Pandemia
Haber contraído la Covid-19 puede conducir a fallos cognitivos en el trabajo
Las personas que han pasado la enfermedad suelen experimentar problemas de memoria, atención y concentración, según afirma un estudio
Haber tenido Covid-19 puede tener un impacto negativo en el desempeño laboral, incluso después de recuperarse de la enfermedad inicial. Así lo sugiere un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Waterloo, que encontró que las personas que contraen coronavirus suelen experimentar problemas de memoria, atención y concentración y, como resultado, tienen un número “significativamente mayor” de fallos cognitivos en el trabajo. El estudio publicado en la revista científica ‘Scientific Reports’, también lo asoció con una disminución de las autoevaluaciones del desempeño laboral y una mayor intención de dejar el trabajo.
Los científicos recabaron datos de una muestra de 94 adultos que trabajaban a tiempo completo y que habían contraído o no la Covid-19 al menos un mes antes del estudio. De ellos, 45 se habían recuperado recientemente de Covid-19 y los otros 49 restantes nunca se habían contagiado de la enfermedad. James Beck, profesor del Departamento de Psicología de la Universidad de Waterloo y coautor del estudio, había observado fatiga mental entre los enfermos de Covid que se reincorporaban al trabajo. “Es común que las personas se contagien de Covid-19, se recuperen y regresen al trabajo. Sin embargo, en nuestro trabajo encontramos que, las personas que habían contraído la enfermedad informaron de más dificultades en el trabajo, en relación con las personas que nunca se habían contagiado”, explica el profesor.
El Covid Persistente o ‘Long Covid’ es una enfermedad que consiste en la persistencia de síntomas de la Covid-19 a partir de la tercera o la cuarta semana tras la infección inicial, o por la aparición de síntomas después de un tiempo sin ellos. Puede afectar a cualquier parte del organismo, e incluye más de 200 síntomas. El más común es la astenia, un cansancio intenso que no permite realizar las actividades diarias. Sin embargo, muchos pacientes con Covid Persistente tienen que lidiar con síntomas neurológicos como dificultad de concentración, la llamada “niebla mental”, déficit de atención, cefalea, taquicardias, bradicardias y arritmias, dolores articulares y musculares y dificultades en la respiración.En España, más de un millón de personas sufre Covid Prolongado y la inmensa mayoría arrastra este padecimiento desde hace dos años, según datos de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMEG). El 10% de los infectados por Covid (12.436.538 casos notificados, según los últimos datos del Ministerio de Sanidad) desarrolla la enfermedad.
El profesor Beck explica que la investigación se realizó con el objetivo de estudiar el impacto que tiene la “niebla mental” causada por la Covid-19 en el desempeño laboral de las personas. “Estaba viendo muchas noticias de la Covid persistente y, en particular, los aspectos cognitivos de Covid persistente… Y pensé, bueno, eso tiene que ser malo para usted o su capacidad para hacer su trabajo. Eso tiene que hacerte daño en el trabajo”. Y así fue. Según su estudio, en comparación con el grupo que nunca había tenido Covid-19, el grupo que sí que había contraído la enfermedad informó de más fallos cognitivos en el trabajo, que se definen como problemas con la memoria, la atención y la acción.Según afirma el profesor, los resultado de la investigación ”pueden tener implicaciones importantes para los gerentes y las organizaciones en general”. Además, añade que “las personas que regresan al trabajo después de contraer Covid-19 pueden experimentar dificultades para volver a su nivel de rendimiento anterior y es posible que se necesiten adaptaciones. Estas adaptaciones pueden incluir la reducción de la carga de trabajo, la extensión de los plazos o la provisión de arreglos de trabajo flexibles”.
En ese sentido, la SEMG ha presentado este viernes la Red Española de Investigación en Covid Persistente (REiCOP), de la cual forman parte un total de 57 entidades científicas y profesionales. Rodríguez Ledo, coordinadora del Grupo de Covid persistente, señala que en este tema “hablamos de salud pero también de economía”. Y es que las personas con Covid Persistente son población activa que trabaja y con la enfermedad “deja de trabajar y de ser eficiente”. El Gobierno no reconoce las bajas laborales por Covid Persistente bajo el amparo de que falta legislación pero “la legislación se hace cuando se necesita, hay que ser valientes”, precisa esta responsable. No obstante, reconoce que “la valentía supondría admitir que hay una situación que económicamente va a generar un gasto asistencial también a nivel social. Los que no están trabajando producen una pérdida económica importante y los que trabaja por debajo de sus capacidades, también”. Y lamenta que hoy a los que no pueden trabajar por covid persistente les den una baja laboral “por problemas de salud colaterales, como el cansancio extremo. “Es como si a alguien con neumonía le dan la baja por fiebre, con el agravante -recuerda- de que muchas de estas personas se han contagiado en el lugar de trabajo”.
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