Salud

Cuándo el bypass coronario puede ser la solución a tus problemas del corazón

Te explicamos en qué consiste esta intervención quirúrgica, cuándo debemos recurrir a ella, cómo se realiza y los cuidados tras la cirugía

La forma de sentarnos y levantarnos, de dormir o de vestir puede mejorar nuestra circulación sanguínea
La forma de sentarnos y levantarnos, de dormir o de vestir puede mejorar nuestra circulación sanguínealarazon

Los pacientes que tienen obstruida algunaarteria de su corazónpueden solventar el problema gracias a los bypass coronarios, ya que, tras esta intervención, recuperan una vida completamente normal en unos 2-3 meses, aproximadamente. Pero ¿cuándo es el momento de recurrir a esta solución? En concreto, se realiza cuando existe una obstrucción al flujo sanguíneo en las arterias del corazón porque, de no solucionarse esta falta de riego, puede desarrollarse una angina de pecho o un infarto de miocardio.

Según precisa el doctor el doctor Juan Martínez León, jefe de cirugía cardíaca de la Unidad de Cardiología del Hospital Quirónsalud Valencia, se lleva a cabo en pacientes que presentan una afectación severa de la circulación coronaria y en quienes no se puede realizar una revascularización mediante angioplastia (colocación de un ‘stent’ o muelle), así como en aquellos que van a ser intervenidos por otra patología cardiaca, como por ejemplo una afectación de las válvulas cardiacas y que tienen afectadas las coronarias.

Así, prosigue este especialista, se trata de una intervención quirúrgica para tratar una cardiopatía isquémica (arteria obstruida del corazón), siendo la más frecuente el infarto de miocardio: “La cardiopatía isquémica es la manifestación en el corazón de una patología sistémica, la arterioesclerosis, que es fundamentalmente el depósito de placas de colesterol en la pared de las arterias, que pueden llegar a dificultar el normal paso de la sangre e incluso obstruirlas por completo, cerrando el paso de sangre, como ocurre en un infarto. Esta está determinada por la edad, los hábitos tóxicos (tabaquismo) y enfermedades como la obesidad, la diabetes o el hipercolesterolismo, etc. El objetivo del bypass puede decirse que es proteger al miocardio (músculo del corazón) en riesgo”.

No obstante, el cirujano cardiaco recuerda que actualmente existen dos ‘estrategias de revascularización miocárdica’ para solucionar este tipo de patologías: una es la angioplastia coronaria o dilatación y colocación de un ‘stent’ en el paciente y, si esta no se puede realizar o no va a solucionar adecuadamente el problema, entonces es cuando se indica la cirugía de bypass coronario.

Preparación para la cirugía

En este caso, el Dr. Martínez León señala que esta requiere la preparación estándar de una cirugía cardiaca: “Se ha de hacer un estudio completo cardiológico, así como un ecocardiograma y un cateterismo cardiaco (coronariografía). En el caso de que existan manifestaciones de otras patologías arterioesclerosas, se pueden requerir estudios adicionales como un ecodoppler o un TAC de carótidas, así como de las extremidades inferiores, etc.”.

El especialista del Hospital Quirónsalud Valencia recuerda que se ha de realizar igualmente en estos casos una valoración preanestésica por parte de especialistas en anestesia y reanimación, quienes indicarán la necesidad de ajustar las diferentes medicaciones del paciente, con vistas a la intervención (antiagregantes plaquetarios, antidiabéticos) y en función de cuál sea el estado pulmonar de los pacientes.

Cómo se realiza

La cirugía consiste en aportar sangre arterial más allá de la obstrucción coronaria, saltando o ‘bypaseando’ dicho obstáculo y, para ello, explica este experto, se emplean diferentes conductos (injertos) que van desde las arterias mamarias internas (una arteria que corre paralela al esternón), la arteria radial o la vena safena de las extremidades inferiores.

A su vez, puntualiza, existen dos estrategias para la realización de los injertos:

1. Cirugía convencional con soporte de circulación extracorpórea, en la que se interviene con el corazón parado.

2. Cirugía sin bomba (sin el uso de la circulación extracorpórea), que se realiza con el corazón latiendo. Esta última técnica tiene la ventaja de que se evitan los efectos perniciosos de la circulación extracorpórea.

“La utilización de una u otra depende de la experiencia del equipo quirúrgico. En nuestro centro siempre apostamos por una cirugía sin bomba, si es posible realizarla, ya que tiene ventajas importantes para el paciente”, aclara el doctor Juan Martínez León.

Cuidados tras la intervención

En el postoperatorio inmediato, continúa, el paciente pasa a la unidad de cuidados críticos, donde permanece normalmente 36-48 horas. “Allí inicia los oportunos ejercicios apoyado por el equipo de rehabilitación respiratoria. Posteriormente, pasa a la sala de hospitalización y se completa un periodo de normalización que culmina con el alta hospitalaria, que se da al quinto día aproximadamente, completando un periodo postoperatorio de 6-7 días”, detalla el cardiólogo.

Cuando el paciente es dado de alta es autónomo para las actividades de la vida diaria: alimentación, aseo, vestirse, etc., recuerda el experto de Quirónsalud Valencia, al mismo tiempo que destaca que es muy importante que el paciente tome conciencia de que, en lo sucesivo, su pronóstico vital va a mejorar notablemente, pero ha de seguir unas estrictas medidas higiénico-dietéticas: hacer ejercicio físico moderado (el mejor es caminar diariamente), controlar su peso, seguir una dieta adecuada, abstenerse totalmente del consumo de tabaco, etc.

“Este seguimiento ha de ser tutorizado por su especialista en Cardiología, que además controlará la mediación que ha de tomar el paciente. Este último aspecto es muy importante y el paciente ha de tomar lo que se denomina la ‘triple terapia’ (Aspirina, betabloquentes y estatinas para bajar los niveles de colesterol). Los pacientes recuperan un nivel de vida completamente normal en unos 2-3 meses, aproximadamente”, asegura el doctor Martínez León.