Vaticano
Francisco ficha a cardenales más jóvenes y universales
El Papa crea 21 purpurados que entierra la italianización de un futurible cónclave
Francisco diseña una Iglesia cada vez más universal y participativa a golpe de pantone púrpura. Así ha quedado de manifiesto hoy tras anunciar la creación de 21 nuevos cardenales, 16 de ellos menores de 80 años y, por lo tanto, habilitados para votar y ser votados en caso de que se celebre un cónclave. Como viene siendo habitual, el Papa argentino lo ha anunciado por sorpresa, sin comunicárselo a la mayoría de los agraciados y sin que lo supiera la Curia. Al concluir el habitual rezo del Regina Coeli a las doce del mediodía, Jorge Mario Bergoglio pronunció el nombre de los elegidos a quienes incorporará oficialmente al «club» de los «príncipes» de la Iglesia en una ceremonia el próximo 27 de agosto en la basílica de San Pedro.
Con esta nueva remesa, el Papa ha querido reconocer la entrega de obispos que llevan a cabo su misión en realidades muy dispares, priorizando seis de Asia, frente a cuatro de América, cuatro de Europa y dos africanos. De ellos tan solo hay dos italianos, y con dos perfiles singulares. Por un lado, el más joven de los nuevos cardenales, Giorgio Marengo. Tiene 47 años y es misionero de la Consolata en Mongolia, como prefecto para solo 1.400 católicos en un país de 3,5 millones de habitantes. Por otro, el obispo de Como, Oscar Cantoni, un pastor que cumple con el perfil bergogliano de huir de las grandes capitales históricas con sede cardenalicia, para malestar de los clásicos clérigos transalpinos.
Entre todos ellos, en la lista papal se ha colado un español por méritos propios. Se trata del salmantino Fernando Vérgez, de 77 años. Actualmente es el «alcalde» del Vaticano, o lo que es lo mismo, presidente de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano. En él confluyen un estratégico cargo de fontanería de la Santa Sede, con un vínculo personal de largo recorrido con el pontífice. Vérgez fue el secretario personal del cardenal argentino Eduardo Pironio, creador de las Jornadas Mundiales de la Juventud y mentor teológico y espiritual de Francisco. Su designación también es relevante en tanto que es el primer cardenal legionario de Cristo, un gesto papal que supondría pasar página a la crisis de raíz provocada por su fundador, Marcial Maciel y su doble vida de abusos sexuales.
Junto a Vérgez, Francisco también ha premiado a otros colaboradores de la Curia, unos fichajes que hablan de renovación geográfica y conciliar, figuras que representaría los «ministros» vaticanos para el Clero y para el Culto Divino, el surcoreano Lazzaro You Heung-sik y el británico Arthur Roche.
Muestra de que quiere traer al epicentro romano a la Iglesia de las periferias es el hecho de que vaya a crear cardenales a dos obispos indios, principal semillero de vocaciones hoy por hoy, por encima de África y de América.
Con un mapamundi católico que desde ayer da vía libre a la Sixtina a enclaves de periferia como Timor Oriental, Singapur, y Paraguay, en caso de celebrarse un cónclave, participarían 133 cardenales electores y quedarían fuera 96 no elector es por su ancianidad. La fumata blanca, sin embargo, no se torna en inmediata, tal y como confirman a LA RAZÓN fuentes romanas, que explican cómo la artrosis en la rodilla derecha del Papa solo le frenaría en su movilidad, pero no en la velocidad de crucero de su pontificado. Al parecer, Francisco habría dejado caer a puerta cerrada a los obispos italianos en estos días, para disipar cualquier duda, que «no se gobierna con la silla de ruedas, sino con la cabeza y el corazón».
Lo que sí parece dispuesto es a rendir cuentas ante los purpurados. De hecho, el 27 de agosto tendrá que viajar hasta Roma todos los cardenales del planeta, no solo los recién llegados. Francisco también anunció ayer que quieren reunirles el 29 y 30 de agosto para reflexionar sobre la nueva constitución apostólica «Praedicate Evangelium», que no es otra cosa que presentarles la reforma estructural, legislativa y económica que los propios «príncipes» encargaron como una urgencia en la congregaciones generales que precedieron al cónclave donde salió elegido Bergoglio.
En cualquier caso, ya con el consistorio de noviembre de 2020 Francisco rebasó la mitad más uno de cardenales nombrados por él, lo que vendría a consolidar un estilo de pastor para el próximo sucesor de Pedro, un ser y hacer que queda ahora más fortalecido, habida cuenta de que una vez que se cierran las puertas, no solo mandan las sumas aritméticas de las papeletas, sino la dirección impredecible con la que sople el viento del Espíritu.
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