Hábitos saludables

La práctica regular de "cardio" protege frente a la gripe y la neumonía

Seguir una rutina de actividad física aeróbica, incluso durante menos tiempo del mínimo recomendado, reduce a la mitad las posibilidades de fallecer a causa de una complicación respiratoria

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Correr o caminar a paso ligero varias veces por semana tiene importantes beneficios para la salud Dreamstime

Quizá necesitaba más razones o más motivación para "engancharse" a una rutina diaria de ejercicio físico, por pequeña que sea. Si es así, debe saber que la ciencia apoya la existencia de beneficios para su salud desde el primer dia en que se comienza a practicar ejercicio aeróbico, y sin importar demasiado la cantidad o el tiempo que dedique a ello. Las recomendaciones de la Orgasnización Mundial de la Salud cifran la práctica semanal mínima para que sea beneficiosa en al menos 150 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada, o 75 minutos de intensidad vigorosa, más dos sesiones de fortalecimiento muscular de intensidad moderada o superior.

Sin embargo, una nueva investigación estadounidense publicada en "Journal of Sports Medicine" muestra, incluso a niveles semanales inferiores a estas recomendaciones, el ejercicio aeróbico regular -conocido popularmente como "cardio"- está relacionado con un riesgo significativamente menor de muerte por gripe o neumonía. El estudio, de metodología observacional, se ha basado en las respuestas de 577.909 adultos que habían participado en la Encuesta Nacional de Entrevistas de Salud (NHIS, por sus siglas en inglés), representativa a nivel nacional de Estados Unidos, entre 1998 y 2018. Nueve años durante los cuales los participantes fueron seguidos después de la encuesta inicial. En ese tiempo, 1.516 fallecieron por gripe o neumonía.

La carga clínica de la gripe- es decir, su gravedad- está aumentando en todo el mundo. El envejecimiento, la inmunosupresión y las enfermedades respiratorias subyacentes son determinantes de malos resultados clínicos, incluida una mayor mortalidad. En este contexto, resulta clave saber que estrategias y hábitos saludables, facilmente aplicables por parte de la población, pueden funcionar a la hora reducir los riesgos de que un cuadro clínico respiratorio causado por un virus o una bacteria pueda agravarse hasta requerir hospitalización. Y ese fue el objetivo del trabajo.

Se preguntó a los participantes con qué frecuencia dedicaban 10 o más minutos a actividades aeróbicas de intensidad vigorosa y de intensidad ligera o moderada. Y también con qué frecuencia practicaban rutinas de fortalecimiento muscular. A continuación, se clasificó a cada persona en función de su grado de cumplimiento de los objetivos semanales recomendados de actividad aeróbica y fortalecimiento muscular: sin cumplir ninguno de los dos; cumpliendo el objetivo de actividad aeróbica; cumpliendo el objetivo de fortalecimiento muscular; y cumpliendo ambos objetivos.

Los resultados muestran que, en aquellos que cumplieron con las recomendaciones de actividad combinada (aeróbica y de fortalecimiento muscular), el riesgo asociado a la muerte por gripe o neumonía se redujo a la mitad, un 36% en los que solo llegaron al objetivo de actividad aeróbicay no hubo ninguna diferencia significativa en el riesgo de los que sólo alcanzaron el objetivo de fortalecimiento muscular. En cuanto a la cantidad de ejercicio, realizar de 10 a 149, de 150 a 300 y de 301 a 600 minutos semanales de actividad física aeróbica se asoció con una reducción del riesgo del 21%, 41% y 50%, respectivamente, en comparación con la ausencia de actividad física. Pero no se observaron beneficios adicionales por encima de los 600 minutos semanales.

"Aunque 10-150 min/semana se suele calificar de insuficientes porque no llega a la duración recomendada, puede conferir beneficios para la salud en comparación con la inactividad física", sugieren los investigadores.

En cuanto a las actividades de fortalecimiento muscular, cumplir el objetivo semanal de 2 se asoció a un riesgo un 47% menor -comparado con hacer menos de 2- pero 7 o más se asociaron a un riesgo un 41% mayor. "Aunque escapan al alcance de este estudio, las explicaciones plausibles para esta dicotomía van desde respuestas inexactas (como informar de la actividad física ocupacional, que puede no conferir el mismo efecto protector que la actividad física en el tiempo libre) hasta ramificaciones hemodinámicas de la actividad de fortalecimiento muscular frecuente y de alta intensidad", explican los autores.