Cómo «curarse» de los ronquidos

Los ronquidos son algo más que una anécdota molesta ya que afecta a la calidad de sueño del propio paciente y del acompañante. El ronquido «es el sonido que emite la vibración de los tejidos blandos de la vía aérea superior (VAS) y es expresión de una obstrucción a ese nivel», define Ana Arena, neurofisióloga de la Policlínica Gipuzkoa. La especialista explica que es un fenómeno muy frecuente relacionado con el sueño y lo poseen «la mitad de los varones y la mitad de las mujeres tras la menopausia».

El ronquido simple es signo de una obstrucción de la VAS y su sonido, al provocar una peor calidad de sueño al que lo padece por causarle microdespertares o síntomas de sequedad bocal al día siguiente, también molesta al compañero de cama. Cuando el ronquido es asociado a otros signos como pausas respiratorias, hipersomnolencia, alteración de la memoria, o son ronquidos que se interrumpen y continúan de una forma más intensa... «es cuando sospecharemos de un trastorno respiratorio durante el sueño, conocido como síndrome de apnea-hipopnea durante el sueño (SAHS)», afirma Ana Arena. Este síndrome afecta a las funciones vitales de forma severa y puede llegar a generar trastornos depresivos, irritabilidad, deterioro intelectual, pérdida de memoria y patología cardíaca (arritmias, cardiopatía), entre otras. En el caso de que sean los niños quienes lo padezcan, puede causar retraso en el crecimiento.

Asimismo, los ronquidos, además de causar esta serie de daños, puede provocar accidentes mayores. Así, un estudio de la Sociedad Europea de Neumología estima que al menos cinco millones de europeos afectados por el SAOS (síndrome de apnea obstructiva del sueño) corren peligro de dormirse al volante.

Para solucionar el problema, la neurofisióloga Ana Arena desarrolla una serie de pautas para conseguirlo. El primer paso es valorar dónde está el origen del ronquido y qué tejidos vibran durante el sueño (puede ser nasal, faríngeo y bucal, entre otros). Después, hay que valorar si el ronquido es aislado o está asociado a un trastorno respiratorio. Para ello, la especialista afirma que «es importante hacer una exploración directa, a través de un fibroscopio o pruebas de imagen, para localizar el punto exacto de origen del ronquido o de obstrucción y, así, decidir el tratamiento idóneo».

«En el caso de tener un trastorno respiratorio del sueño, la prueba más fiable es la polisomnografía nocturna hospitalaria, que registra tanto variables respiratorias como neurológicas, cardíacas, de calidad de sueño, etc.», afirma Ana Arena.