Pareja

Arthur Brooks, experto en felicidad de Harvard: “En los matrimonios más felices no impera el amor pasional”

El catedrático de la prestigiosa universidad explicó las distintas fases de las relaciones: "El amor pasional solo está al principio"

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Las parejas españolas siguen apostando por el matrimonio. Durante 2023 se registraron 172.430 matrimonios, cifra que corrobora que los enlaces siguen manteniéndose por encima de los datos de antes de la pandemia, según los datos del Instituto Nacional de Estadística. No solo están los que lo han hecho ya, también los que se plantean hacerlo. Según estos datos, el 86% de la Generación Z planea casarse en el futuro.

Sin embargo, muchos de ellos no se sostienen a largo plazo. El pasado año 2024 se presentaron ante la Justicia española un total de 95.650 demandas de disolución matrimonial. Supone un aumento del 3,6%respecto a las registradas el año inmediatamente anterior, 2023, según los datos recogidos por el servicio de estadística del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). La gran duda es saber qué hay que hacer para que un matrimonio sea feliz. El catedrático de Harvard, Arthur Brooks, ha arrojado luz sobre este tema en un vídeo compartido en Instagram.

Estos son los matrimonios más felices

La idea de este catedrático, considerado como el mayor experto en felicidad de Harvard, es la siguiente: "El amor verdadero no es solo pasión, es construir una amistad para toda la vida". Su análisis distingue entre la efervescencia inicial y la solidez que se construye a lo largo del tiempo, resaltando que lo que realmente fortalece un vínculo no es el ímpetu del enamoramiento, sino la consolidación de una amistad profunda. Su principal afirmación es muy contundente: "Los matrimonios más felices son aquellos que se caracterizan por ese amor de compañía, no el pasional".

La química del enamoramiento

"El amor pasional solo está al principio", afirma Brooks. Su explicación se basa en que al inicio de cualquier vínculo romántico, la unión se encuentra impulsada por procesos neuroquímicos. En esta etapa, la dopamina, oxitocina y serotonina actúan generando una sensación de euforia y apego similar a la experimentada en situaciones de dependencia. Este fenómeno, que el experto denomina "amor pasional", se caracteriza por una intensa idealización del otro, en la que la atracción se vuelve casi mágica. Sin embargo, estos efectos químicos, esenciales para formar un nexo suficientemente fuerte, se desvanecen con el paso del tiempo.

Del enamoramiento a la amistad

Según Brooks, la evolución de la relación implica un cambio sustancial. La pasión, que inicialmente cautiva, se transforma en una conexión más estable y enriquecedora: "A lo que quieres llegar en cinco años es a ser mejores amigos, es algo mágico". Esta transformación resalta la importancia de cultivar una amistad sincera que se consolide con el tiempo, dejando atrás la efervescencia que caracteriza a las primeras etapas.

El profesor destaca que la confianza y la complicidad se erigen como los pilares fundamentales de la relación duradera. Se aleja de la idea de que la intensidad del enamoramiento inicial deba mantenerse intacta, argumentando que el verdadero bienestar surge al transitar hacia lo que él denomina "amor de compañía".

La importancia del apoyo mutuo

Otro aspecto clave en la visión de Brooks es el valor de la lealtad y el apoyo mutuo. En lugar de competir o buscar imponerse en la dinámica de pareja, se debe fomentar un ambiente de colaboración y defensa mutua. En este sentido, el académico afirma: "No importa lo mucho que la cagues con el resto del mundo, te van a seguir defendiendo". Esta declaración refuerza la idea de que, aun cuando se cometan errores o se enfrenten desafíos externos, la base del afecto se sostiene en la certeza de contar con un aliado incondicional.

La cotidianidad como fortaleza

Brooks también subraya la importancia de la rutina y la estabilidad diaria en la consolidación de una relación. No se trata de buscar momentos extraordinarios, sino de encontrar magia en la simplicidad del día a día. De ello se desprende su observación: "Es con quien ves la televisión todas las noches". Esta imagen evoca el confort y la tranquilidad que provienen de compartir pequeños momentos cotidianos, los cuales se suman para forjar un lazo inquebrantable.