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Fisioterapia

Movember: Los hombres también tienen suelo pélvico

Disfunción eréctil, eyaculación precoz o incontinencia son algunos de los problemas que pueden corregirse

El suelo pélvico puede estar demasiado débil o excesivamente tensionado FREEPIKLA RAZÓN

Sí, los hombres también tienen suelo pélvico; algo que conviene recordar en «Movember», mes en el que se busca concienciar sobre la salud masculina. El dolor al orinar, el aumento excesivo de la frecuencia, la disfunción sexual o la eyaculación precoz pueden ser síntomas de un suelo pélvico debilitado o tensionado o de un cáncer, por eso es importante acudir a las revisiones urológicas.

Esta musculatura puede estar demasiado débil debido al sobrepeso, a una cirugía o al envejecimiento, entre otros factores. En cambio, la tensión en esta zona puede ser por estrés, por pasar demasiado tiempo sentado o andar mucho tiempo en bicicleta, por prostatitis o por haber pasado por quirófano.

La única forma de saber cómo están los músculos de la zona es mediante un examen por parte de un experto en suelo pélvico. Y al igual que una mujer prepara esta zona que sostiene la vejiga, el útero y el recto antes de dar a luz, un experto puede ayudar a los hombres a que afronten una intervención quirúrgica en las mejores condiciones, contribuyendo a que su recuperación sea más rápida y menos dolorosa. Y lo mismo tras pasar por quirófano.

En el caso de los hombres, el suelo pélvico sostiene la vejiga, la próstata y el recto y como en el caso de ellas, también necesita atención y trabajo.

«Los hombres suelen verse afectados, sobre todo, en los casos de cirugía, tanto de próstata, de vejiga y de colon. Pero no solo. El suelo pélvico tiene un componente muscular que puede sufrir falta de fuerza igual que exceso de trabajo, como cualquier otra región muscular, sin un defecto orgánico claro. Y esto puede dar síntomas. La incontinencia urinaria y la fecal pueden afectar a ambos sexos, igual que el dolor o los problemas en la esfera sexual», explica Alicia Urraca, fisioterapeuta del Hospital Universitario Fundación Alcorcón y miembro del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid.

Hay problemas que son una clara señal de alarma. Sin embargo, no todos los hombres precisamente se ponen en manos de un experto y muchos son los que se escudan en que son síntomas normales «propios de la edad» cuando no lo son o no tienen por qué serlo en todos los casos.

Esto, unido a que la el suelo pélvico femenino está en desventaja por su anatomía, explica que «se estime que más del 50% de las mujeres experimentará algún grado de disfunción del suelo pélvico a lo largo de su vida, mientras que en hombres la cifra está entorno al 20%», afirma Urraca.

Las edades también varían. Si en ellas se acude durante los embarazos, en ellos «el grueso de los casos suele ser a partir de los 50 años, que es cuando comienzan los problemas que implican cirugías y pérdida de masa muscular y del colágeno por la edad. Además, la prevalencia de la disfunción eréctil también se incrementa con la edad», añade.

Así, cuando los músculos del suelo pélvico no funcionan como deben, puede acabar causando pequeñas pérdidas urinarias (por esfuerzos al reír o toser), disfunción eréctil, dolor crónico...

Al fortalecer el suelo pélvico se pueden reducir estas pérdidas, así como mejorar la función eréctil y el rendimiento sexual mediante ejercicios de Kegel, terapia manual, electroestimulación o biofeedback.

«Alrededor del 30% de los hombres refieren algún problema sexual persistente en el último año, según encuestas poblaciones. Si se mira solo la disfunción eréctil, los porcentajes suben con la edad: en el Massachusetts Male Aging Study, el 52% de los participantes de entre 40 y 70 años presentaba algún grado de disfunción eréctil de leve a grave. Estudios más recientes sitúan la disfunción eréctil entre el 30 y el 60%», detalla el doctor François Peinado, cirujano urólogo en Madrid.

"El 75% de varones con disfunción eréctil mejora al rehabilitar esta musculatura"

François Peinado, cirujano urólogo

Pues bien, frente a la disfunción eréctil leve-moderada (no neurogénica), «la rehabilitación del suelo pélvico demostró en un ensayo clínico aleatorizado que tras 6 meses, el 40% de los participantes normalizó la función eréctil, el 34,5% mejoró y un 25,5% no mejoró. Es decir, aproximadamente el 75% obtuvo un beneficio clínico con un programa bien enseñado y mantenido de biofeedback con ejercicios frente a cambios de estilo de vida», destaca Peinado.

De ahí la importancia de realizar ejercicios para mejorar la fuerza y la resistencia del suelo pélvico, «los conocidos como ejercicios de Kegel, siempre intentando hacerlos al soltar el aire», explica Urraca.

Para aprender a realizar una correcta contracción muscular en la zona, es importante trabajar la resistencia y la fuerza en diferentes niveles, y relajar el suelo pélvico de manera correcta.

Ejercicios

«En estos ejercicios –prosigue la fisioterapeuta– se piensa en contraer elevando el suelo pélvico, imaginando, por ejemplo, que dejamos de hacer pis, y se realizan bien de forma rápida y breve o más lenta y mantenida. Por eso los grupos musculares implicados en el tratamiento no se ciñen solo al suelo pélvico, sino que incluye los músculos respiratorios, los abdominales y el resto de la región de la pelvis, como los glúteos».

"Hay que hacer ejercicios de Kegel, sentadillas, levantarse y sentarse, etc."

Alicia Urraca, fisioterapeuta

De ahí que los fisioterapeutas suelan también incidir en la importancia de hacer ejercicios más globales que incluyan al resto de la musculatura, «que pueden ir desde hacer una sentadilla, levantarse y sentarse de la silla, elevar los glúteos estando boca arriba, hasta hacer un peso muerto con peso o planchas y abdominales».

«Lo más importante –añade– es aprender la técnica correcta y su dosificación, por eso se recomienda la valoración y seguimiento de un profesional sanitario especializado».

En cuanto al tiempo, depende. Pues como explica Urraca, los ejercicios específicos se recomiendan, en función de la exploración y valoración por parte del fisioterapeuta desde 2-3 veces al día. Pero lo importante con el tratamiento es la constancia».

Otro problema frecuente es el de la eyaculación precoz, que, según Peinado, «afecta al 20-30% de los hombres según las encuestas».En este caso, la rehabilitación permite mejoras, pero no para echar cohetes. «Las series clínicas y un ensayo comparativo muestran aumentos significativos del tiempo intravaginal hasta eyacular tras 12 semanas de habilitación. En un estudio, el 82,5% logró controlar el reflejo eyaculatorio con mejora sostenida a 6 meses. Es decir, la evidencia es positiva, aunque de calidad moderada y con heterogeneidad de protocolos», asegura Peinado.

En cuanto al dolor pélvico crónico, la rehabilitación fisioterapéutica alivia el dolor. «Las guías recomiendan fisioterapia pélvica especializada dentro de un enfoque modal», precisa el cirujano urólogo.

También es importante mantener un estilo de vida saludable, lo que incluye: realizar actividad física, una correcta alimentación; evitar esfuerzos al orinar –ni retener ni forzar– o tomar precauciones al levantar objetos pesados para evitar lesiones en la zona del suelo pélvico –doblando las rodillas en lugar de la espalda–, explican desde el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid. Y cuidado también con las abdominales, porque aunque mantener fuertes estos músculos ayuda a reducir la presión sobre el suelo pélvico, «algunos pueden resultar perjudiciales; con lo que conviene consultar previamente a un fisioterapeuta», aseguran desde el Colegio.