Inmunidad
Reino Unido, sin pandemia con el uso masivo de AstraZeneca
Los científicos consideran que «técnicamente» se ha logrado con récord de vacunación y datos como que el 66% de los adultos ha recibido una dosis, por un 35% de España
El Reino Unido ha pasado de ser el alumno rezagado al más avanzado de la clase. Al inicio de la pandemia, la gestión por parte del Gobierno de Boris Johnson no pudo ser más criticada. Mientras el resto de países vecinos ya había impuesto el confinamiento, el líder tory se limitaba a decir a los ciudadanos que se lavaran bien las manos mientras cantaban tres veces cumpleaños feliz, un gran error que contribuyó a que el Reino Unido se convirtiera en el primer país de Europa en superar el trágico umbral de los 100.000 fallecidos. En las últimas 24 horas se han registrado, 11 fallecimientos, lo que incrementa el número total a más de 127.000.
Sin embargo, la exitosa campaña de vacunación ha dado ahora la vuelta a las tornas. El Reino Unido es unos de los países con más índice de población vacunada. El 66% de los adultos ha recibido ya la primera dosis (frente al 35% de España) y alrededor del 35% ya cuenta con los dos pinchazos. La gran mayoría de los ciudadanos está recibiendo la vacuna de AstraZeneca, una de las tres que se administran en el país junto con la de Pfizer y Moderna. No obstante, tras los casos aislados de trombos, la Agencia reguladora de medicinas y productos sanitarios del Reino Unido (MHRA) determinó el pasado mes de abril no suministrar la vacuna británica a los menores de 30 años.
Las infecciones sintomáticas se han reducido hasta en un 90% y la Covid-19 ha dejado de ser la primer causa de muerte. Por lo tanto, técnicamente se puede decir que en el Reino Unido ya no hay pandemia porque el coronavirus se encuentra en niveles «endémicos controlables», tal y como reveló recientemente el estudio llevado a cabo por la Oficina Nacional de Estadísticas y la Universidad de Oxford, el primero a gran escala sobre el impacto de la vacuna en el país.
No obstante, el Gobierno mantiene cautela y ha seguido obligando a restricciones sociales. En definitiva, el primer ministro británico va con pies de plomo y no quiere que el Reino Unido se convierta en el próximo Chile donde, pese a liderar la vacunación en América Latina, se tuvo que volver a confinar a casi el 70% de la población por el nuevo incremento de casos.
No será hasta el próximo lunes cuando comience la nueva fase de desescalada, con la apertura del interior de restaurantes y pubs (cerrados desde enero). Será entonces cuando se permitan las reuniones en casas de seis personas y también los viajes internacionales por ocio. No obstante, se ha impuesto un sistema semáforo y tan sólo 12 destinos, entre los que no se encuentra España –ayer la ministra de Turismo, Reyes Maroto, pidió a Reino Unido que «tenga en cuenta» la «territorialización» de España y el estado sanitario de cada región– han sido incluidos en la lista verde, lo que exime a los pasajeros de tener que hacer cuarentena a su regreso a suelo británico.
En teoría, la última fase de desescalada tendría que entrar en vigor el 21 de junio con la cancelación ya de todas las restricciones sociales. Pero es posible que los planes se retrasen ante la preocupación que muestra ahora el Ejecutivo por la nueva variante india que se propaga a una gran velocidad, aunque las vacunas, de momento, están haciendo efecto.
Variante en desarrollo
Las autoridades han confirmado 860 casos conocidos de la variante B.1.617.2, frente a los 520 de la semana pasada. Las zonas más afectadas son las de Bolton, Blackburn, Bedford y el sur de Northamptonshire, donde la variante india es ahora la más común. En este sentido, tras la reunión mantenida ayer por el Grupo Asesor Científico para Emergencias (Sage), se ha decidido empezar a vacunar en estas áreas a los mayores de 18 años a partir de la próxima semana.
En general, tras meses de tasas decrecientes, los casos están de nuevo aumentado en todo el país, con 2.657 infecciones registradas en las últimas horas, un 13 por ciento más que la semana pasada.
Johnson advierte que la pandemia no ha terminado y que la amenaza de nuevas variantes podrían causar más sufrimiento que en enero, cuando se vivió uno de los peores picos de la segunda ola.
De momento, el premier sigue con su hoja de ruta para el desconfinamiento, aunque no descarta imponer de cara al verano cierres locales por distritos. «Haremos lo que esté en nuestras manos y no descartamos ninguna medida si así nos lo recomiendan los expertos», matiza, aunque parece que su carrera por la desescalada continúa firme.
✕
Accede a tu cuenta para comentar