
Espacio
El telescopio MeerKAT confirma la naturaleza de 3I/ATLAS
El tercer cuerpo proveniente de más allá del Sistema Solar en detectarse, tras 1I/'Oumuamua y 2I/Borisov, ha generado un interés inusitado
- Una nueva imagen del cometa interestelar 3I/ATLAS lo muestra con un brillo verde y sin cola
- Esta es la imagen más cercana hasta la fecha de 3I/ATLAS
- El cometa interestelar 3I/ATLAS podría haber cambiado de color por segunda vez en 4 meses
- El cometa interestelar 3I/ATLAS reaparece tras pasar detrás del Sol y ya puede verse con telescopios de aficionado

3I/ATLAS se ha convertido en pocos meses en uno de los cuerpos estelares más comentados y vigilados a su paso por nuestro Sistema Solar. Este cometa fue detectado por primera vez el 1 de julio por el telescopio del sistema de alerta ATLAS -siglas en inglés de Sistema de Última Alerta de Impacto Terrestre de Asteroides, de ahí el nombre con el que fue bautizado-. Es el tercer cometa interestelar que se registra, tras 1I/'Oumuamua en 2017 y 2I/Borisov en 2019, por lo que ha generado un lógico interés. A finales del mes pasado el cometa proveniente de más allá de nuestro Sistema Solar alcanzó el perihelio, su máxima aproximación al Sol, y el 19 de diciembre alcanzará el punto más cercano a la Tierra, que aún será bastante lejos, a una distancia mínima de 270 millones de km, alrededor de 1,8 veces la distancia Tierra-Sol.
Entonces se sabrá más sobre sus particularidades, que ya ha exhibido unas cuantas y que han llevado a especulaciones sobre una posible naturaleza alienígena e intenciones hostiles. Esta extravagante teoría ha sido alimentada por medios basándose en las declaraciones del astrónomo Avi Loeb, quien tiene el prestigio de haber sido director del departamento de Astronomía de la Universidad de Harvard durante casi una década, pero que tiende a ver naves extraterrestres con cierta facilidad. Especuló con esta posibilidad con 1I/'Oumuamua y ahora lleva unos meses haciéndolo con 3I/ATLAS.
Sobre el tercer cuerpo interestelar detectado llegó a decir que 'el eclipse solar de 3I/ATLAS visto desde la Tierra durante el perihelio le permitiría realizar una maniobra solar de Oberth inversa y clandestina, una estrategia óptima de frenado para naves interestelares que quieran quedar vinculadas al Sol. Un posible encuentro óptimo con la Tierra se produciría a finales de noviembre o principios de diciembre de 2025'. También es justo señalar que, ya en su primer escrito sobre el tema, Loeb advertía de que esta posibilidad es 'divertida de explorar, independientemente de su validez'.
En cualquier caso, la NASA y la ESA en ningún momento han tenido dudas sobre la naturaleza de 3I/ATLAS, al que siempre han considerado un cometa, y ahora una nueva observación realizada por un observatorio en Sudáfrica ha confirmado un comportamiento típico de este tipo de cuerpos estelares.
Ha sido desde el Observatorio Sudafricano de Radioastronomía, utilizando el radiotelescopioMeerKAT, formado por 64 antenas parabólicas de 13,5 metros de diámetro cada una, que han detectado por primera vez en 3I/ATLAS una señal de radio habitual en los cometas.
Según explican los autores de la observación en The Astronomer's Telegram, se trata de 'absorción de OH en las líneas de 1665 MHz y 1667 MHz'. Esto es un patrón de radiofrecuencia con líneas de absorción de radio por radicales hidroxilo, es decir, OH.
MeerKAT detectó cómo el gas que rodea a 3I/ATLAS reduce ligeramente la intensidad de la señal de radio en esas dos frecuencias que son la huella típica del radical hidroxilo, un fragmento de la molécula de agua. Prácticamente todos los cometas conocidos contienen agua helada.
Ese patrón es justo lo que se espera de un cometa activo. Al acercarse al Sol, el hielo de agua se evapora -un proceso conocido como sublimación-, la radiación del Sol rompe las moléculas y aparecen estas nuevas moléculas de OH. Dada la cercanía aparente entre el cometa y el Sol en el cielo terrestre, ese gas actúa como un filtro y vemos las líneas en absorción, no en emisión. El OH se detecta en muchos otros lugares del cosmos y ayuda a localizar agua y regiones donde nacen estrellas.
El telescopio ya había observado a 3I/ATLAS para intentar detectar señales de radio anteriormente, el 20 y 28 de septiembre, pero no fue hasta el 24 de octubre, cuando el cometa estaba a punto de alcanzar su perihelio, que fue posible.
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