Francia

Veinte años de manitas

«Bricomanía», creado por Iñigo Urreaga, se sigue emitiendo con éxito en Nova

Kristian Pielhoff (dcha.), la cara visible del espacio, con un invitado
Kristian Pielhoff (dcha.), la cara visible del espacio, con un invitadolarazon

Cuántas veces pasando entre programas con el mando a distancia uno se ha quedado mirando cómo ponerle silicona a una ventana, plantar flores de interior o fabricar un camino para el jardín. Desde 1994, Iñigo Urreaga, creador y director de «Bricomanía», se ha colado en nuestros hogares para hacernos la vida más sencilla. «Todo nació de mi afición al bricolaje y de haber estudiado imagen», explica a LA RAZÓN. Sus comienzos van ligados a los de la productora Bainet, responsable de programas como los de Arguiñano y el hermano pequeño de «Bricomanía», «Decogarden». Hace 20 años «diseñé un formato para TVE, ya que, por cercanía a Francia, tenemos más tendencia a acercarnos a comprar allí, y se me ocurrió la idea». Comenzó sus emisiones en La 2, más tarde en Telecinco y Antena 3. Actualmente se emite con éxito en Nova.

El planteamiento fue original y funcionó. «El formato gira alrededor de un tema central y tres pequeños briconsejos». Presentado por Kristian Pielhoff e Iñigo Segurola, «utilizamos el ''bartering'': alquilas un espacio a la televisión y tú gestionas la financiacion vía sponsor», matiza Urreaga. Pero no ha sido fácil llegar hasta donde se encuentra ahora. Para Iñigo, «hay que dirigir, realizar e inventar los temas. El bricolaje es un mundo amplio, resulta difícil encontrar a alguien que sepa de todo». Y por supuesto se ha visto afectado por la situación económica, ya que «se pasa por la peor etapa por la crisis. Como a todos, nos vienen recortes, y pasamos de haber hecho hasta piscinas a hacer cosas más cercanas. Además, durante muchos años tuvimos la misma marca de respaldo pero en estos momentos algunas prefieren ahorrarse ese dinero». También apostó por la innovación para hacer más atractivo el formato: «En los diez primeros programas grabamos con tres cámaras, aunque no cogías el foco, así que puse en marcha el uso de la ''steady'' y la fluorescencia».

Para Urreaga el éxito de su criatura pasa porque «no hace daño a nadie y tiene una utilidad. También hemos llevado invitados alprograma; me gusta mucho que hagan el tema central, y la gente se identifica con ellos. ¡Hasta políticos llevaría de primera fila!». Sabe perfectamente que en nuestro país «todavía somos un referente del bricolaje, pero es duro competir con los anglosajones, con programas para 200 millones de habitantes. Eso da mucho juego. Creo que destacaría que es un formato creativo y que ayuda a la autoestima». También aporta un lenguaje sencillo, «es como cuando cuentas una historia», por eso «los niños nos siguen bastante», ya que, aunque no lo llevan a la práctica, ven que «realmente funciona y al final tiene un objetivo». En definitiva, en nuestra cultura «nos gusta estar tirado en el salón y ver trabajar a otro».

Sin pudor

Yolanda Alzola, presentadora del hermano pequeño de «Bricomanía», «Decogarden», se incorporó hace ocho años «a un programa que gustaba, pero que era muy sencillo, casi sólo de manualidades. Creo que he aportado al formato el acudir a las casas. Dejamos el taller y nos acercamos a la realidad de los hogares». Alzola destaca que las revistas de decoración muestran casas que la mayoría no tenemos: «Estupendos pisos con unas medidas fantásticas donde todo entra». A Yolanda le gusta hablar en televisión «de precios sin pudor, porque parece que no es chic», intentando siempre «hacer presupuestos ajustables; cosas sencillas a precios económicos». Ése es el secreto de su éxito, que, con suerte, les mantendrá en parrilla veinte años más.