Sanidad

El perfil del agresor de los sanitarios: paciente, hombre y reincidente en uno de cada cinco casos

Un 77% de las víctimas fueron mujeres, según el último informe del Ministerio de Sanidad

Cartel de 'No agresiones a sanitarios' del Colegio de Médicos de Málaga
Cartel de 'No agresiones a sanitarios' del Colegio de Médicos de MálagaCOLEGIO DE MÉDICOSCOLEGIO DE MÉDICOS

El año pasado las agresiones a profesionales del Sistema Nacional de Salud subieron hasta las 10.170 y se perpetraron sobre todo a médicas de Atención Primaria; en siete de cada diez ocasiones fueron cometidas por los propios pacientes, que en su mayoría, un 59 por ciento, fueron hombres.

El 19% de los agresores, además, eran reincidentes, según se extrae del “Informe de agresiones a profesionales del Sistema Nacional de Salud 2021″, publicado por el Ministerio de Sanidad con datos proporcionados por las distintas comunidades entre marzo y abril de este año.

De acuerdo con el informe, en 2021 se contabilizaron 15,71 notificaciones de agresiones por cada 1.000 profesionales, lo que supone 2,24 puntos más con respecto al 2020, cuando se registraron un total de 8.532 (13,47 notificaciones de agresiones por cada 1.000 profesionales).

La tasa de notificación de agresiones fue 3,85 veces superior en Atención Primaria y extrahospitalaria que en atención hospitalaria (32,27 frente a 8,37).

Por categorías, las cifras más altas se dieron en el personal facultativo y el administrativo (23,34 y 19,47, respectivamente), por encima del de enfermería (14,34); celadores (que son los que mayor incremento experimentaron, hasta 12,78); Técnicos en Cuidados Auxiliares de Enfermería (TCAE, 12,52) y otros (6,52).

Como en años anteriores, la inmensa mayoría de las víctimas, un 77%, fueron mujeres; por el contrario, un 59% de los agresores fueron hombres.

El 74% del total de agresores eran usuarios o pacientes y un 26 % familiares o acompañantes, que fueron denunciados principalmente por insultos y amenazas. No obstante, el documento resalta que “es un dato que no se debe dejar de considerar”, pues los actos violentos sumaron un total de 1.483.

Los motivos que llevaron a estas personas a agredir al personal sanitario fueron sobre todo derivados de la atención percibida (35,88%), seguida de las causas relacionadas con sus demandas (23,74%) y causas ajenas a la organización o a la asistencia prestada (20,34%), porcentaje muy parecido al del propio acto sanitario o administrativo realizado (20,04 %).

Y fueron las consultas el escenario del 40% de las agresiones, por delante de los puntos de admisión e información (21,3%), la hospitalización (16,54%) y los servicios de urgencias (10,2%).

Un 3% tuvieron lugar en el domicilio del paciente o en la vía pública, un “dato a destacar” porque, aunque no es muy elevado, “no deja de ser una fuente de conflicto importante y a tener en cuenta, a la hora de establecer medidas preventivas o correctivas en los ámbitos de las visitas domiciliarias o los trayectos ¿in itinere¿ del propio profesional”, señala Sanidad.

De hecho, el valor absoluto de las notificaciones de agresiones que ocurren en el domicilio o en la vía pública alcanzó la “considerable” cifra de 310 en 2021.

Con todo, plantea que esta subida podría estar relacionada con la pandemia y la recuperación paulatina de la actividad asistencial, aunque también apunta, por el otro lado, a la posibilidad de que solo una parte del personal que trabaja en los sistemas sanitarios autonómicos notifiquen las agresiones y “todavía existan numerosos incidentes violentos que no hayan salido a la luz”.

También ha de tenerse en cuenta que el año pasado continuaron las situaciones y las restricciones en diferentes ámbitos debido a la covid, “existiendo por tanto la posibilidad de que a pesar de que se hayan producido agresiones reales, los propios profesionales no las hayan notificado” por la sobrecarga de trabajo, la paralización de procesos judiciales o el aumento del teletrabajo, entre otros.

Por ello, subraya la necesidad de “continuar con la recopilación de datos y la realización de estudios” para obtener datos más consolidados y establecer una tendencia, ya que las modificaciones de la asistencia sanitaria derivada de la covid “pueden ser una de las posibles causas” en el descenso en las notificaciones en 2020 y su posterior aumento en 2021, informa Efe.