin de la menstruación, con gran intensidad y frecuencia, mientras que sus amigas disfrutan de una vida sin estos signos. Ahora, un nuevo estudio despeja dudas sobre por qué algunas mujeres padecen sofocos y otras no. Además, investiga si este y otros síntomas aumentan el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares más adelante, como un infarto o un ictus en la vejez.

Todo comienza entre los 18 y los 30 años. Esto es mucho antes de la edad en la que se suele experimentar el fin de la menstruación, a los 45 o 50 años. Pero, según el reciente trabajo, hay una relación entre lo que sucede en esta etapa y la probabilidad de sufrir síntomas vasomotores en etapas posteriores de la vida.

Los síntomas vasomotores son los sofocos y los sudores nocturnos. Como sabemos, son frecuentes en las mujeres de mediana edad y afectan a casi el 70% de este grupo de edad. De hecho, son el síntoma más característico de la menopausia y representan el principal motivo de consulta de la mujer climatérica.

Pero, además, estos síntomas vasomotores tienden a ser graves o muy frecuentes en aproximadamente un tercio de las mujeres afectadas, lo que repercute negativamente en su calidad de vida. ¿El problema? A pesar de la prevalencia generalizada de los sofocos y los sudores, no se conoce bien qué los provoca y cuáles son los factores de riesgo.

Es aquí donde radica lo interesante de este nuevo estudio, publicado en la revista Menopause. Este indica que, aunque los síntomas vasomotores son prominentes durante el periodo que conduce a la menopausia y durante la misma, los factores que influyen en la predisposición a los síntomas vasomotores podrían surgir antes en la vida.

¿Y cuáles son estos factores? Según sus resultados, son los factores socioeconómicos y los antecedentes de depresión o migraña, los signos que en la edad adulta temprana pueden aumentar el riesgo de síntomas vasomotores en etapas posteriores de la vida.

Además, otro estudio, también publicado en Menopause por el mismo grupo de investigación, muestra que la presencia combinada de síntomas vasomotores y migraña en la mediana edad podría aumentar el riesgo de enfermedad cardiovascular más adelante. Los investigadores señalan que esta asociación persiste tras tener en cuenta otros factores de riesgo cardiovascular.

Cómo afectan a la salud del corazón los síntomas de la menopausia y la migraña

Aunque estudios anteriores relacionaron las migrañas y los síntomas vasomotores individualmente con el riesgo cardiovascular, la nueva investigación es uno de los primeros estudios que examina su impacto combinado en las enfermedades cardiovasculares. Esto significa que gestionar estos factores a los 18 y los 30 años podría reducir el riesgo de sofocos a los 40-50 años y, a su vez, bajar el riesgo cardiovascular en la vejez.

«[El estudio] sugiere que la combinación de migraña y síntomas vasomotores puede proporcionar una indicación temprana de una población que podría beneficiarse de intervenir y modificar antes los factores de riesgo, con el fin de reducir su riesgo futuro», explica el Dr. Cheng-Han Chen, cardiólogo que no participó en los estudios.

Ambos estudios incluyeron a más de 1.900 mujeres inscritas en el estudio Desarrollo del Riesgo Arterial Coronario en Adultos Jóvenes (CARDIA). Este estudio a largo plazo está diseñado para evaluar los factores en la edad adulta joven que pueden aumentar el riesgo de enfermedad cardiovascular más adelante en la vida.

Los participantes en el estudio CARDIA tenían entre 18 y 30 años en el momento de la inscripción, pero se evaluaron sus niveles de riesgo cardiovascular y síntomas vasomotores cada cinco años. La última vez que se recogieron datos fue 35 años después, cuando las participantes tenían unos 60. El estudio también recopiló datos sobre síntomas vasomotores a partir de la visita, 15 años después de la inscripción, cuando las participantes tenían unos 40.

Las mujeres con antecedentes de migraña y sofocos, 2 veces más riesgo de sufrir infarto o ictus

Los investigadores determinaron la presencia y gravedad de los síntomas vasomotores basándose en las experiencias de sofocos o sudores nocturnos de las participantes durante los tres meses anteriores a cada evaluación. En función de los cambios en los síntomas, los investigadores clasificaron a las participantes en grupos con síntomas vasomotores mínimos, crecientes o persistentes.

    Sólo las mujeres que tenían antecedentes tanto de migraña como de síntomas vasomotores persistentes presentaban unriesgo dos veces mayor de sufrir eventos cardiovascularesque las demás participantes que no tenían antecedentes de ambos. A diferencia de estudios anteriores, los antecedentes de síntomas vasomotores persistentes o de migraña no aumentaron de forma independiente la probabilidad de sufrir un episodio cardiovascular.

    En concreto, los investigadores descubrieron que las personas con mayor riesgo de padecer síntomas vasomotores persistentes eran:

    • Las adultas de raza negra
    • Las personas fumadoras
    • Las personas con un nivel de estudios inferior a la enseñanza secundaria
    • Las personas con síntomas de migraña o depresión al inicio del estudio
    • Las mujeres que se habían sometido a una histerectomía a los 15 años desde el inicio del estudio
    • Las mujeres con un índice de masa corporal más bajo al inicio del estudio

    Las mujeres que experimentaban síntomas molestos compartían factores de riesgo similares a las que experimentaban síntomas persistentes. Además de estos factores de riesgo comunes, los investigadores hallaron una asociación entre los síntomas molestos y la enfermedad tiroidea.

    Los episodios cardiovasculares incluidos en el estudio fueron episodios cardiacos mortales y no mortales, como infartos de miocardio, insuficiencia cardiaca e ictus. Para tener en cuenta otros factores de riesgo cardiovascular, los investigadores midieron la tensión arterial, los niveles de colesterol y glucosa en sangre, el índice de masa corporal y el consumo de tabaco en la visita de los 15 años posteriores a la inscripción.