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Salud

Los riesgos reales del trasplante capilar: la muerte de un hombre en Turquía reaviva la alerta

¿Qué puedo fallar? Los expertos en injertos de pelo advierten que confiar en clínicas de dudosa reputación puede derivar en efectos secundarios frecuentes o raros, pero graves como una reacción alérgica a la anestesia

Una de las mejores clínicas de injerto capilar en Barcelona -

La muerte de Martyn Latchman, un hombre británico de 38 años, tras sufrir complicaciones antes de someterse a un injerto de pelo en Turquía, ha reavivado las advertencias de los expertos españoles en el campo. Advierten de que los trasplantes capilares no están exentos de riesgos antes y después de la intervención, especialmente en centros con alta demanda internacional y potencial falta de rigor médico.

En este caso, el incidente tuvo lugar en el centro Dr. Cinik de Estambul, frecuentado por celebridades y varios ex futbolistas. Según el comunicado de la clínica, el hombre presentó complicaciones inesperadas durante la fase preparatoria del procedimiento, antes de que comenzara propiamente el trasplante. Aunque fue trasladado de urgencia a un hospital universitario, falleció horas después en la unidad de cuidados intensivos (UCI). Su muerte ha provocado una investigación por homicidio imprudente por parte de las autoridades turcas, que buscan esclarecer los motivos detrás del deceso.

Aunque todavía se desconoce la causa que provocó la muerte de Martyn, este incidente pone en evidencia que un injerto capilar no es una cirugía exenta de riesgos. Pese a ello, debemos tener en cuenta que se trata de un procedimiento poco invasivo, cuyos riesgos se reducen de forma significativa si se realiza con expertos certificados.

"No obstante, muchos individuos se dejan llevar por ofertas engañosas, las cuales, por lo general, no incluyen un buen equipo médico o personal cualificado. El paciente se expone a que le realicen un mal procedimiento y a las consecuencias de un injerto capilar mal hecho", señalan los expertos de Capilclinic, que cuentan con centros en España (Madrid, Barcelona) y también en Turquía.

Evaluación previa al injerto

Lo primero que debemos conocer sobre los riesgos del trasplante capilar es que no todos los pacientes con calvicie son aptos. Una clínica profesional realizará una evaluación previa al injerto para determinar si la intervención es factible, pudiendo rechazar al candidato para salvaguardar su salud.

Uno de los pilares fundamentales en los que las clínicas se basan para saber si un paciente es apto es la calidad y cantidad del cabello del propio paciente. Según Capilclinic, si las zonas donantes —normalmente en las regiones laterales y posteriores del cuero cabelludo— tienen densidad insuficiente, fragilidad o textura no adecuada, el injerto puede fracasar o no dar los resultados esperados. Además, ciertos tipos de alopecia no son susceptibles de trasplante por su origen autoinmune.

Sin embargo, en muchos destinos de turismo médico, incluida Turquía, los pacientes viajan sin haberse sometido a una evaluación médica completa previa. La ausencia de consulta personalizada aumenta la probabilidad de que un paciente no apto reciba tratamiento, elevando la probabilidad de un mal resultado quirúrgico.

Efectos secundarios frecuentes

Aunque un trasplante capilar es considerado seguro, existe un catálogo de efectos secundarios que pueden surgir antes, durante y después del procedimiento. Capilclinic enumera entre los más comunes problemas de cicatrización, inflamación, cambios en la sensibilidad, asimetría, dolor intenso, foliculitis, reacción alérgica y pérdida temporal de cabello como los más habituales.

Para evitarlos, se deben buscar clínicas que ofrezcan garantías de seguimiento posterior al injerto en España y que trabajen con las últimas tecnologías. Esto es porque "los cirujanos capilares experimentados toman todas las medidas necesarias para minimizar estos riesgos y garantizar la seguridad del paciente", señalan los expertos de Capilclinic, "y con las técnicas modernas (como FUE Zafiro), la cicatrización tiende a ser mínima y poco visible en la mayoría de los casos".

Por otro lado, la inflamación postoperatoria puede afectar incluso párpados o frente, y suele resolverse en pocos días si el paciente sigue las indicaciones médicas. También pueden darse "alteraciones de la sensibilidad en la zona operada son comunes y generalmente transitorias, mejorando en los primeros tres meses", indican. En casos menos frecuentes, puede aparecen foliculitis —un tipo de infección local en los folículos—, especialmente si no se cumplen estrictas normas de higiene postoperatoria.

Los pacientes también pueden sufrir posibles náuseas, vómitos y fatiga intensa en el postoperatorio, síntomas derivados del trauma quirúrgico, de los fármacos utilizados o de una mala tolerancia general.

Riesgos médicos graves

Si bien no se han publicado detalles médicos oficiales sobre la muerte de Martyn, es importante tener en cuenta que un trasplante capilar puede desencadenar consecuencias graves cuando se realiza sin protocolos estrictos. Esto incluye complicaciones anestésicas, infecciosas o cardíacas vinculadas al procedimiento.

Por eso, es importante examinar si existen condiciones de salud subyacentes antes de proceder. Esto requiere una consulta médica exhaustiva que incluya pruebas como radiografías, electrocardiogramas y análisis, una manera de proceder que a veces se sacrifica en clínicas que no ofrecen atención personalizada.

Y es que, más allá de los efectos secundarios esperables, existen riesgos quirúrgicos de mayor gravedad: hemorragias, infecciones generalizadas y reacciones adversas a la anestesia, que aunque remotas, deben considerarse.

De forma excepcional, se ha documentado shock anafiláctico tras anestesia local: una reacción alérgica severa que puede ser mortal si no se trata inmediatamente. Aunque su incidencia es mínima, representa una de las complicaciones más peligrosas del procedimiento.

Turismo médico en Turquía: ¿a qué precio?

Turquía es uno de los destinos más populares para trasplantes capilares por su precio competitivo y clínicas de alto volumen. Sin embargo, esta alta demanda también conlleva riesgos: protocolos menos rigurosos, menor tiempo de consulta personalizada y posible sobreventa de procedimientos a personas no aptas.

La falta de seguimiento adecuado tras la operación también incrementa el riesgo. Por eso, los expertos recalcan la importancia de cumplir al pie de la letra las indicaciones postoperatorias: evitar rascar las costras, no usar productos químicos, lavar el cabello con cuidado, y acudir a controles médicos periódicos.

Este trágico suceso debe servir como llamada de atención: el injerto capilar no es un procedimiento trivial, y requiere experiencia médica, evaluación rigurosa, técnica adecuada y seguimiento postoperatorio profesional. Tratamientos realizados en clínicas con menores controles, destinados a atraer pacientes internacionales con precios bajos, pueden poner en riesgo la salud.