Opinión

Machismo en el hogar

Planchar es una de las tareas domésticas que este fin de semana no dispararán el recibo de la luz
Planchar es una de las tareas domésticas que este fin de semana no dispararán el recibo de la luzlarazon

Desde que tengo recuerdos he preguntado ¿por qué yo tengo que recoger mi plato y él no? Era ya evidente que el niño era la joya de la familia, una familia con tres hembritas y el pequeño varón. Con ocho o nueve años ya planteaba cuestiones tipo: ¿Por qué no hay médicas? ¿Por qué no salen presentadoras en la tele? ¿Por qué las mujeres no mandan? Mi madre, la pobre, no sabía cómo explicármelo. Un día me contestó con claridad: porque a las mujeres no nos han dejado estudiar. Eso es lo que pasa. Ah, repuse, ¿y por qué?. Porque este mundo es injusto, hija, a mí me quitaron lo que más ansiaba del mundo, ir al colegio. Desde ese momento, y viendo el dolor e impotencia de mi madre, me hice una niña por la justicia, exigiendo igualdad entre mi hermanito y yo en toda labor domestica que se terciaba. Él me lo pagaba a solas dándome algún que otro porrazo. Pero yo no tiraba la toalla, nunca la tiré. Y así sigo, luchando por los excluidos, los vulnerables, los discriminados injustamente. Y dichosa en estos frentes. Hace unos días leí aquí está noticia: el 49,7% de las féminas que viven en pareja son las que se dedican a la limpieza, orden y cocina en la casa, frente al 4,3% de los hombres emparejados. Sentí como me hervía la sangre. ¿todavía así? Pues sí, y peor en los últimos tiempos, y peor con el cuidado de niños, ancianos y personas enfermas. Son ellas, ellas, ellas siempre, dicen los hechos y los datos. De pronto, mi rabia se transformó y sentí algo así como conmiseración. Con lo bonito que es crear un hogar, pensé. Elegir la fruta, el olor del salón, el sabor de la cocina, el color de la alcoba, la crianza de los críos y el cuidado de los viejos, ¡cuántos de ellos se lo pierden! También se pierden eso tan grande que es ser justo con los que amas.