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La Palma

Una erupción histórica que tuvo al mundo en vilo 85 días

Las coladas cubrieron de lava 1.180 hectáreas y generaron dos nuevos deltas

Fueron 85 días y ocho horas de erupción, del 19 de septiembre al 13 de diciembre de 2021, la más larga de cuantas ha sufrido La Palma desde el siglo XV y la tercera en la historia de Canarias. Hoy, un año después, todo el mundo recuerda las espectaculares imágenes de la lava saliendo a borbotones desde la cima del Cumbre Vieja. Fueron expulsados 217 millones de metros cúbicos de materiales, según recoge EFE en función de la última cartografía en 3D realizada por el Instituto Nacional de Vulcanología de Italia y su homólogo canario, Involcán, sin contar el material depositado bajo el mar en los dos deltas que formó la lava en la costa de Tazacorte. Si esos 217 millones de metros cúbicos fueran de agua, bastarían para llenar todos los embalses de provincias como Álava, Castellón, La Rioja o Teruel.

Los datos siguen impresionado y es que las coladas cubrieron de lava 1.180 hectáreas, lo que supone el 1,69 % de la superficie de la isla. A su llegada al mar, la lava formó dos deltas en la costa de Tazacorte que sumaron 48 hectáreas de superficie, es el terreno más joven de España. En el mayor, de 43,4 hectáreas, cabe el Estado Vaticano entero. Debajo está una de las playas más cotizadas para los amantes del surf en Canarias, Los Guirres, que ha pasado a la historia, pero el mar ya ha formado en ellos otros pequeños arenales aún vírgenes y la vida comienza a colonizar las rocas sumergidas.

Los daños materiales, de los que aún dan buena cuenta los vecinos que no han podido regresar a sus casas, fueron inmensos. Más de 7.000 personas fueron evacuadas de sus viviendas, ya que 2.329 personas residían en el perímetro cubierto por la lava o la ceniza. 1.676 edificaciones fueron destruidas o dañadas por las coladas, entre ellas 1.345 viviendas.

Ahora, 365 días después, las protestas se multiplican, sobre todo en las zonas a las que todavía no se ha podido acceder por la toxicidad que presentan algunos terrenos. Más de un centenar de vecinos de Puerto Naos, evacuado al igual que el núcleo de La Bombilla desde el inicio de la erupción se reunieron ayer para mostrar su indignación e incredulidad y urgir soluciones. Consideran que ni las administraciones ni la comunidad científica han dado respuestas ni alternativas ante su delicada situación y dudan de la letalidad de las concentraciones de CO2 y del origen de las emanaciones. «El 95% de los que estamos aquí no nos creemos nada de lo que nos están diciendo», criticaban los residentes.

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