Circular cuesta 35 euros en Melilla y 151 en Vitoria

El «paraíso fiscal» del impuesto de circulación de vehículos es Aguilar de Segarra, en Barcelona, un pequeño pueblo con 169 coches por cada vecino

Si tiene un coche de gama media, pongamos que un Renault Megane, el impuesto de circulación le costará más o menos dependiendo del lugar de España en el que resida. Por el mismo coche pagará de impuesto municipal de vehículos de tracción mecánica (el antiguo «numerito») 151 euros en Vitoria, 114 en Jaén, 100 en Cáceres, 71,95 en Ceuta y 35 en Melilla. Unas diferencias bastantes sustanciales que han sido analizadas por la asociación de defensa de conductores AEA entre las 50 capitales de provincia.

Así, los «infiernos fiscales» o donde resulta más caro circular es en Vitoria (151 euros para un coche de gama media), Ciudad Real, Granada, Palma de Mallorca y Tarragona, (en todas ellas 143,88 euros); mientras que las más económicas son Melilla (35,97), Ceuta (71,95) y Cáceres (100).

Lo mismo ocurre con las motocicletas, donde el impuesto que se aplica varía dependiendo de la cilindrada. Las más caras para una moto de entre 250 y 500 CC son Vitoria (36,62 euros), San Sebastián (36) y Bilbao (33,65), mientras que las tarifas más económicas se aplican en Melilla (7,57) Ceuta (15,15), Zamora (19,54) y Cáceres (23).

Automovilistas Europeos Asociados asegura que la Ley permite a cada ayuntamiento fijar libremente su tarifa dentro de unos márgenes y esta facultad discrecional es lo que ha dado lugar a que se creen verdaderos «paraísos fiscales» en relación con el pago de este impuesto.

Lo cierto es que la Ley de Haciendas Locales establece una tarifa básica para todo el territorio nacional de 71,94 euros (para un vehículo de gama media), pero a la vez permite que cada ayuntamiento aplique un coeficiente doble o bien que hagan bonificaciones que abaraten el coste. De ahí que nos encontremos con esa disparidad tarifaria dependiendo del lugar de España en el que se resida.

La norma permite bonificaciones de hasta el 75%, en función de criterios como el tipo de carburante. Éste es el caso de Melilla. No obstante, según el estudio de AEA, «a la hora de cobrar se aplican criterios antiguos que ya no tienen sentido».

Pero, independientemente de las capitales de provincia, nos encontramos con que hay determinadas localidades que se han convertido en los «paraísos fiscales por excelencia» y que absorben el éxodo de contribuyentes en busca de la mejor tarifa. Las flotas de las grandes compañías de renting y alquiler de vehículos casualmente tienen allí su domicilio fiscal. Hablamos de lugares como Robledo de Chavela (Madrid) o Aguilar de Segarra (Barcelona), los más económicos de España, que cuentan con un índice de motorización brutal a pesar de que la práctica totalidad de los coches que tributan en sus ayuntamientos no pisa el municipio.

El ahorro es importantísimo para las empresas que cuentan con grandes flotas de vehículos ya que una con 10.000 coches pagaría de impuestos en Valladolid 1.433.800 euros y en Robledo de Chavela (Madrid), con la tarifa más barata de España, un total de 179.900 euros.

Robledo, con 4.037 habitantes empadronados, tiene contabilizado un parque automovilístico de 162.632 turismos de una media de dos años de antigüedad. La proporción es de 40 turismos por habitante.

En Aguilar de Segarra (Barcelona) pasa algo parecido. Tiene 242 habitantes censados, para un parque de vehículos de 40.915, lo que equivaldría a decir que cada habitante tiene 169 turismos. Además, da la casualidad de que la media de vehículos no tiene más de dos años de antigüedad, lo que hace pensar que la mayoría pertenecen a empresas que cuentan con flotas de vehículos con domicilio fiscal en esta localidad catalana.

En Barcelona también la localidad de Rajadell, con 537 habitantes, se ha convertido en otro «paraíso fiscal». Aquí tocan a 42 turismos por habitante, según los datos de los que dispone AEA. Y no son los únicos lugares. Completan la lista otros municipios como Relleu, en Alicante (1.330 habitantes y 13.539 turismos); Las Rozas de Puerto Real, en Madrid (484 habitantes y 14.348 vehículos); Zarrapella, en Castellón (94 habitantes y 6.664 turismos) o Retascón, en Zaragoza, con tan ólo 70 habitantes pero con 514 vehículos que tienen allí su domicilio fiscal.