BBVA
El investigador que descubrió que las bacterias intestinales no son enemigas
El investigador estadounidense Jeffrey Gordon se ha llevado el premio Fronteras del Conocimiento que otorga la Fundación BBVA en la categoría de Biología y Biomedicina. El jurado ha resaltado Gordon y su equipo fueron “los primeros en demostrar la importancia de la comunidad microbiana intestinal en la regulación de la fisiología animal”
El investigador estadounidense Jeffrey Gordon se ha llevado el premio Fronteras del Conocimiento que otorga la Fundación BBVA en la categoría de Biología y Biomedicina. El jurado ha resaltado Gordon y su equipo fueron “los primeros en demostrar la importancia de la comunidad microbiana intestinal en la regulación de la fisiología animal”
El investigador estadounidense Jeffrey Gordon se ha llevado el premio Fronteras del Conocimiento que otorga la Fundación BBVA en la categoría de Biología y Biomedicina. El jurado ha resaltado Gordon y su equipo fueron “los primeros en demostrar la importancia de la comunidad microbiana intestinal en la regulación de la fisiología animal”, un hallazgo pionero que ha abierto un nuevo campo de investigación biomédica.
Tras este descubrimiento fundamental, en los últimos años se ha demostrado que los microbios intestinales desempeñan un papel central en enfermedades como la obesidad, la diabetes y las enfermedad inflamatoria intestinal, así como en el impacto de la malnutrición en niños. El jurado también destaca que su trabajo ha abierto la puerta al uso de trasplantes en microbiota fecal contra la colitis, y considera que la investigación en este campo tiene un gran potencial para el desarrollo de futuras terapias contra otras enfermedades.
Que el cuerpo humano convive con numerosos microorganismos que lo colonizan se sabía hace tiempo, pero no se sospechaba de su importancia. De hecho, el interés de Gordon y su grupo por la flora intestinal surgió mientras investigaban otras áreas: la formación del intestino. Buscando las señales químicas que las células se intercambian mientras contribuyen el intestino, este científico descubrió que también los microorganismos de la flora intestinal hablan constantemente con nuestras células, y realizan tareas esenciales para ellas. Por ejemplo, digerir nutrientes que el cuerpo humano es incapaz de metabolizar.
Se licenció en medicina por la Universidad de Chicago en 1973. Tras concluir su formación clínica en Medicina Interna y Gastroenterología y realizar una estancia de investigación postdoctoral en los Institutos Nacionales de Salud, en 1981 se incorporó a la Universidad de Washington en San Luis, donde ha desarrollado su carrera. La principal contribución fue el descubrimiento de que las bacterias que doblan el tracto intestinal trabajan en simbiosis con nuestro cuerpo: aclaró que las bacterias no son las enemigas.
Sus experimentos con ratones le llevaron a dar con una bacteria cuyo papel es clave en la metabolización de los alimentos.En 2014, su laboratorio descubrió que la microbiota, el ecosistema bacteriano intestinal, es determinante en la regulación de la formación del tejido adiposo y, posteriormente, estableció una primera relación entre la microbiota y la obesidad. Además, sus investigaciones en malnutrición infantil han demostrado que existen bacterias que desempañan un papel determinante, más allá de una correcta alimentación.
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