Así son los bolsos que «empoderan» a las mujeres

Evana&Tía es una empresa de bolsos y complementos de piel que contrata a reclusas para trabajar en el montaje final de sus productos. Su objetivo: dar una salida a mujeres en riesgo de exclusión social y laboral

Eva Alonso es una emprendedora, ha montado su propio negocio de bolsos, pero con una peculiaridad, el remate final lo realizan reclusas, concretamente madres que viven en prisión con sus hijos. El proyecto lo ideó en verano junto con su tía, Gloría María Concha, pero no comenzó a trabajar con un centro penitenciario hasta principios de este año: “Entre que conseguimos el taller que tenemos en Ubrique (Cádiz) y terminamos todos los diseños, no comenzamos a vender los bolsos hasta diciembre”, explica la fundadora de Eva&tia.

La artesanía y la moda siempre han sido dos grandes pasiones para esta joven emprendedora y quiso fusionarlas: “Lidero un espacio de innovación y decidí emprender un proyecto relacionado con ello”, explica. Además, había realizado diferentes voluntariados en la India y trabajado con diferentes colectivos de mujeres, por lo que decidió juntar su pasión a la moda con la ayuda a un colectivo femenino que pudiese necesitar de forma urgente un empleo: “Nuestro objetivo es aportar otra forma de consumir y crear impacto. Conectar y empoderar a mujeres de diferentes rincones y clases sociales”, explica Eva.

La prisión de Aranjuez es el primer centro en el que han puesto en marcha la iniciativa. Allí les presentaron diferentes colectivos que podían participar en su proyecto y el que más les gustó fue el de madres con hijos: “Este centro cuenta con un módulo de madres, donde se permite a las internas que tienen hijos que vivan con ellas en el centro hasta cumplir los tres años de edad. Decidimos trabajar con ellas porque sentimos que ayudábamos tanto a la madre como a su hijo”, explica Eva. Tras ello, diseñaron unos patrones que puedieran ser elaborados dentro de la prisión. El propio centro es el encargado de elegir a las madres que pueden participar en el proyecto y de proporcionarlas un lugar donde poder poder establecer su taller. Una vez elegidas las trabajadoras, la formación para poder realizar la labor se la proporciona Evana&Tía:”Nuestros bolsos son como un puzzle y nuestra labor dentro de la prisión consiste en realizar el montaje final para el que se utilizan remaches. Yo voy al taller dos veces por semana y los monto con ellas”, explica.

Los bolsos que realizan en Evana&Tía están cuidadosamente elaborados a mano en España, con cuero de alta calidad y remaches: “El primer día que fui al módulo y las enseñé los complementos, alucinaban, porque, aunque sabían en qué iba a consistir el taller, creo que se esperaban que fueran, quizás, más simples. Alguna incluso me lo quería comprar”, cuenta sorprendida. Pero Eva no solo da la oportunidad de que las reclusas trabajen mientras están en prisión, pueden continuar una vez salgan si les apetece: “La prisión suele ponernos en contacto con internas que tienen posibilidades de salir no muy a largo plazo”, dice Alonso. Además, según cuenta, les facilita la reinserción en la sociedad, que es uno de los objetivos principales de las prisiones.

En este momento, solo cuentan con dos madres trabajando en Evana&Tía, pero esperan poder dar trabajo a las dieciocho mujeres que han colaborado en la elaboración de sus bolsos: “Nuestra intención es contratarlas a todas en un futuro”. Según Alonso, ambas trabajadoras cuentan con un contrato de empleo, una nómina mensual y cotizan a la Seguridad Social, como un trabajador cualquiera. Su objetivo es ir ampliando la plantilla según vayan adquiriendo el poder económico necesario para hacerlo. Dentro del módulo suelen confeccionar unos 60-70 bolsos a lo largo del mes que venden a través de su página web www.evanaytía.com. El precio varía según el bolso de los 49 euros a los 200.