Salud

Si te molesta el ruido que hace la gente al masticar, esto te interesa

Esto se conoce como misofonía y es una sensibilidad selectiva hacia ruidos específicos que pueden desencadenar emociones negativas

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Si te molesta el ruido que hace la gente al masticar, esto te interesa istock

¿Alguna vez has sentido una irritación intensa al escuchar a alguien masticar, hacer clic con un bolígrafo o incluso por el tic tac de un reloj? Si la respuesta es sí, podrías estar experimentando misofonía, una condición neurológica que afecta la percepción de ciertos sonidos cotidianos.

La misofonía, que significa literalmente "odio al sonido", es una sensibilidad selectiva hacia ruidos específicos que pueden desencadenar emociones negativas como ansiedad, enojo o incluso pánico. Aunque estos sonidos suelen ser inofensivos para la mayoría de las personas, para quienes padecen misofonía pueden resultar insoportables. El ruido de la masticación es uno de los detonantes más comunes, pero también otros ruidos repetitivos, como el "clic" de un bolígrafo o el "tic tac" de un reloj, pueden ser igualmente perturbadores.

Según estudios recientes, la misofonía podría estar relacionada con una hiperconexión en ciertas áreas del cerebro que procesan los sonidos y las emociones. No se trata simplemente de "manías" o intolerancia, sino de una respuesta real del sistema nervioso.

¿Cómo afecta a la vida diaria?

Para quienes tienen misofonía, situaciones sociales como comidas en grupo pueden convertirse en verdaderos desafíos. La convivencia con estos sonidos puede generar aislamiento, tensión en las relaciones personales y dificultades en el entorno laboral o escolar.

¿Qué se puede hacer?

Aún no existe una cura definitiva para la misofonía, pero hay estrategias que pueden ayudar a manejarla:

  • Uso de auriculares o tapones para los oídos: Bloquear o reducir los sonidos desencadenantes puede ser de gran alivio.
  • Terapia cognitivo-conductual (TCC): Esta técnica psicológica ayuda a reestructurar los pensamientos y reacciones hacia los sonidos molestos.
  • Música o ruido blanco: Estos elementos pueden enmascarar los ruidos que provocan la reacción.
  • Educación y comunicación: Hablar con amigos, familiares o compañeros de trabajo sobre la condición puede generar empatía y entendimiento.

Si crees que podrías tener misofonía, consultar a un profesional de la salud puede ser el primer paso para aprender a manejar esta condición y mejorar tu calidad de vida. Mientras tanto, recuerda que no estás solo: muchas personas también experimentan este tipo de sensibilidad auditiva y están buscando maneras de convivir con ella.