Oncología

El reto del cáncer de mama a día de hoy está en el metastásico

«En este tipo de tumor es una lacra social para las mujeres», lamenta la paciente Raquel Campoy

El cribado de este tumor es fundamental
El cribado de este tumor es fundamentalAPLA RAZÓN

En el cáncer de mama no todo es color de rosa. De él se suele destacar, además de que es uno de los más frecuentes (era el número uno en mujeres hasta este año, que ha sido superado por el de pulmón), su elevado porcentaje de supervivencia: un 85% de casos.

Pero hay cuestiones de las que se habla menos. Tal es el caso del cáncer de mama metastásico (CMm), una realidad que supone solo el 5% de los primeros diagnósticos, pero es muy frecuente en los casos de recaída, una situación que se da en entre 25-30% de los casos, es decir, el porcentaje de recaída es muy amplio. «Hay una proporción de mujeres en las que, lamentablemente, el tumor vuelve a aparecer, la mayoría de las veces como metastásico que, hoy día es muy difícil la curación», explica la Dra. Laura García Estévez, jefa de la Sección de Tumores de Mamá en MD Anderson Cancer Center de Madrid.

Pese a los números, hay una «invisibilización» por parte de la sociedad, «en general, de huir de esta parte que es la menos agradable. Pero existe, y es el problema que hay ahora en cáncer de mama», denuncia Raquel Campoy, quien es un ejemplo de esta realidad, de ese 5%. Su caso, durísimo, pues se lo diagnosticaron al día siguiente de dar a luz el 13 de agosto de 2020. «Tenía pruebas hechas en septiembre de 2019 y me había salido todo perfecto. Y por eso fui a por la segunda», cuenta.

«Físicamente me encontraba bien, no tenía dolores y tuve la suerte de que la quimioterapia me funcionó y la toleré bastante bien. Mi tratamiento no es de los más agresivos. Cada tres semanas tengo terapia intravenosa en el hospital toda la mañana, pero me permite hacer una vida más o menos normal, que hay muchas compañeras con tratamientos que no se lo permiten, o que no responden y no tiene la suerte que he tenido yo».

Por eso, es vital el papel de la investigación y los avances para estas pacientes. «El pronóstico de mi tumor era de 9-12 meses y gracias a la investigación estoy aquí. Una de cada ocho mujeres tendrá cáncer de mama y quiero que todas tengan esas posibilidades. El cribado es importantísimo, pero no se puede prevenir. Por eso, cuanto antes se diagnostique mejor, y cuanto más se investigue también por ese porcentaje de recaída. Yo no estaría aquí si en los 90 no hubieran investigado sobre mi tipo de tumor», señala Campoy.

«Cuando empecé a ver números pensé: ¿cómo puede ser que 6.500 mujeres mueran al año por esto, un tumor que tiene tan buen pronóstico? Son 18 mujeres muertas cada día por este motivo. Es la principal causa de muerte en mujeres de entre 35 y 50 años, –denuncia Campoy–. Se lee en los titulares que el 85% de las pacientes sobrevive, pero eso no quiere decir que se curen, sino que a los cinco años siguen vivas. Pero hay un índice altísimo de recaída a los 2, 8 , 11 años... Todo esto yo no lo sabia cuando no tenía cáncer, y creo que la mayoría de la gente tampoco sabe que es un problema tan grande. Es una lacra social para las mujeres».

En el caso de CMm también existen diferencias. «Lo primero es diferenciar qué subtipo es. No es lo mismo triple negativo, que HER2 positivo, que luminal. Por eso, cuando tú tienes una mujer con CMm siempre hay que intentar biopsiar esa metástasis porque en una proporción de casos, de entre un 10-20%, el subtipo de CMm es diferente al cáncer de mama original. Y, dentro del CMm triple negativo, no es lo mismo tener metástasis, por ejemplo, en el hígado, que cerebrales o pulmonares. Es decir, la localización de la metástasis también comporta un pronóstico diferente», explica García Estévez.

La importancia de investigar

Porque, frente a este panorama, los ensayos clínicos son la única manera de avanzar. De hecho la investigación ha marcado la diferencia en los diagnósticos de cáncer de mama triple negativo metastásico de hace 10 años a la actualidad. «A día de hoy la investigación clínica ha supuesto una revolución en el tratamiento de estos cánceres porque en un 50% de los casos las pacientes van a poder recibir un tratamiento con inmunoterapia asociado a quimioterapia; y por otro lado, tenemos lo que llamamos fármacos inteligentes, los anticuerpos conjugados (que es la conjugación precisamente de un anticuerpo y una quimioterapia) y este anticuerpo va dirigido a una diana que tiene el tumor, el cáncer de mama triple negativo. Estos fármacos han supuesto un beneficio importantísimo en las pacientes, no solo porque retrasan la progresión del tumor, sino también porque las pacientes viven más gracias a ellos», continúa.

«Espero que los anticuerpos conjugados y la inmunoterapia sean realmente eficaces para nosotras y que nos den calidad de vida, porque no se trata solo de vivir mas, sino de hacerlo en condiciones. Pero necesitamos que la investigación sea mas rápida y efectiva. Los médicos dicen que en 10 años se convertirá en una enfermedad crónica, pero yo no tengo tanto tiempo. No queremos ser una generación perdida», concluye Campoy.