Variantes

Europa pide secuenciar más, y más rápido

A finales de febrero, solo nueve países lo hacían a un nivel suficiente para detectar y monitorizar la emergencia de las variantes que preocupan, advierten desde Bruselas.

Europa advierte sobre la necesidad reforzar las medidas de contención, y cumplirlas más escrupulosamente, ante la expansión de la nuevas variantes.
Europa advierte sobre la necesidad reforzar las medidas de contención, y cumplirlas más escrupulosamente, ante la expansión de la nuevas variantes.Jorge GilEuropa Press

La secuenciación es una carrera de fondo, un cuerpo a cuerpo con el virus, en que, el que flaquea, pierde. No en vano, la identificación genómica del virus es crítica para poder poder controlar el avance de la pandemia y determinar la presencia de las VOC (Variantes de precupación, por sus siglas en inglés), que se propagan a una velocidad alarmante, en cada país.

Hace algo más de mes, la Comisión Europea pidió a los países miembros que llegaran al objetivo de secuenciar al menos el 5% de los casos positivos—y, preferiblemente, el 10%. Sin embargo, los esfuerzos que se están realizando para poder llegar a esa meta, no están siendo suficientes. Por ello, el Centro Europeo para el Control de Enfermedades (ECDC) ha advertido hoy que, aunque la capacidad de identificación genómica ha mejorado mucho en el entorno europeo, no es representativa para poder comprender “la presencia real de las variantes británica, sudafricana y brasileña”. Estas variantes se transmiten con mayor virulencia que la cepa original: entre un 36 y un 75 % más en el caso de la británica, en torno a un 50% en el de la sudafricana y un porcentaje no determinado para la brasileña, que se encontró más o menos al mismo tiempo por primera vez en Japón.

“El último fin de semana de febrero, solo nueve países estaban secuenciando a un nivel suficiente para detectar y monitorizar la emergencia de estas variantes. Hay un número elevado de países que no pueden, por el momento, hacerlo a un ritmo que les permita identificar rápidamente y monitorizar, y por tanto controlar, las variantes que preocupan”, explica el jefe de vigilancia del organismo, Bruno Ciancio. A este aviso se suma el de la necesidad de mantener e, incluso, reforzar las medidas de prevención y cumplir a rajatabla las que ya están activas, la única vía posible para tratar de frenar su expansión. “Debido a la mayor virulencia de las cepas, una misma medida deberá cumplirse a un nivel más elevado para llegar al mismo resultado que antes en cuanto a la contención del virus”, añade.

El ECDC ha registrado hasta ahora unos 24.000 casos de la variante británica del coronavirus en Europa, 900 de la sudafricana y 200 de la brasileña. En Españase vigilan al menos diez variantes: la británica (B.1.1.7), la sudafricana (B.1.351), la brasileña de la región de Manaos (P.1), la brasileña de la región de Río de Janeiro (P.2), la nigeriana (B.1.525), la californiana (B.1.429), la variante VOC 202102/02, la de Nueva York (B.1.526), la de Portugal (C.16) y la de Kent ( A.23.1), pero el ritmo no llega al 2%, pese a que ese fue el objetivo que se fijó el Ministerio de Sanidad hace un mes.

Invertir en personal y formación

Para apoyar a los Estados miembros, el ECDC y la Comisión Europea están ofreciendo servicios de secuenciación genómica de muestras positivas en coronavirus a países europeos que no tienen la capacidad de analizarlas por sí mismos. Así, desde febrero, han recibido más de 3.000 muestras de toda la Unión y planean incrementar progresivamente la capacidad hasta llegar a las 15.000 muestras semanales. Pese a este apoyo, parece que a largo plazo será más sostenible que los países inviertan en personal y formación para comenzar a secuenciar sus propias muestras y transmitir los datos al ente europeo.