Oncología

Medicina de precisión para cercar al cáncer de próstata

En el Centro de Innovación e Investigación (BRIC) de Bayer, en Boston investigan contra reloj para encontrar tratamientos innovadores que aumenten la supervivencia general

Laboratorio Bayer
Centro de Innovación e Investigación (BRIC) de Bayer, en BostonBAYERBAYER

De aquí a 2030 se prevé que la incidencia del cáncer de próstata aumente cerca del 40% en el mundo. En el Centro de Innovación e Investigación (BRIC) de Bayer, en Boston (EE.UU), investigan contra reloj para encontrar tratamientos innovadores que prolonguen la supervivencia general, retrasen la progresión de la enfermedad y preserven la calidad de vida de los pacientes tanto de este como de otros tipos de tumores. La cartera de tratamientos de oncología de Bayer está en pleno crecimiento, y abarca tres áreas prioritarias: los tumores genitourinarios –con especial atención en el cáncer de próstata–, el cáncer gastrointestinal y el de pulmón de células no pequeñas (NSCLC), que representan aproximadamente 2,3 millones de casos de cáncer en todo el mundo. Para 2026, se espera que represente alrededor del 30% del mercado de oncología.

"La innovación en oncología va a un ritmo mucho más rápido que en otras áreas terapéuticas. Nuestro desembarco en este ámbito es relativamente reciente pero, debido a nuestra amplia experiencia científica y clínica en áreas clave de necesidad insatisfecha o no resuelta y a nuestras valiosas asociaciones y colaboraciones, estamos bien equipados para combinar nuestras fortalezas internas con oportunidades externas para lograr nuestros objetivos de ayudar a cada vez más personas con cáncer",, explica Christine Roth, Directora de la Unidad de Negocios Estratégicos de Oncología de Bayer.

Situado en el corazón de Kendall Square, la «milla» de oro de las empresas biotecnológicas en Cambridge (Boston), el BRIC albergan el Laboratorio de Oncología Molecular de Precisión, en el que la compañía alemana ha invertido más de 130 millones de euros. «La oncología molecular de precisión- que se centra en busca vías de señalización oncogénica y se dirige a las vulnerabilidades específicas de los tumores-, la inmunooncología y las terapias con radionúclidos dirigidos (TRT)- tratamientos de medicina nuclear que utilizan radiofármacos que se dirigen a tumores concretos- cambiarán el panorama de la oncología al igual que lo ha hecho la inmunoterapia. Y ahí es donde estamos nosotros», explica Sybil Williams, jefa de investigación en Oncología de Bayer y responsable del BRIC.

El centro- en el que actualmente trabajan cerca de un centenar de personas, 30 de ellas científicos- colabora estrechamente con otros «gigantes» de referencia académica y tecnológica, como la Universidad de Harvard, el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) o el Broad Institute of MIT and Harvard –líder mundial en secuenciación genómica–. Con este último centro, Bayer trabaja estrechamente desde 2013 en varias líneas que ya han generado tres compuestos innovadores en desarrollo, entre los que el más avanzado –un inhibidor de EGFR/HER2 mutados- tiene un ensayo internacional abierto en más de 70 centros para el cáncer de pulmón de células no pequeñas.

Cáncer al alza en mayores de 50

Desde hace una década, vivimos un periodo de «explosión» del cáncer en adultos menores de 50 años en diversas partes del mundo. El número de menores de 50 años diagnosticados de cáncer en todo el planeta ha aumentado casi un 80% desde el cambio de milenio, según el mayor estudio de este tipo, publicado el pasado lunes en la revista científica «BMJ Oncology». Además, el número mundial de nuevos casos de cáncer de aparición precoz y de muertes ligadas a la enfermedad aumentará un 31% y un 21% respectivamente, en el año 2030.

Aunque la comunidad científica aún no ha podido explicar este fenómeno al completo, se sabe que está relacionado con factores como la mala alimentación, el consumo de alcohol y tabaco, la inactividad física y la obesidad.

Dentro de los tipos de tumores al alza en la población masculina de mediana edad destaca el cáncer de próstata, que crece al ritmo del de mama en las mujeres. En el mundo, cerca de un millón y medio de varones son diagnosticados cada año y un 5% de ellos presentan metástasis en el momento del diagnóstico. Además, uno de cada tres de los que no ha desarrollado metátasis es resistente al tratamiento de primera elección, la castración (que se realiza para detener la producción de hormonas masculinas). En España, el cáncer de próstata es el más frecuente entre los hombres –29.000 nuevos casos al año– y el tercero más mortal –con cerca de 6.000 fallecimientos anuales– tan solo por detrás del de pulmón y del colorrectal.

"Asistimos a un incremento de diagnósticos de cáncer entre pacientes cada vez más jóvenes y en fases más tempranas de la enfermedad, probablemente por factores medioambientales y relacionados con el estilo de vida", recuerda Dominik Rüttinger, responsable de Investigación y Desarrollo Temprano del área de Oncología de Bayer. "Este tipo de pacientes tiene unas peculiaridades específicas, que hacen que tengamos que afinar las dianas terapéuticas para atender sus necesidades concretas- como poder reincorporarse pronto y con el mejor pronóstico a su vida laboral, familiar y social-. Uno de los aspectos positivos de este perfil de afectados es que toleran mejor los tratamientos", añade.

Optimismo por los tratamientos

Desde el punto de vista de la investigación y el desarrollo de compuestos y terapias se vive un momento de gran optimismo. En la actualidad, fármacos como la darolutamida –aprobada en más de 80 países para el tratamiento de pacientes con cáncer de próstata no metastásico resistente a la castración (nmCRPC, por sus siglas en inglés) y para el tratamiento de pacientes con cáncer de próstata metastásico sensible a las hormonas (mHSPC)– han conseguido aumentar la supervivencia de los pacientes, reducir la progresión de los tumores más agresivos y también los efectos secundarios de los tratamientos con quimioterapia estándar, como fatiga, mareos, desórdenes cognitivos y fracturas.

La farmacéutica tiene en este momento diversos estudios clínicos con darolutamida para valorar su potencial frente a distintos estadios y tipos de cáncer de próstata, especialmente aquellos para el que no existen tratamientos eficaces. Un ejemplo es el ensayo ARANOTE, de fase III, que investiga la combinación de darolutamida con terapia de deprivación androgénica (ADT, por su sigla en inglés) frente a solo ADT para el cáncer de próstata sensible a la hormona metastásica, cuyos resultados se esperan para 2024.

"El objetivo es convertir el cáncer en una enfermedad crónica y aumentar la esperanza de vida con el tumor en remisión. Es importante usar las palabras adecuadas porque, pese a la revolución que suponen estos nuevos tratamientos, no podemos decir que estemos curando el cáncer- desde el punto de vista de aniquilarlo para siempre-. Lo que consigue es mantenerlo 'dormido' el mayor tiempo posible", señala Pedro Barata, oncólogo e investigador de Oncología Médica Genitourinaria Clínica en el UH Seidman Cancer Center de Cleveland (EE.UU).

IA para mejorar el diagnóstico

El diagnóstico temprano también es clave, y las nuevas tecnologías facilitan el acceso a él. «Estamos aprovechando las capacidades de la inteligencia artificial para acelerar la innovación en el desarrollo de fármacos y el acceso a terapias de precisión. Esto incluye la de predecir aberraciones cromosómicas a partir de imágenes de tomografía computarizada (TAC) –como las fusiones de genes NTRK–. Esta herramienta puede ayudar a democratizar el acceso a las pruebas genéticas y, en última instancia, a opciones de tratamiento personalizadas para los pacientes», destaca Tara Frenkl, vicepresidenta de Bayer y responsable de I+D en Oncología.