Salud

Estos tres alimentos parecen saludables pero no lo son: pueden dañar tu riñón

El mal funcionamiento de los riñones puede provocar enfermedades complicadas de salud

Algunos alimentos pueden parecer saludables por su valor nutricional o cantidad de nutrientes, pero en exceso puede perjudicar a la salud general y a algunos órganos como los riñones
Algunos alimentos pueden parecer saludables por su valor nutricional o cantidad de nutrientes, pero en exceso puede perjudicar a la salud general y a algunos órganos como los riñonesDreamstime

Muchas personas se preocupan continuamente de la salud, de tal manera que están pendiente de todo lo que comen. Por supuesto, esto también incluye el valor nutricional y los ingredientes de los alimentos que compran, así como aquellos que "aconsejan" por ser supuestamente saludables, tales como bajos en grasa, aliados del fitness o sin azúcar. No obstante, los expertos coinciden en que algunos alimentos no son tan saludables como parecen, debido a que pueden perjudicar la salud. En concreto, dañar al riñón en varios casos.

Los riñones son un órgano vital en el cuerpo humano y sus múltiples funciones les hace esenciales para mantener el equilibrio interno y la salud general. Uno de sus roles es el de filtrar la sangre, pues eliminan desechos y toxinas. Se estima que filtran alrededor de doscientos litros de sangre y eliminan entorno a dos litros de productos de desecho y agua en exceso.

Otras de sus funciones van desde la regulación del equilibrio hídrico y electrolítico hasta el control de la presión arterial y producción de hormonas. También la desintoxicación o la regulación del pH, y ayudan en el metabolismo de proteínas y al equilibrio de aminoácidos.

Por contra, el mal funcionamiento renal o el daño en los riñones puede llevar a condiciones graves como insuficiencia, acumulación de toxinas o la hipertensión, además de diabetes o enfermedades del corazón. Para mantener a los riñones en perfecto estado, se debe mantener una alimentación e hidratación correctas al mismo tiempo que practicar ejercicio físico con regularidad y así, evitar algunos alimentos que perjudican la actividad de los riñones.

Por qué los embutidos dañan los riñones: ¿son un alimento malo para la salud?

Uno de los alimentos que pueden perjudicar a los riñones son los embutidos, y esto se debe a la cantidad de sal que incluyen. Según la Organización Mundial de la Salud, se recomienda que el consumo diario de sodio en adultos sea menor a 2 gramos, algo así como 5 gramos de sal. Y los embutidos tienen una cantidad de sal elevada debido a su propio proceso de elaboración.

Consumir un exceso de sal eleva la cantidad de sodio en sangre, cosa que reduce la capacidad de los riñones para eliminar el agua. Por otro lado, los embutidos provienen de carne animal, y según diversos estudios, comer proteínas procedentes de los animales, aumenta la probabilidad de tener piedras en los riñones.

¿Comer carne es malo? Estos son los peligros para los riñones y la salud general

Si bien la carne roja no es perjudicial en cantidades razonables, su consumo excesivo puede afectar a los riñones, especialmente en personas vulnerables. Asimismo, para las personas sin alguna enfermedad detectada, no suele ser problemático si se combina con una dieta equilibrada.

Sin embargo, al igual que el pescado, los lácteos o los huevos, la carne roja tiene una gran cantidad e proteínas, y su exceso puede provocar daños renales. Algunas señales son el estreñimiento, el dolor de cabeza o el mal aliento, y tener niveles altos de proteínas de forma persistente puede generar un problema en los riñones, como una infección u otra inflamación. Y si los riñones no pueden procesar la urea adicional por la acumulación de proteínas, pueden sufrir daños generados por una hiperfiltración, es decir, un sobreesfuerzo renal.

Cómo afectan los caldos vegetales a los riñones: su consumo en exceso puede producir daños renales

Este tipo de caldos vegetales precocinados, que normalmente vienen en bricks, contienen grandes cantidades de sal añadida, lo que es fundamental sustituirlos por caldos de verduras sin sal añadida. Y es que el alto contenido en sal cuestiona a este alimento, mientras que un caldo casero nos ayuda a controlar la cantidad de sal que añadimos.