Cómo limpiar los auriculares inalámbricos de manera rápida y eficaz

Algo tan cotidiano como usar auriculares puede parecer inofensivo, pero si no tenemos cuidado, estos aparatos "in ear" pueden generar serios problemas en el canal auditivo, sobre todo infecciones. Según algunas investigaciones, los auriculares pueden albergar hasta 120.000 colonias de bacterias y microbios, lo que es un campo de cultivo perfecto para la aparición de infecciones del canal auditivo.

Afortunadamente, es posible evitar la aparición de estas infecciones siguiendo unas precauciones bastante simples. En primer lugar, debemos evitar la utilización de estos aparatos durante demasiado tiempo seguido, sobre todo cuando estamos haciendo ejercicio, ya que esto favorece que el sudor quede atrapado en el interior del oído. Y cuando el revestimiento del oído externo acumula un exceso de humedad, se genera otitis externa, más conocida como "oído del nadador".

Pero la precaución más importante que debemos tomar para evitar infecciones en el canal auditivo es mantener limpios los auriculares y desinfectarlos regularmente.

¿Cómo se limpian los auriculares?

Realizar una limpieza exhaustiva de estos dispositivos puede resultar intimidante, porque al igual que ocurre con cualquier otro equipo tecnológico, un pequeño error puede causar un problema muy grave y de difícil solución, algo que es especialmente cierto cuando hay agua implicada. Por mucho que estén publicitados como sumergibles, no debes meterlos en el agua, porque seguro que se romperán.

El primer paso para limpiar los auriculares es limpiar las almohadillas. Independientemente de si los auriculares tienen almohadillas de espuma o de silicona, lo que se recomienda es retirarlas y limpiarlas por separado con agua tibia y jabón para eliminar cualquier suciedad o bacterias acumuladas. Una vez limpias, es importante asegurarse de que las puntas estén completamente secas antes de volver a colocarlas en los auriculares.

Además de las almohadillas, es importante limpiar los auriculares en sí. Para ello, se recomienda primero utilizar un cepillo de dientes limpio y seco para retirar los restos de suciedad más incrustados, sobre todo en las mallas del auricular. Después, podemos utilizar un paño suave humedecido con alcohol para eliminar cualquier rastro de suciedad. Es importante limpiar todas las partes de los auriculares, incluyendo los controles y los cables si los tienen.

Si los auriculares vienen con un estuche de carga, también debemos limpiarlo regularmente. Es cierto que no es tan importante como limpiar los auriculares en sí, porque están menos expuestos y nunca llegan a entrar en contacto directo con nuestros oídos. Sin embargo, es mucho más sencillo y rápido. Solo hay que utilizar un cepillo de cerdas finas humedecido con alcohol para eliminar las bacterias y asegurarse de una limpieza profunda. Pero recuerda, es importante tener cuidado con las partes electrónicas del estuche y evitar mojarlas con el alcohol, porque podríamos dañar el sistema de carga de batería.