Opinión

Mónica García, desconectada de autonomías y partidos

La ministra está desubicada en el Interterritorial

Mónica García durante una sesión de control al Gobierno, en el Congreso de los Diputados.
Mónica García, ministra de SanidadAlberto R. RoldánLa Razón

El consejero de Sanidad de la Comunidad Valenciana, Marciano Gómez, ha puesto esta semana el dedo en una de las llagas del actual Ministerio de Sanidad. En concreto, ha hablado de «desubicación» de su titular, Mónica García, en el Consejo Interterritorial y la achaca a que, por primera vez, un ministro no tiene consejero de su propio partido en ningún territorio y, por tanto, tampoco en el pleno del máximo órgano de coordinación sanitaria del conjunto del Estado.

Esa desubicación afecta al modo de ejercer el mando dentro de este foro, con una auténtica falta de autoritas o liderazgo, y también a la percepción que se tiene desde el centralismo de los problemas reales a los que se enfrentan las autoridades sanitarias en sus respectivas autonomías. Las malas lenguas cuentan que este desconocimiento de la España real se palpa en las reuniones y que hay ausencia de comunicación fluida sobre las iniciativas que se preparan desde el Ministerio no solo con las comunidades del PP, sino también con las nacionalistas –el País Vasco ya ha criticado iniciativas de Sanidad–, y con las del PSOE. Dos consejeros de este partido se quejan ya abiertamente de que Mónica García no les consulta nunca nada.

Tampoco parece que exista un diálogo continuado con los grupos parlamentarios. Más Madrid, partido al que pertenece la ministra, está en guerra soterrada con Sumar y las iniciativas de esta formación van por un lado y las del Ministerio por otro, como ocurre con las del PSOE, partido al que no le queda más remedio que tragar para sostenerse en el poder. Esta falta de sintonía es uno de los ingredientes que se suman a la tormenta perfecta de la falta de sanitarios de este verano, y las repercusiones serán notables si García sigue sin escuchar a los que están a pie de obra.