Coronavirus

En busca de una mascarilla: misión imposible

El anuncio del Gobierno dispara las consultas y las listas de espera en las farmacias, que llevan al menos un mes sin ellas

«No puedo decirte el número de personas que nos han podido preguntar por las mascarillas. Tenemos una lista de unas 200. Se ilusionan cuando les apuntamos, pero no sé con sinceridad si llegarán ni cuándo», explica una farmacéutica del sureste de Madrid. No es su establecimiento, así que nos pide que no demos su nombre. Llevamos varios días hablando con ella y bien podría escribirse el diario de una pandemia con todas sus anécdotas. «El otro día nos llegaron algunas contadas, tres, y somos cinco aquí. Los clientes no entienden que no se las podamos vender. Pero lo cierto es que las estamos reciclando, usando dos días, cuando solo deberíamos tenerlas seis horas según el tipo de mascarilla». «Soy clienta de toda la vida y no me dais una mascarilla», le reprochó hace unas semanas una señora.

Desde entonces el número de quienes entran a este establecimiento para pedir este producto no solo no cesa, sino que no para de aumentar, también las llamadas. «Nos preguntan que, si van a hacerlas obligatorias, qué cómo se desinfectan». Una realidad que se ha visto aumentada tras el anuncio «entre líneas» de Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad , y, ayer, del presidente Pedro Sánchez.

«Es una locura, entra más gente y llaman más pidiendo saber si era verdad lo de que teníamos que llevar ya hoy mascarilla para poder salir a comprar. Y que cuándo iban a llegar», asegura Luis J. González Díez, que, además de tener una farmacia, es presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM). «Todo lo que hacen y dicen tiene tal repercusión que se nos bloquean las farmacias. Por favor, que no levanten falsas expectativas y que confirmen cuándo será obligatorio llevarlas».

Cómo usar una mascarilla
Cómo usar una mascarillaJosé Luis Montoro

González asegura que ellos están consiguiendo mascarillas, geles y guantes a cuentagotas y solo para nuestro personal: tres por farmacia. «No sé si la próxima semana llegará otro envío. Pero lo que no hay derecho es que se deje caer lo de las mascarillas cuando llevamos sin ellas desde hace al menos un mes». Cuando le preguntamos Sánchez aún no había hablado a los ciudadanos, pero una cosa tiene clara: ya está bien con las especulaciones de productos sanitarios.

«Según el proveedor, las mascarillas han aumentado entre un 700 y un 800% de precio. Hay algunas entidades que nos siguen aguantando más o menos el precio, pero otro no. El otro día un fabricante me espetó: ‘‘No voy a seguir perdiendo el tiempo con usted. O lo compra al que está o lo dejamos’’. Ah, y el dinero por delante, por lo que puede que lleguen o que no». Y añade: «Las que conseguimos, por muy pocas que son, fue por iniciativa nuestra, no del Ministerio de Sanidad», insiste González, que espera que el pedido de 500 o 1.000 que hizo a principios de semana le lleguen el lunes o el martes.

González recuerda que «cuando se empezó a rumorear que venía el Covid-19, los chinos compraron todas las existencias. Nos pedían todas las cajas que tuviéramos y que si les podíamos conseguir más. Se las llevaban para ellos y para mandar a China. Es curioso, mascarillas de China que enviaban otra vez de vuelta, y esto fue ya a finales de febrero».

Y los guantes, por las nubes

Pero también ha subido el precio de los guantes. «Si una caja de 100 unidades antes costaba cuatro euros, ahora son 10». A primera vista, puede parecer poco, pero eso es un 300% de incremento porcentual. La escasez de geles también la perciben, así como el aumento de precio.

De lo que no hay problema de abastecimiento es con el paracetamol. «Sin problemas». A este contexto se suma otro agravante. Cofares denuncia que se ha detectado la falsificación de mascarillas quirúrgicas de la marca Aposán. Están intentando usar esta firma para poder entrar en el mercado. «Estas mascarillas se ofrecen en bolsas en lugar de en cajas, por lo que no podemos asegurar su eficacia protectora».

Y es que dada la situación de emergencia sanitaria actual, y máxime tras los anuncios del Gobierno pese a no haber producto disponible en el mercado, estos fraudes serán más habituales. «Y el problema es que uno puede creer que está protegido, o, mejor dicho, que no va a contagiar a su ser querido, cuando no lo está».