España hace frente a otro verano crítico sin matronas: «La situación es preocupante»

España se enfrenta a otro verano crítico por falta de matronas. Hace unos días, la Federación de Asociaciones de Matronas de España (FAME) lanzó la alerta. Las matronas son piezas esenciales para las pacientes durante el embarazo, parto y el puerperio; pero faltan profesionales para cubrir las vacaciones de sus compañeras. Esta situación, dijeron, «pone en peligro» la calidad de la salud reproductiva del país. A este aviso se suma ahora la denuncia del Sindicato de Enfermería (SATSE), que informa de que los problemas que provocan la falta de suficientes matronas en nuestro país de forma habitual son aún más graves este verano.

Según informa la organización, este déficit ha provocado que se suspendan y retrasen consultas de Atención Primaria hasta después del periodo estival, en varias comunidades autónomas. Esto obliga a las mujeres a tener que desplazarse a otro centro de salud para poder ser atendidas. SATSE recuerda que todos los servicios de salud sufren desde hace años un déficit estructural de plantillas de enfermeras especialistas en Obstetricia y Ginecología al que no se ha dado solución por parte de las distintas administraciones sanitarias competentes.

Hay un ratio de solo 12 matronas por cada 1.000 nacimientos en España, según el informe 'Profesionales de Enfermería. Oferta-Necesidad 2010-2025' del Ministerio de Sanidad. Esto supone menos de la mitad que la media de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), con 25 por cada 1.000 nacimientos.

La situación, dice SATSE, es «preocupante». Se trata de «un problema presente a lo largo de todo el año que se agudiza y empeora durante los meses de verano al no cubrirse de forma adecuada las plazas de las profesionales que se van de vacaciones o cursan bajo por una enfermedad o cualquier otra circunstancia», contextualizan.

Desinterés del Ministerio de Sanidad por la falta de matronas

Un problema que «parece seguirá existiendo debido a la falta de interés del Ministerio de Sanidad y de las CCAA en aumentar el número de estas especialistas», achacan. El sindicato manifiesta que «a pesar de ser más que evidente su déficit, se ha acordado disminuir en 18 plazas su oferta de Formación Especializada este próximo año, algo totalmente injustificable y que presenta un peligroso precedente».

Esta situación provoca «una sobrecarga de trabajo y un mayor estrés y desgaste físico y psicológico para las matronas que trabajan en verano», añaden. Esto se traduce en una «peor atención a las mujeres que requieren de sus cuidados, no solo en el momento del parto sino durante todas las etapas del embarazo, puerperio y en otros momentos de su vida», apunta la entidad.

Según SATSE, la falta de suficientes matronas obliga a las profesionales a asumir las agendas de sus compañeras, teniendo que alargar sus jornadas laborales y aumentar sus días de trabajo, lo que, además de efectos perjudiciales en su salud, imposibilita que puedan conciliar su vida laboral y personal.

En lo que respeta a las mujeres que requieren de su atención, entre otras consecuencias perjudiciales se encuentran: la suspensión y retraso de consultas, programas, talleres formativos y servicios o el obligar a las mujeres a tener que desplazarse a otro centro de salud para poder ser atendidas por una matrona, afirman desde la organización sindical.

Qué hace una matrona

El sindicato destaca que, además de la labor asistencial que desarrollan en los centros sanitarios, las matronas realizan numerosas actividades educativas y preventivas en todo lo relacionado con la salud sexual y reproductiva de la mujer en base a la capacitación adquirida a lo largo de los seis años necesarios para alcanzar su nivel de formación y titulación.

Entre otras, las matronas realizan educación para la salud en etapas clave de la vida de la mujer (adolescencia, edad reproductiva y climaterio), asesoran en métodos anticonceptivos, promueven hábitos de vida saludable, y colaboran en la detección de distintos tipos de cáncer (cérvix, genital y mama principalmente) y alteraciones funcionales que tienen que ver con el suelo pélvico, etc.

Actuaciones todas ellas que «resultan cada vez más difícil poder realizar por la falta de recursos humanos a la que el Ministerio de Sanidad y el conjunto de consejerías de sanidad no ponen solución, limitándose a eludir su responsabilidad y culpabilizar a otras administraciones». Un problema, además, que «se agravará aún más en los próximos años dado que un elevado porcentaje de estas profesionales están cerca de la edad de jubilación», concluye SATSE.