Catástrofe turística
Pérdidas de 400 millones semanales por estar en ámbar en el semáforo británico
El sector lamenta la inacción de Reyes Maroto, incapaz de lograr corredores turísticos seguros con Reino Unido, nuestro principal mercado emisor
La decisión de que Reino Unido mantenga a España en el color ámbar de su semáforo de destinos seguros durante tres semanas más supone una losa demasiado pesada en el arranque de una temporada turística que, por más que se empeñe en repetir laministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, no arranca. Y la cuestión no es baladí, ya que «no estar en el color verde del semáforo británico en pleno mes de junio significa cosechar unas pérdidas de 400 millones de euros semanales», estima Carlos Abella, secretario general de la Mesa del Turismo, quien advierte de que «las consecuencias de esta decisión resultan dramáticas para el empleo».
Las cifras son reveladoras: en 2019 España recibió 18 millones de visitantes británicos que dejaron 18.000 millones de euros. Y esa balanza resulta aún más trascendental en lugares como la Costa del Sol o Levante, con Benidorm como principal damnificado. «El 80% de los turistas internacionales que llegan a la ciudad son ingleses y este año todavía están desaparecidos», reconoce a LA RAZÓN Antonio Pérez, alcalde de Benidorm, quien lamenta que «la mitad de nuestra planta hotelera todavía está cerrada a la espera de que lleguen los británicos y otras tres semanas más sin ellos resultará muy dañino para la economía local, a pesar de que nuestra incidencia actual de contagios es de apenas 14 casos por cada 100.000 habitantes».
Hay mucho en juego, por eso la crítica del sector es unánime ante la inacción de la ministra Maroto. «Se nos llena la boca hablando del turismo como principal motor económico, pero la realidad es que el Ministerio ha estado totalmente ausente. Ni está ni se le espera cuando más falta hace pelear por los intereses de esta industria, pues se tendría que haber luchado porque ese semáforo inglés se segmentara por regiones y no de manera nacional», asegura Javier Morillas, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad CEU San Pablo de Madrid.
Las consecuencias no se han hecho esperar, pues Baleares ha registrado la cancelación del 61% de las reservas británicas que ya había confirmadas para estos próximos días, cifra que ronda el 40% si miramos a Canarias, tal y como confirman los datos de Travelgatex. Y aunque Maroto reconoció ayer que la llegada de otros mercados extracomunitarios a partir del lunes podrá salvar la temporada, lo cierto es que no será tan sencillo, «pues el daño a la marca de España como destino seguro ya está hecho. La imagen de ‘destino patera’ que se está transmitiendo en estas últimas semanas puede salirnos muy cara», advierte Morillas.
Y esta indignación se suma a la cosechada el pasado jueves, después de haber confirmado que España no ha presentado ningún plan turístico ante Bruselas para obtener ayudas concretas destinadas al sector. «Es una absoluta vergüenza que España no haya sacado la cara por el turismo en Bruselas y que no haya defendido los intereses de su principal actividad económica en su momento más vulnerable», argumentó en un duro comunicado Juan Molas, presidente de la Mesa del Turismo, quien lamenta que, ante esta cuestión sangrante, el Ministerio que dirige Reyes Maroto mira para otro lado e insiste en que la mejor ayuda para el sector turístico es restaurar la movilidad de los ciudadanos lo antes posible.
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