Perros
¿Nuestro perro sufre si le cortamos los pelos del bigote?
Si bien es cierto que las vibrisas no cumplen ninguna función esencial para la supervivencia del animal... eso no significa que podamos cortarlas sin más
El pelo del bigote en los humanos tiene poca o ninguna utilidad (más allá de su función ornamental). Sin embargo, esto no es así con el de los perros. De hecho, estos folículos juegan un papel bastante importante en su vida. Y cortarlos no debería ser una opción. El animal no va a sufrir ningún dolor si lo hacemos, pero lo mejor que podemos hacer es dejarlos intactos; porque podemos provocar que el animal perciba el entorno de forma diferente y, en consecuencia, provocar que sufra cierta confusión.
Los folículos de los bigotes caninos (también en otros mamíferos) reciben el nombre de vibrisas. Se encuentran alrededor de la nariz, de la mandíbula y en la parte superior de los ojos. Son más gruesos, más duros y más largos que los del resto del pelaje… y en general, podemos decir que son diferentes a cualquier otro pelo de su cuerpo.
Sobre todo porque cuentan con terminaciones nerviosas que envían señales sensoriales al cerebro para informarle sobre cualquier cambio en el entorno… cualquier movimiento del aire, cualquier contacto con uno u otro objeto, etc. Las vibrisas también están equipadas -además- con sensores de temperatura ambiental, por lo que los perros pueden percibir muy bien las variaciones de frío y calor.
Todas estas informaciones ayudarán al animal a calcular las distancias y a establecer la forma o el tamaño de los objetos que le rodean… o la velocidad a la que se están moviendo. Algo que es especialmente útil cuando el animal debe moverse en la oscuridad.... únicamente por las vibraciones que recibe en sus bigotes.
Como el lector habrá podido deducir, ninguna de las funciones que cumplen las vibrisas son vitales para el perro. Podría sobrevivir perfectamente sin ellas... y sin que supusiese un trastorno notorio en su día a día. Ahora bien, sí que provocaría que el animal se sintiese francamente incómodo al no percibir esas sensaciones a las que se ha acostumbrado.
Y además, al igual que ocurre con la cola, los bigotes caninos también se ven alterados en función del estado de ánimo del animal: Cuando están relajados y a gusto, las vibrisas se destensan y bajan ligeramente... mostrándose más alineadas. Si el animal se siente intimidado, las vibrisas se acercarán al rostro del perro; si hay algo que llama su atención, los folículos se tensarán y se mantendrán erguidos... y si el perro se siente amenazado, los bigotes se dirigirán hacia afuera y adelante.
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