Opinión

Ruiz Escudero, ejemplo de buen consejero de Sanidad

Ruiz Escudero dejará el puesto para recalar en el Senado

El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero
El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz EscuderoIsabel InfantesEuropa Press

Los que me conocen saben bien que no soy pródigo en regalar halagos ni en aplaudir genuflexamente a los dirigentes sanitarios. En mi trayectoria, he repartido estopa por igual a ministros, consejeros y directores generales de todos los partidos. En esta columna han recibido críticas Alberto Núñez Feijóo, Ana Mato, Bernat Soria, Leire Pajín, Salvador Illa y, por supuesto, muchos otros. Motivos había para ello o, al menos, eso pensaba cuando los textos salían a la luz. No será este artículo una nueva fuente de lluvia ácida y corrosiva, sino todo lo contrario. Va dirigido a elogiar la figura de Enrique Ruiz Escudero, el consejero de Sanidad de una comunidad que fue blanco de los ataques políticos del Gobierno, la de Madrid, aprovechando la pandemia, lo que le situó en una débil posición ante una opinión pública especialmente enfervorizada en los primeros compases de la devastadora covid.

A la vuelta de unas semanas, Ruiz Escudero dejará el puesto para recalar en el Senado. Será para él una suerte de paz después de una guerra en la que batalló junto a su equipo por lograr salvar el mayor número de vidas y reducir al máximo los efectos perversos del virus. A fe que lo hizo. Ruiz Escudero ha sido un gran consejero. En las reuniones internas que mantenía en 2020 con directivos de su Consejería y gerentes de hospitales y primaria, les pedía abstraerse de los titulares de la prensa y centrarse en hacer lo máximo por los enfermos que se agolpaban en las urgencias. Fueron tiempos duros a los que supo dar respuesta con moderación, templanza e inteligencia. Durante su mandato, han sido varios los paracaidistas que intentaron pescar en las aguas revueltas de su departamento. Les aguantó a todos. Sirva esta columna como homenaje a un hombre bueno, serio y honrado.