
Vacunas
EE UU se enfrenta a un histórico brote de sarampión con 650 casos
Se investiga una tercera muerte por este motivo en medio de la desconfianza y la desinformación sobre las vacunas

En Estados Unidos, la lucha contra un histórico brote de sarampión sucede en medio de la desinformación y desconfianza en las vacunas cruciales. Hasta esta semana, los casos se acercaban a 650 en 22 estados, en camino de alcanzar un máximo en los últimos 34 años.
Recientemente, un segundo niño no vacunado murió de sarampión en el oeste de Texas. El Secretario de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, Robert F. Kennedy Jr., asistió a su funeral y calificó la vacunación como «la forma más efectiva de prevenir la propagación del sarampión» en una publicación en redes sociales.
Sin embargo, como han señalado expertos, Kennedy ha promovido el escepticismo sobre las vacunas y ha propuesto alternativas como el aceite de hígado de bacalao y la vitamina A para prevenir el sarampión, ninguna de las cuales funciona. Un destacado experto en vacunas que trabajaba bajo la dirección de Kennedy renunció en señal de protesta.
Una tercera muerte en Nuevo México, de un adulto no vacunado que dio positivo por sarampión, sigue bajo investigación.
Antes del inicio de la vacunación en 1963, el sarampión causaba hasta 500 muertes al año en Estados Unidos.
Los recortes abruptos en la financiación federal bajo el presidente Donald Trump también han debilitado los esfuerzos estatales para vacunar a las personas contra el sarampión y otras enfermedades. Lo más importante que pueden hacer los estados es proporcionar clínicas de vacunación, realizar pruebas rápidas de sarampión, rastrear los contactos de personas con casos identificados y combatir la desinformación sobre las vacunas, según explica la Dra. Susan Kansagra, directora médica de la Asociación de Funcionarios de Salud Estatales y Territoriales. «El sarampión es una de las enfermedades más contagiosas, por lo que uno de los roles de la salud pública es identificar a otros que podrían haber estado expuestos», afirma la experta sobre el rastreo de contactos.
A pesar de la eficacia de las vacunas, los recientes recortes federales han paralizado los esfuerzos estatales y locales no solo para el sarampión, sino también para los virus mortales de la gripe de este año y la Covid-19. El 3 de abril, un juez federal en Rhode Island acordó bloquear temporalmente que la Administración Trump retirara 11 mil millones de dólares en subvenciones federales de salud a los estados tras un desafío legal de estados demócratas.Pero en los días previos a la orden del juez, los planes de respuesta al sarampión se detuvieron abruptamente en partes de Minnesota, Texas y el estado de Washington cuando se cortaron de forma repentina las subvenciones federales.
Expertos, independientemente de su afiliación política, han expresado alarma por los movimientos federales de abandonar el apoyo a las vacunas. Entre ellos se encuentra el principal experto en el tema de la Agencia americana del medicamento (FDA), el Dr. Peter Marks, nombrado en 2016. En su carta de renuncia del 28 de marzo, Marks dijo que el brote de sarampión «nos recuerda lo que ocurre cuando se socava la confianza en la ciencia bien establecida que sustenta la salud pública y el bienestar». Acusó a Kennedy de buscar únicamente «confirmación servil de su desinformación y mentiras» sobre las vacunas en general.
Mientras tanto, en estados como Texas ya hay señales de que la desinformación y el escepticismo hacia las vacunas podrían estar alimentando el aumento de casos de sarampión. El estado tenía 499 casos hasta el 6 de abril.
Un hospital en Lubbock informó que varios niños no vacunados fueron tratados por toxicidad por vitamina A, aparentemente en respuesta a las recomendaciones de Kennedy de tomar vitamina A y aceite de hígado de bacalao.
Sobre el tema, el Dr. Ashish Jha, quien trabajó en los planes de vacunación contra la Covid-19 bajo la administración Biden, dijo recientemente que el tratamiento con vitamina A es adecuado en partes de África donde la deficiencia vitamínica es un factor, pero rara vez en Estados Unidos. «En Texas, Luisiana, Nuevo México, Ohio y Pensilvania, donde estamos viendo muchos de estos brotes, la vitamina A va a hacer muy poco por los niños porque ya tienen suficiente vitamina A», según aseguró Jha.
El sarampión es tan contagioso que puede propagarse al 90% de las personas no vacunadas cercanas a una persona infectada. El virus puede permanecer en el aire hasta dos horas después de que una persona infectada haya tosido o estornudado.
Los síntomas incluyen fiebre alta, tos, secreción nasal y erupción cutánea, que pueden derivar en infecciones pulmonares graves. En casos raros, puede causar inflamación cerebral y la muerte. Es más peligroso para bebés, mujeres embarazadas y personas
con sistemas inmunológicos debilitados.
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