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Desavenencias en los negocios, principal móvil de la muerte de los holandeses

Cartel de búsqueda que anuncia la desaparición de la pareja holandesa
Cartel de búsqueda que anuncia la desaparición de la pareja holandesalarazon

Las desavenencias en negocios «no relacionados con el voleibol» es el principal móvil que baraja la policía en relación a la muerte de la ex jugadora internacional de la selección de Holanda Ingrid Visser y su novio, Lodewijk Severin, encontrados muertos el pasado domingo en un paraje de huerta de la pedanía murciana de Alquerías.

El jefe superior de Policía de Murcia, Cirilo Durán, informó ayer en rueda de prensa de que esta pareja y los tres detenidos en Valencia, un español y dos rumanos, se reunieron voluntariamente en un piso alquilado «circunstancialmente» en Molina de Segura.

Según Durán, los cinco estuvieron juntos los días 13 y 14 de mayo y se reunieron a raíz del contacto establecido por el arrestado de nacionalidad española.

El jefe superior ha añadido que no constan antecedentes policiales importantes en los detenidos, y que los dos rumanos son, en principio, los autores materiales de la desaparición y muerte de esta pareja.

La ex jugadora internacional de voleibol Ingrid Visser y su novio, Lodewijk Severin, han sido encontrados muertos esta madrugada en una zona de huerta de la pedanía murciana de Alquerías, donde fueron trasladados, al parecer, ya cadáveres desde una vivienda de Molina de Segura.

A falta de que la autopsia confirme la identidad de los fallecidos y la causa de sus muertes, la Policía Nacional da por hecho que se trata de esta pareja de holandeses, que viajó a Murcia el pasado 13 de mayo para acudir a una clínica de fertilidad y a los que se perdió el rastro un día después.

Desde hace quince días, todas las unidades de la Jefatura Superior de Policía de Murcia han trabajado en la resolución de este caso, que continúa abierto y que ha llevado a la detención de cuatro personas, una de las cuales fue puesta en libertad horas después de su arresto.

La primera detención se produjo el pasado sábado en Valencia, un hombre de 36 años y nacionalidad española, y esta mañana han sido arrestadas en esa misma ciudad otras dos personas de nacionalidad rumana, de 47 y 60 años como sospechosos del crimen. Estas últimas detenciones han tenido lugar en el domicilio valenciano que ocupaban los dos arrestados, según un comunicado de la Delegación del Gobierno en Murcia.

En una comparecencia anterior ante los periodistas, el delegado del Gobierno, Joaquín Bascuñana, informó de que la policía ha encontrado, en una vivienda del término municipal de Molina de Segura, indicios que apuntan a que los crímenes pudieran haberse producido allí.

El pasado sábado, día 25, según fuentes próximas a la investigación, los agentes localizaron la vivienda de Molina de Segura en la que pudo cometerse el crimen y ayer se realizaron las dos primeras detenciones, una de ellas en esta región y la otra en Valencia.

El testimonio de los detenidos llevó a la policía hasta una parcela de limoneros situada junto al número 1 de la calle Serafín de Alba de Alquerías, donde alrededor de las diez de la noche de ayer fueron encontrados los cadáveres.

Joaquín Bascuñana ha informado de que la policía científica encontró restos semienterrados, a unos cincuenta centímetros de la superficie, y ya a mayor profundidad los cuerpos de un hombre y una mujer, «con todos los indicios para suponer que son las dos personas desaparecidas».

La investigación de este caso, declarado secreto por el titular del juzgado de instrucción número 7 de Murcia, continúa en curso.

Sobre los autores de este crimen, el alcalde pedáneo de Alquerías (Murcia), Francisco Zamora, dijo que está convencido de que conocían la zona del hallazgo porque su acceso es «muy difícil».

«Entrar a esta zona de huertos es muy difícil, hay que atravesar un canal y para transportar los cuerpos por ahí hacen falta, al menos, tres o cuatro personas», ha asegurado el pedáneo antes de explicar que debieron elegir ese huerto porque «era el más fácil de cavar».

La desaparición de Ingrid Visser, de 36 años, y su novio, de 57, conmocionó a la población holandesa residente en Murcia, que se movilizó en busca de noticias sobre su paradero y colocó centenares de carteles con sus fotografías en distintos puntos de la ciudad.

La portavoz de la familia de Ingrid y Lodewijk, Miriam Van de Velde, dijo que están «conmocionados» por el hallazgo de los cadáveres y a la espera de tener alguna confirmación oficial sobre su identificación.

Mientras se espera la declaración de los detenidos ante el juez instructor, los cuerpos encontrados anoche están siendo examinados en el Instituto Anatómico Forense, a donde fueron llevados alrededor de la una y media de la madrugada desde Alquerías.