
Sanidad
La Aemps atraviesa una "situación límite" por la dejadez de Sanidad y Función Pública
Falta de recursos, fuga de talento y cierre de laboratorios. Los trabajadores de la agencia española del medicamento salen a la calle este jueves para protestar por el deterioro del organismo

La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), organismo clave en la seguridad y control de los fármacos y productos sanitarios en España, atraviesa una crisis interna sin precedentes. La falta de apoyo por parte de los ministerios de Sanidad y Función Pública ha llevado al límite a una institución considerada referente en Europa.
El deterioro del organismo se refleja en la pérdida del 10% de su plantilla entre 2024 y noviembre de 2025, el cierre de laboratorios por falta de personal y un profundo malestar entre sus profesionales. La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), sindicato mayoritario en la Administración General del Estado (AGE), ha convocado una concentración para este jueves 13 de noviembre frente a la sede de la Agencia para denunciar la situación de abandono y exigir medidas urgentes. "Estamos ante una fuga de talento sin precedentes, provocada por la falta de reconocimiento, de recursos humanos y financieros, y de oportunidades de desarrollo profesional", señala la organización a este periódico.
Según los datos aportados por CSIF en exclusiva a LA RAZÓN, solo un 35% de los puestos de nivel A1 (los de mayor cualificación técnica) perciben un nivel salarial por encima del mínimo (nivel 24), frente al 87% en el conjunto de la AGE y al 73% en el propio Ministerio de Sanidad.
En la práctica, los empleados de la Aemps cobran de media unos 300 euros menos que otros funcionarios con el mismo nivel dentro del propio departamento.
Esta desventaja retributiva se ha convertido en un factor determinante para que los trabajadores busquen otros destinos donde su formación y responsabilidad sean reconocidas. La pérdida de personal cualificado ha obligado incluso a cerrar el laboratorio de Materias Primas y a fusionar los de Tecnología Farmacéutica y Análisis Químicos, lo que ha dificultado mantener acreditaciones emitidas por la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC).
Más trabajo, menos recursos
La plantilla de la Agencia -unas 600 personas- se mantiene prácticamente congelada desde hace años, mientras el volumen de trabajo no deja de crecer.
Los ensayos clínicos autorizados han aumentado más de un 10%, así como las cargas regulatorias derivadas de la pandemia, las actuaciones para asegurar el suministro de medicamentos y la vigilancia europea.
Cabe recordar que España es líder en Europa en ensayos clínicos y la tercera potencia mundial después de China y Estados Unidos. Gracias a la aplicación temprana de la normativa europea, el tiempo de apertura de este tipo de investigaciones es dos meses más ágil en nuestro país que en el resto de la Unión Europea (206 días frente a 277), según destacó la semana pasada la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM).
Y hay más. España es líder en la investigación con medicamentos contra el cáncer, con 350 ensayos en oncología, y también en medicamentos de terapia avanzada. Por otro lado, el 22% de los ensayos clínicos se centran en enfermedades raras, lo que beneficia a pacientes con patologías a menudo desatendidas.
Pues bien, la respuesta de los ministerios de Mónica García y Oscar López a esta profesionalidad no es otra que la dejadez y el abandono.
"El problema no es la profesionalidad de los empleados, sino la falta de puestos con niveles y retribuciones adecuadas", recalca Pilar Navarro, representante del sindicato CSIF en la Aemps. "La agencia debería ser un organismo prioritario dentro del Ministerio de Sanidad y de la Administración General del Estado", añade.
La propia dirección de la Agencia ha reconocido la gravedad del problema y ha solicitado al Ministerio de Función Pública la adecuación de 200 puestos de trabajo a las necesidades actuales del organismo. La propuesta, sin embargo, sigue pendiente de aprobación por parte del departamento que dirige Óscar López. Mientras tanto, los trabajadores se ven obligados a asumir jornadas interminables, con horas extra no reconocidas ni remuneradas.
Cabe señalar que la Aemps, dependiente del Ministerio de Sanidad, es la autoridad responsable de garantizar la calidad, seguridad y eficacia de medicamentos, productos sanitarios, cosméticos y otros artículos que afectan directamente a la salud de la población y al medio ambiente. Colabora además con la Agencia Europea del Medicamento, de la que España ha sido un socio destacado durante años.
CSIF advierte de que, si la situación no se corrige, la pérdida de talento y prestigio podría poner en riesgo la calidad del servicio público que ha caracterizado a la Agencia desde su creación. "Sanidad y Función Pública deben reaccionar antes de que el deterioro sea irreversible", alertan desde el sindicato.
20 millones al año para las arcas del Estado
Esta situación se entiende todavía menos si se tiene en cuenta que la Aemps genera ingresos cada año. Su superávit fue superior a los 80 millones de euros tanto en 2022 como en 2023 (últimas cifras disponibles) y, de ellos 20 millones van directamente a parar a las arcas del Tesoro. "Sabemos que los sueldos de los funcionarios no se pagan de esas ganancias, pero entendemos que este superávit debería reflejarse como mínimo en mejoras no retributivas que hagan más atractivos los puestos de trabajo", señala Navarro.
La concentración tendrá lugar este jueves 13 de noviembre entre las 12 y las 13 horas en las cercanías de la sede del organismo (calle Campezo, 1, Madrid).
La hipocresía de Mónica García con la Agencia
La admiración que la ministra de Sanidad muestra en sus declaraciones públicas sobre el trabajo y el rol de la Aemps contrasta radicalmente con la situación de abandono que denuncian sus trabajadores. Mientras García la califica como "organismo científico-técnico estratégico" que aporta "confianza en el uso de los fármacos" y reivindica su "papel clave en la cadena del medicamento", los funcionarios que trabajan en su departamento cobran de media 300 euros más que los del mismo nivel en la Agencia. Además, Función Pública ha priorizado la adecuación de 20 puestos de trabajo en Sanidad frente a la solicitud de 200 pedida por la Aemps. Cabe destacar que el 70% del personal de la Agencia tiene menos de 5 años de antigüedad y que un 25% son externos o becarios.
En un contexto de manifestaciones y huelgas por parte del conjunto de las profesiones sanitarias del país, las denuncias de los trabajadores de la Aemps son una evidencia más de la desconexión de la ministra con la realidad que viven los trabajadores de la sanidad pública, que tanto dice defender.
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