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Salud

Qué aprendió Esperanza Aguirre del cáncer de mama que la apartó de la política

"Fui a una revisión normal y el tumor ya se había extendido". El testimonio de la expresidenta de la Comunidad de Madrid recuerda por qué la prevención salva vidas

Esperanza Aguirre, expresidenta dela Comunidad de Madrid Alberto R. RoldánLa Razón

En 2011, cuando su carrera política parecía imparable, una llamada médica detuvo en seco la vida de Esperanza Aguirre. "Fui a una revisión normal, llevaba tres años sin ir y claro, el cáncer se había extendido", recordó este domingo en televisión, coincidiendo con el Día Mundial contra el Cáncer de Mama.

La expresidenta madrileña, que entonces lideraba la región, habló por primera vez con detalle del diagnóstico que cambió su trayectoria profesional cuando tenía 58 años. "Seguro que están extremando las precauciones porque soy presidenta de la Comunidad de Madrid", pensó. Pero se equivocó. Los resultados de la biopsia llegaron tan solo tres meses antes de las elecciones autonómicas, revelando un cáncer hormonal en la mama izquierda.

"Solo lloré cuando me dijeron que me tenían que dar quimio porque tenía que dejar atrás mi carrera política. Yo no me iba a presentar sin pelo", confesó. "Tenía que elegir entre curarme y la política y era evidente que iba a elegir curarme", señaló. Finalmente, el médico se equivocó y la quimioterapia no fue necesaria. Le extirparon el tumor en febrero y después le dieron "16 o 18 sesiones de radioterapia".

Finalmente, Esperanza Aguirre se presentó a las elecciones y logró su tercera mayoría absoluta en mayo de 2011. Sin embargo, la política revela que a veces se ha reprochado a sí misma algunas decisiones con respecto a su cáncer de mama que espera que otras mujeres no cometan.

Qué es el cáncer de mama y síntomas

El cáncer de mama es el tipo de tumor más frecuente en mujeres a nivel mundial. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una de cada ocho mujeres lo desarrollará a lo largo de su vida. Aunque es menos común en hombres, ellos también pueden tenerlo. Se origina cuando las células mamarias crecen de forma anormal y forman un tumor en el pecho que puede invadir otros tejidos.

Su gravedad radica en que en fases iniciales no suele dar síntomas evidentes, tal y como subrayó la propia Aguirre en su testimonio: "El problema es que no da síntomas, por eso hay que hacerse revisiones aunque una se encuentre bien". Sin embargo, hay síntomas que deben poner en alerta:

  • Aparición de un bulto o nódulo en el pecho o la axila.
  • Cambios en la forma o el tamaño del seno.
  • Alteraciones en la piel: enrojecimiento, hundimientos o textura similar a la piel de naranja.
  • Secreción, sangrado o grietas en el pezón.
  • Dolor persistente en una zona del pecho.

Ante cualquiera de estas señales, los especialistas insisten en que es esencial consultar al médico cuanto antes. La detección precoz aumenta exponencialmente el pronóstico y las posibilidades de éxito del tratamiento.

Cómo se diagnostica y pronóstico

"Yo me reproché a mí misma el no haber ido durante dos años a hacerme la mamografía, porque mi tumor medía 1,8 centímetros. Seguramente habría medido menos si me la hubiera hecho el año anterior", indicó Aguirre, por eso quiso "dar importancia a que hay que ir a las revisiones todos los años".

El doctor Yann Izarzuaga, especialista del Servicio de Oncología del Comprehensive Cancer Center del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, confirma que "ha habido grandes avances que están permitiendo mejorar las tasas de supervivencia". Entre ellos, la mamografía digital con contraste y el uso de inteligencia artificial para la interpretación de imágenes, que podrían revolucionar el diagnóstico precoz.

Cáncer de mamaLa Razón

En materia de prevención, la ciencia es clara: Izarzuaga recomienda no retrasar las citas médicas, realizar mamografías periódicas y cribados a partir de los 40 años (o antes si hay antecedentes) y mantener la actividad física.

"El ejercicio físico, la dieta mediterránea y la reducción del consumo de alcohol y tabaco son claves demostradas", añade el oncólogo. Desde el centro madrileño, explica, participan en ensayos clínicos en fases II y III junto a los grupos GEICAM y SOLTI, con el objetivo de cronificar la enfermedad y hacerla cada vez más controlable. Hoy, muchos tumores localizados pueden tratarse con técnicas menos agresivas y con mayor calidad de vida para las pacientes.

Doce años después, Esperanza Aguirre recuerda aquella etapa con serenidad y gratitud. "Tuve suerte, porque me lo detectaron a tiempo", afirmó. Su testimonio, se suma al de tantas mujeres que cada Día Mundial contra el cáncer de mama ponen voz a la esperanza, por la prevención y por la vida.