Sociedad

El Velolaser, así funciona el radar indetectable de la Guardia Civil

El velolan nuevo dispositivo destinado a reducir la velocidad en las carreteas, que puede no solo conllevar sanciones económicas, sino también la pérdida de puntos

Las sanciones por exceso de velocidad son la principal fuente de ingresos para la Dirección General de Tráfico. En el año 2017, la DGT recaudó más de 240 millones de euros por infracciones captadas por radares de velocidad fijos.

La velocidad supone además una de las principales causas de accidente mortal en nuestro país. Reduce el tiempo de reacción al volante, el control del vehículo y la rectificación de la trayectoria, aumenta el estrés, aumenta la fatiga y provoca el conocido efecto túnel, por el que a mayor velocidad, menor campo de visión. Por ello, resulta importante mantenerse atento cuando conducimos. Superar los límites de velocidad permitidos no solo supone una importante multa económica, también se penaliza con trabajos en beneficio de la comunidad e, incluso, la pérdida de puntos, la retirada del carnet o penas de cárcel.

No es de extrañar que la Guardia Civil cuente con numerosos aparatos para detectar a los infractores y tratar de prevenir accidentes. Pues bien, los amantes de la velocidad tienen un nuevo obstáculo, el Velolaser. Se trata de un miniradar que puede ser operado desde cualquier ubicación al contar con tecnología 4G y además es indetectable. Su pequeño tamaño hace mucho más complicado detectarlos en carretera, al mismo tiempo que su peso ligero permite ubicarlos en casi cualquier emplazamiento. Sancionaran, por tanto, cualquier exceso de velocidad.

Funcionamiento

Al igual que cualquier otro radar, pero de manera más compacta. Utilizan tecnología láser que permite controlar la circulación en ambos sentidos, registrando velocidad y distancia recorrida en torno a los 15-50 metros. Además, tiene un rango de actuación de entre 30 y 250 km/h, y pueden ser colocados sobre puentes, no necesitar estar a la misma altura que el vehículo. Todo ello controlado por una patrulla que puede colocarse a gran distancia para no alertar al conductor.

Independientemente que sea de día o de noche, no podrás escapar del Velolaser, ya que funcionan incluso en total oscuridad. Pueden estar adosados en los laterales de los vehículos patrulla, incluyendo motos, adosados a señales de tráfico o sobre un pequeño trípode.

Una vez registrada la infracción, esta información pasara directamente a una tablet controlada por los agentes. Y ojo, porque los radares convencionales obligan en cierta a los agentes a notificar la infracción e identificar al conductor inmediatamente después de haberla cometido. Así, lo más habitual es que le hagan el alto cuando sea posible. Sin embargo, con los Velolaser no hay obligatoriedad de parar al conductor que comete la infracción, por lo tanto, la multa podrá llegar al domicilio mediante carta, acompañada de imagen e información.

Problemas y ventajas que ofrece

Actualmente, los radares cuentan con un margen de error del 7%, es decir, el umbral de tolerancia es de 7 km/h más o menos, sin que puedan multarte. Ahora, los Velolaser reducen este margen de error al 5% despues de la sentencia del Tribunal Supremo.

Por el contrario, estos aparatos funcionan con tecnología 4G, es decir, si hay zonas con poca cobertura los Velolaser pueden mostrar problemas a la hora de transmitir la información a la tablet. Sin embargo, ni aun así podríamos escaparnos. Si por falta de cobertura la información no es enviada, ésta se almacenará en una tarjeta SD que los agentes podrán descargarse con posterioridad y realizar las denuncias necesarias.

Ha habido polémica en torno a la inclusión de estos aparatos. Muchos motoristas denuncian que sujetar estos radares a los guardarrailes no es nada seguro, ya que en caso de impacto pueden desprenderse con facilidad.