Cáncer y ejercicio

Realizar entrenamiento de fuerza regularmente reduciría la mitad de las muertes en personas con cáncer

Un estudio demuestra que la buena forma física y mantenerse en un peso bajo contribuyen a alargar la supervivencia de estos pacientes

Un hombre realiza un entrenamiento con pesas en el gimnasio
Un hombre realiza un entrenamiento con pesas en el gimnasioFreepik

Se calcula que en 2022 hubo 20 millones de nuevos casos de cáncer y casi 10 millones (9,7) de muertes, según los dastos del Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) de la Organización Mundial de la Salud (OMS). El número de personas que estaban vivas a los 5 años siguientes a un diagnóstico de cáncer era de 53,5 millones. Las estimaciones de este organismo también indican que 1 de cada 5 personas desarrollará cáncer a lo largo de su vida, una tendencia que se proyecta que aumentará en las próximas décadas. Hoy en día, aproximadamente 1 de cada 9 hombres y 1 de cada 12 mujeres mueren en el mundo a causa de la enfermedad.

En España, 2023 fue el primer año en el que el cáncer se convirtió en la primera causa de fallecimiento. Murieron 115.013 personas por algún tipo de tumor durante ese año, lo que representó el 26% de todos los fallecimientos, con un aumemto de un 0,2% respecto a 2022. Hasta ese momento, las enfermedades del sistema circulatorio eran las que tenían mayor tasa de mortalidad. Sin embargo, en el último año descendieron un 5,3%.

Como dato muy positivo, cabe señalar la supervivencia de las personas con cáncer en nuestro país se ha duplicado en los últimos 40 años y es probable que, aunque lentamente, continúe haciéndolo en los próximos años debido a la aplicación de nuevos tratamientos y una mayor implantación de los cribados.

Estos importantes avances en la prevención, diagnóstico y abordaje de los tumores, sin embargo, quedan oscurecidos en ocasiones por los efectos secundarios del tratamiento, que siguen siendo elevados y provocan patologías cardiovasculares y pérdida de fuerza y masa muscular.

Es por este motivo que, tanto en el plano científico como en el asistencial y entre la población va cobrando cada vez más fuerza el beneficio derivado de la práctica de actividad física, no solo para prevenir su aparición de neoplasias, sino también como herramienta durante el tratamiento e incluso para evitar recaídas.

En esta línea, una nueva investigación en forma de revisión sistemática con metanálisis ha mostrado que la fuerza muscular y una buena condición física están vinculadas a un riesgo significativamente menor de muerte por cualquier causa en personas con cáncer.

Expertos del Instituto de Investigación de Medicina del Ejercicio y Facultad de Ciencias Médicas y de la Salud de la Universidad Edith Cowan (Australia) han examinado la asociación entre la fuerza muscular y la aptitud cardiorrespiratoria (CRF) con la mortalidad por todas las causas y específica por cáncer en pacientes diagnosticados con cáncer, y si estas asociaciones se ven afectadas por el tipo y/o estadio del cáncer.

Los investigadores buscaron estudios relevantes publicados en inglés hasta agosto de 2023 e incluyeron 42 en su análisis de datos agrupados, involucrando a casi 47.000 pacientes (edad promedio 64 años) con diversos tipos y etapas de cáncer.

La baja fuerza muscular, medida mediante la fuerza de agarre manual, se clasificó como de menos de 13 kg a menos de 25 kg en mujeres, y de menos de 20 kg a menos de 40 kg en hombres. La aptitud cardiorrespiratoria se evaluó mediante una prueba de ejercicio cardiopulmonar (CPET) o una prueba de caminata de 6 minutos (MWT).

Hasta un 46% menos de riesgo de muerte en los que mostraron mayor fuerza muscular

Según han revelado los resultados, publicados en el British Journal of Sports Medicine, tanto la fuerza muscular como la CFR estaban significativamente asociadas con el riesgo de muerte por cualquier causa, y específicamente por cáncer.

En comparación con aquellos con poca fuerza muscular y bajos niveles de aptitud cardiorrespiratoria, aquellos en el otro extremo del espectro tenían entre un 31% y un 46% menos de probabilidades de morir por cualquier causa. Y este riesgo se redujo en un 11% adicional con cada unidad de aumento de fuerza muscular.

Es más, esta combinación de fuerza y aptitud física se asoció con un riesgo entre un 8% y un 46% menor de muerte por cualquier causa en pacientes con cáncer avanzado (estadios 3 y 4), y un riesgo entre un 19% y un 41% menor de muerte por cualquier causa entre aquellos con cáncer de pulmón o digestivo. Y cada unidad de aumento en el nivel de aptitud física se asoció con un riesgo 18% menor de muerte por cáncer.

"La implementación de prescripciones de ejercicio personalizadas para mejorar estos componentes de la aptitud física a lo largo de todo el proceso oncológico puede contribuir a reducir la mortalidad relacionada con el cáncer", sugieren los investigadores.