Alimentación

El misterio del cáncer colorrectal en jóvenes y por qué no afecta (en principio) a España

Esta enfermedad no para de presentarse en personas menores de 50 años en todos los países occidentales del mundo menos en el nuestro según el estudio de "The Lancet". ¿Por qué?

El colon comunica el intestino delgado con el recto
El colon comunica el intestino delgado con el recto Freepik

En las últimas décadas, los diagnósticos de cáncer colorrectal en personas menores de 50 años han ido en aumento. Los últimos datos ofrecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierten de un constante aumento de casos en la población joven de los países occidentales. España es una excepción en último conteo publicado en la revista científica The Lancet, pero este hecho no quita que cada año se detecten una media de 43.000 nuevos tumores de colon o recto en nuestro país. El cáncer colorrectal es, de hecho, el más común dentro de nuestras fronteras.

Muchos expertos en nuestro país alertan de que aquí también aumenta la incidencia. No obstante, cabe preguntarse si en España estaremos haciendo algo "bien" para ser la excepción en este riguroso estudio. En esta línea, el preocupante aumento de diagnósticos de cáncer colorrectal a nivel mundial ha llevado a investigadores de la Universidad de Flinders y del Instituto de Investigación Médica en Australia a analizar posibles causas que expliquen la situación. Sus estudios les han llevado a preguntarse cómo la dieta puede influir en la aparición de este tipo de cáncer, así como otros cánceres gastrointestinales.

Los hallazgos, publicados en el European Journal of Nutrition, ofrecen nuevas evidencias sobre el impacto de los hábitos alimenticios en la prevención de enfermedades graves y reducción de riesgos para el sistema digestivo.

Qué no comer para prevenir cáncer de colon

La investigación de la Universidad de Flinders concluyó que existe una conexión directa entre dietas poco saludables y un mayor riesgo de desarrollar cánceres gastrointestinales. Este estudio subraya que las personas que siguen patrones alimenticios ricos en carnes rojas y procesadas, alimentos ultraprocesados, bebidas azucaradas y alcohol presentan una mayor probabilidad de desarrollar estos tipos de cáncer.

Apuntan los investigadores, respaldados por una extensa literatura científica, que una dieta pobre no solo carece de nutrientes esenciales para el cuerpo (con el riesgo que eso supone para otros procesos metabólicos vitales), sino que además fomenta procesos inflamatorios que pueden dañar la salud intestinal. Sumando estas condiciones, se genera un caldo de cultivo más propenso al desarrollo de cáncer.

Qué se come en España y por qué protege nuestro sistema digestivo

Los beneficios para la salud del aceite de oliva han sido demostrados a través de múltiples estudios
Los beneficios para la salud del aceite de oliva han sido demostrados a través de múltiples estudiosFreepik

Frente a la lista de la compra más perjudicial para nuestros intestinos, los investigadores del estudio indican que son los alimentos ricos en fibra, como las frutas y verduras, los que pueden actuar como protectores. Y es que estos alimentos desempeñan un papel crucial en la promoción de bacterias intestinales saludables. Estas bacterias, esenciales para el equilibrio del microbioma intestinal, contrarrestan los efectos negativos que antes se mencionaban: ayudan a reducir la inflamación y apoyan el funcionamiento óptimo del sistema digestivo.

Por otra parte, también subrayan que las grasas saludables, provenientes de fuentes como el aceite de oliva y los frutos secos (típicos en España), también son importantes. "Combinadas a su justa medida en una dieta de baja ingesta de azúcar, carbohidratos refinados y granos no integrales, pueden tener un efecto protector contra el cáncer colorrectal", según el autor principal del estudio, el investigador Zegeye Abebe Abitew.

4 cambios que pueden marcar la diferencia

Los expertos de este estudio así como otras entidades de gran prestigio como el Fondo Mundial de Investigación del Cáncer (WCRF) y el Instituto Americano para la Investigación del Cáncer (AICR) sugieren algunos cambios clave en los hábitos alimenticios que pueden tener un impacto significativo en la reducción del riesgo de cáncer gastrointestinal. Entre las principales recomendaciones se incluyen:

  • Incrementar el consumo de frutas y verduras: Estos alimentos no solo son ricos en fibra, sino también en antioxidantes, vitaminas y minerales que ayudan a reducir la inflamación y promueven una buena salud intestinal.
  • Incluir grasas saludables: Fuentes como el pescado, el aguacate y los aceites vegetales de calidad son aliados para una dieta equilibrada.
  • Reducir el consumo de azúcar y alcohol: Estos componentes están fuertemente asociados con patrones dietéticos menos saludables y un mayor riesgo de enfermedades.
  • Limitar las carnes rojas y procesadas: Una alta ingesta de estos alimentos se relaciona con un mayor riesgo de cánceres digestivos. La OMS aconseja que no se repitan estas comidas más de dos veces por semana.

Otras recomendaciones

Tanto investigadores como entidades antes señaladas subrayan con especial importancia que la dieta equilibrada, rica en fibras y grasas saludables debe estar siempre complementada con una estricta limitación del consumo de carnes procesadas, azúcares y sobre todo: alimentos ultraprocesados.

Con estas pautas se reduce notablemente el riesgo de cáncer, pero también se evita el envejecimiento acelerado del cuerpo así como se consigue un mayor bienestar general. La conclusión principal de esta investigación de la Universidad de Flinders es que adoptar una dieta saludable conforma una de las estrategias más efectivas y fáciles de implementar para prevenir enfermedades graves.

Mismos autores señalan tanto la necesidad de realizar más estudios similares como la importancia de la educación para fomentar hábitos saludables en general y dietas sanas en particular, apuntando que si los procesos de divulgación y educativos se focalizan en este ámbito, se podría reducir el notable aumento de cáncer de colon en población joven que está viviendo la mayoría de países de occidente.