7 signos de alerta de que nuestro perro está pasando demasiado frío

Aunque parece que las bajas temperaturas todavía dan algo de tregua, queda muy poco para que nos toque sufrir todo el frío del invierno en todo su esplendor. Y esto que ya es complicado para nosotros, puede ser una auténtica tortura para nuestros perros. Y es que, el hecho de que estén cubiertos por una capa de pelo más o menos densa, hace que muchos se despreocupen del frío que pueden llegar a sufrir sus mascotas.

Evidentemente, los perros sí que están más preparados que nosotros para sufrir las bajas temperaturas... pero no son inmunes a los elementos. Incluso aquellas razas que están más preparadas para estas temperaturas, ninguna de ellas (ni siquiera los Huskies Siberianos) pueden soportar los seis grados bajo cero durante mucho tiempo sin sufrir hipotermia y congelación.

En general, en España es difícil encontrar zonas que tengan temperaturas por debajo de los 6 grados bajo cero, salvo algunos puntos del Pirineo y “el triángulo de hielo”, una franja geográfica comprendida entre Teruel, Calamocha y Molina de Aragón; donde se han registrado las temperaturas más bajas en zonas pobladas de España, según los datos oficiales de la Agencia Estatal de Meteorología.

Sin embargo, no tenemos que llegar a estos extremos para que nuestro perro lo pase realmente mal durante el paseo. Si queremos evitar que esto ocurra, lo primero que debemos hacer es aprender a identificar las señales de que el perro tiene frío. Desde Kivet, la red de veterinarios de la cadena de productos especializados “Kiwoko”, han elaborado una guía para aprender a detectar signos que muestran cuándo un perro está pasando frío y puede estar llegando al límite de su resistencia:

1. Escalofríos:

En este sentido, los perros reaccionan al frío igual que los humanos, es decir, con estos movimientos repetidos que funcionan como reacción natural para mantenerse caliente. Aunque es cierto que los temblores también pueden surgir como una reacción al estrés o al miedo; si las temperaturas son demasiado bajas, podemos deducir que es el momento de tomar medidas.

2. Orejas frías:

Ana Ramírez, directora técnica veterinaria de Kivet, sostiene que “oídos o cuerpo más fríos de lo normal es otro de los síntomas que pueden indicar que el perro está sufriendo frío”. Por eso, palpar las orejas puede ser una buena forma de saber su temperatura en un momento concreto. “Si las orejas están frías, particularmente en los bordes, nos están indicando que está sintiendo frío” y que -por lo tanto- necesita de una capa extra que le ayude a mantener el calor.

3. Se hace una bola

Es poco frecuente que esto ocurra durante el paseo... y hay muchos perros que lo hacen en casa, independientemente de la temperatura ambiente. Por eso no podemos considerarlo un signo de alerta definitivo. Sin embargo, si se presenta junto con otros comportamientos como temblores o lloriqueos, entonces sí que debemos tomar cartas en el asunto.

4. Lloriqueos

Si el animal se siente incómodo, puede tratar de hacértelo saber con lloriqueos y quejidos. Es posible incluso que recurra a los ladridos. Si nos acercamos y notamos que tiene una baja temperatura corporal, lo apropiado es taparle con una manta hasta que recupere su temperatura.

5. Estornudos y secreción nasal

Hay muchas razones por las que tu perro podría estornudar. Puede ser porque hay algo que irrite su nariz, como polvo, productos para el hogar, perfume o polen. También puede deberse a que algo se ha quedado atorado en la nariz... o puede que sea por frío. Al igual que otros signos contenidos en esta lista, debemos interpretarlo en su contexto adecuado.

6. Debilidad física:

La respiración lenta o la sensación de somnolencia ha sido otro indicador facilitado por Kivet. En el caso de percibir que la mascota relaja su respiración de modo inusual puede ser también un signo de que tiene frío. Esto suele ocurrir con mayor frecuencia después de comidas copiosas o de hacer mucho ejercicio.

7. Músculos muy rígidos

Ana Ramírez sostiene que “será clave fijarnos en el movimiento de sus articulaciones o masajearlos de forma regular para descubrir si mantiene su tonalidad muscular”. Si tiene el cuerpo agarrotado y se mueve de una forma un poco robótica, entonces debemos abrigarle hasta que pueda relajar su cuerpo.