Ifema prohíbe al Sindicato de Estudiantes hacer negocio en AULA

El sindicato de estudiantes no pierde oportunidad para hacer negocio, aunque las normas no lo permitan. En el resumen del último Congreso Nacional del sindicato, ya decían sin ningún pudor que la feria AULA es una cita importante para ellos, en cuya última edición lograron reunir más de 300 euros con la venta de fanzines y material ideológico. Esta irregularidad se volvió a repetir ayer en pabellón número 5 del recinto ferial de Ifema, en el que comenzaba la mayor muestra informativa dirigida a estudiantes. En su «stand», desde primera hora de la mañana, se podía observar cómo volvían a saltarse el reglamento y vendían material ideológico. Así, fanzines sobre la memoria histórica, contra el capitalismo, en defensa de la enseñanza pública o sobre la vida del Che Guevara se podían adquirir por precios que iban de 1,20 a 1,50 euros. Libros sobre la Segunda República, «La comuna obrera de Asturias», «Combates por la reforma agraria», «Teoría y práctica del sindicalismo en la revolución española» o «El colonialismo español en la guerra y la revolución» estaban a la venta por 6 euros. Finalmente, los interesados en el manifiesto comunista editado por el propio sindicato de estudiantes y la Fundación Federico Engels podían hacerse con un ejemplar por 2 euros. Además, varios carteles animaban a los presentes a apoyar económicamente al sindicato. Se da la circunstancia de que esta irregularidad la protagoniza un grupo de estudiantes que tiene un trato preferente en virtud de un acuerdo con la dirección de Ifema, por el que no pagan por su presencia en la feria (los expositores deben abonar un mínimo de 3.000 euros), a cambio de dar publicidad del acto entre sus más de 20.000 afiliados. Nada más conocer lo que estaba sucediendo, el director comercial de la muestra, Asier Labarga, se desplazó al «stand» para informar de que la venta de cualquier producto estaba prohibido, ya que AULA es una feria meramente informativa. Además, se dio aviso a todos los guardias de seguridad para que velaran por el cumplimiento de las normas. Por ello, pasadas las 13:40 horas, los responsables de la caseta retiraron los carteles con los precios. En cambio, los anuncios que pedían ayuda económica se mantuvieron, ya que recibir donaciones sí está permitido. A partir de ese momento, los afiliados al sindicato cambiaron el precio de sus «productos ideológicos» por la petición de un reembolso a voluntad del interesado. Según explicó uno de los afiliados, «estamos recogiendo datos de gente que quiere colaborar con nosotros en esta lucha y de personas que se quieren afiliar. La verdad es que nos está yendo muy bien, sobre todo desde septiembre». Lo que no quiso revelar es el número de afiliados: «No damos datos para que no los utilicen contra nosotros». Están muy bien aleccionados. Preguntado sobre su opinión acerca de que el secretario general del sindicato no esté estudiando, replicó que «sólo se publican mentiras para intentar acabar con nuestra lucha obrera».