Literatura
Aquellos periodistas con noticias del futuro
Desde que Enrique Gaspar y Rimbau publicó «El anacronópete» (1887), protagonizada por Sindulfo García y sus bellas aventureras, y H. G. Wells hizo lo propio con «La máquina del tiempo» (1895), los caminos de la ficción han aprovechado al máximo los vaivenes de Cronos. Pero no son tan conocidos los viajes en el tiempo protagonizados por periodistas. ¿Sería posible, por ejemplo, adquirir un periódico en el que se pudiesen leer las noticias del mañana? Es decir, ¿pueden viajar las noticias de una época a otra? Eso pensaron los guionistas Dudley Nichols y René Clair tras conocer una maravillosa obra de teatro, «The Jest of Hahabala» (1924), del fascinante dandi anglo-irlandés Lord Dunsany. Tras añadirle unas gotas de Lovecraft, Tolkien y Borges, finalmente estrenaron «Sucedió mañana» («It Happened Tomorrow», 1944) y los espectadores se quedaron fascinados por Pop, el misterioso archivero del neoyorquino «The Evening News» que una tarde de 1890 le entrega al periodista Larry Stevens un diario con las noticias del futuro: los «viejos» periódicos son tan importantes como las noticias de hoy: «la única diferencia –explica Pop– es el tiempo».
Cabe recordar que «Cuento de Navidad» (1843) de Charles Dickens –que fue periodista antes que consagrado escritor– no es sino un indisimulado y terrorífico viaje en el tiempo disfrazado de historia de fantasmas, en el que el prestamista Scrooge se contempla en su mocedad, se observa en su presente actual y descubre el oscuro futuro que le espera... si no rectifica su conducta. Y lo hace con la ayuda de tres espectros. Muchos otros autores exploraron el dilema moral de la vida eterna y de los bucles temporales: habría que mencionar, por ejemplo, a P.D. Ouspensky y «La extraña vida de Ivan Osokin» (1915), William Dean Howells y su «Christmas Every Day» (1892) y los relatos de Richard Lupoff – «12:01 p.m.»– y Ken Grimwood – «Replay» (1986)–. De esa coctelera de emociones literarias digerida por los guionistas Danny Rubin y Harold Ramis nació una de las más célebres historias del siglo XX sobre bucles temporales, «Atrapado en el tiempo» (1993), película celebérrima en la que un cínico periodista televisivo llamado Phil –Bill Murray, en la que es su interpretación magistral– comprueba que no se puede «jugar» con la información y el tiempo sin salir indemne. Fue uno más de los muchos sabrosos maridajes entre cine y literatura.
(*) Profesor de la Universidad Carlos III de Madrid
✕
Accede a tu cuenta para comentar