Alimentación
¿Hay alimentos ultraprocesados "buenos" y "malos"? Según este estudio, sí. Los tienes en la despensa
«El pan y los cereales, por ejemplo. Basándonos en nuestros resultados, creo que deberíamos tratarlos de forma diferente», advierte el autor de la investigación
Estos alimentos inundan los estantes del supermercado, de la nevera de tu cocina y de los armarios que tienes en la despensa. Muchos de ellos no suelen salir en la lista de la compra, pero los acabamos metiendo en el carrito de la compra cuando los vemos en las baldas. Además, saben "bien", son fáciles de preparar y no su precio no es excesivamente caro. Esto les hace tremendamente populares en los hogares españoles. Sin embargo, su impacto negativo en la salud de nuestro organismo cada vez está más respaldado por la evidencia científica. Nos referimos a ciertos tipos de alimentos ultraprocesados (UPF).
En general, conocemos como ultraprocesados a aquellos productos que requieren una "preparación industrial" y, por lo tanto, no son alimentos completos. Pero el abanico de UPF es amplio: abarca la bollería industrial, los aperitivos salados (patatas fritas) y los platos preparados (una pizza congelada o un arroz con pollo). Hay muchos tipos de alimentos ultraprocesados y, aunque solemos meterlos en el mismo saco, lo cierto es que no todos los alimentos procesados son todos iguales y su impacto en nuestro cuerpo no es igual de nocivo. Un nuevo estudio pone de relieve que esto mismo y afirma que no todos los UPF nos exponen al mismo riesgo de diabetes. De hecho también apunta cuáles son los alimentos procesados más "buenos" y más "malos" en este sentido.
La investigación publicada en The Lancet Europe, liderada por expertos de la Universidad de Cambridge y del Imperial College de Londres, descubrió qué tipos de ultraprocesados disparan el riesgo de diabetes tipo 2. Evidentemente, el trabajo demostró que las personas que consumen más UPF tienen un mayor riesgo de volverse diabéticas, pero también este riesgo puede reducirse consumiendo en su lugar alimentos "menos procesados".
Sus resultados revelan que por cada aumento del 10% en la cantidad de alimentos ultraprocesados en la dieta de una persona está relacionado con un aumento del 17% en el riesgo de diabetes tipo 2. Sin embargo, sustituir un 10% de UPF en la dieta por un 10% de alimentos procesados (PF) reducía el riesgo de diabetes en un 18%. A estas alturas, lo natural es preguntarse qué distingue a los alimentos ultraprocesados de los alimentos procesados.
Tipos de alimentos procesados: no todos son malos
El estudio indica que el grado de procesado de los alimentos suele evaluarse mediante la clasificación Nova, que divide los alimentos en cuatro grupos:
- Alimentos no procesados o mínimamente procesados (MPF), como los huevos, la leche y la fruta.
- Ingredientes culinarios procesados (PCI), como la sal, la mantequilla y el aceite.
- Alimentos procesados (PF), como el pescado en conserva, la cerveza y el queso.
- Alimentos ultraprocesados, como los platos combinados listos para comer, los aperitivos salados, los dulces y los postres.
Un ultraprocesado sería, por ejemplo, un bollo con sabor a almendras. El alimento no procesado o MPF serían un puñado de almendras naturales. Pero si tostamos esas mismas almendras se convertirían en ingredientes culinarios procesados. Si además les añadimos sal y otros aditivos o conservantes, se convertiría en un alimento procesado. Los alimentos procesados también incluyen frutos secos salados, panes artesanales y frutas y verduras en conserva.
«La buena noticia es que sustituir el UPF por alimentos menos procesados se asoció a una reducción del riesgo de diabetes tipo 2», celebra Samuel Dicken, primer autor del estudio. Esto es muy novedoso. «La mayoría de los estudios realizados hasta la fecha sólo tienen en cuenta el UPF en su conjunto, pero nosotros sospechamos que puede haber diferentes riesgos asociados a los distintos tipos de UPF», explica el experto.
«Los riesgos de estos grupos de tratamiento no han sido bien investigados. Por eso, nuestro análisis va un paso más allá que los estudios anteriores, ya que analiza los cuatro grupos de procesado de la clasificación Nova para medir el impacto en el riesgo de diabetes tipo 2 cuando sustituimos el UPF por alimentos menos procesados, además de analizar 9 subgrupos de UPF», detalla el investigador.
Qué alimentos procesados son los peores o más insanos
El equipo analizó la ingesta de ultraprocesados (UPF) y los resultados de salud de 311.892 individuos de ocho países europeos a lo largo de 10,9 años de media, durante los cuales 14.236 personas desarrollaron diabetes tipo 2. Los resultados mostraron que sustituir el 10% de UPF en la dieta por un 10% de alimentos mínimamente procesados (MPF) o ingredientes culinarios procesados (PCI) reducía el riesgo de diabetes de tipo 2 en un 14%.
Además, el análisis de los 9 subgrupos de UPF permitió comprender mejor cómo afecta el nivel de elaboración al riesgo de diabetes tipo 2. Es decir, mostró cuáles eran los peores ultraprocesados. En este sentido, los aperitivos salados, los productos de origen animal como las carnes procesadas, los platos precocinados y las bebidas azucaradas y edulcoradas artificialmente se asociaban a una mayor incidencia de diabetes de tipo 2.
Las altas proporciones de estos alimentos menos saludables contribuyeron al riesgo general de diabetes de tipo 2. En el 25% de los mayores consumidores de UPF, en el que este tipo de alimentos representaba el 23,5% de su dieta total, las bebidas azucaradas representaban por sí solas casi el 40% de su ingesta de UPF y el 9% de su dieta en general. Sin embargo, los panes, galletas y cereales de desayuno, los dulces y postres, y las alternativas vegetales de UPF se asociaron a una menor incidencia de diabetes de tipo 2.
La profesora Rachel Batterham, la otra autora principal del estudio, afirmó: «El análisis de subgrupos UPF de este estudio ha sido revelador y confirma que no todos los alimentos categorizados como UPF son iguales en cuanto a los riesgos para la salud asociados a ellos». «El pan y los cereales, por ejemplo, son un alimento básico en la dieta de muchas personas. Basándonos en nuestros resultados, creo que deberíamos tratarlos de forma diferente a los aperitivos salados o las bebidas azucaradas en cuanto a los consejos dietéticos que proporcionamos».
Las causas exactas de la relación entre comer ultraprocesados (UPF) y desarrollar diabetes de tipo 2 no están confirmadas, aunque se cree que hay varios factores en juego, como el aumento de peso. En un estudio anterior, respaldado por los nuevos análisis de este estudio, el aumento de grasa corporal explicaba aproximadamente la mitad de la asociación.
El profesor Marc Gunter, autor del estudio del Imperial College de Londres y uno de los coordinadores del estudio EPIC, afirmó: «Las conclusiones de este estudio se suman al creciente número de investigaciones que relacionan el consumo de UPF con un mayor riesgo de padecer determinadas enfermedades crónicas, como la obesidad, las enfermedades cardiometabólicas y algunos tipos de cáncer», señala.
«Aunque un estudio de este tipo no puede determinar relaciones causales, sí sugiere que reducir el consumo de algunos UPF y sustituirlos por alimentos integrales y no procesados podría disminuir el muy significativamente riesgo de diabetes de tipo 2. Ahora es necesario seguir investigando para comprender los mecanismos y las posibles vías causales».
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