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Alimentación

Un enfermero explica lo que te puede ocurrir si raspas una tostada y te la comes: "eso es malísimo"

Esta práctica es una de las más habituales en todos los hogares; hasta el especialista lo ha hecho alguna vez

Tostadas quemadas Wikimedia Commons

El pan es un alimento que está presente en, prácticamente, casi todas las comidas del día. Puede ser la base del plato que se va a comer o un ingrediente necesario para un producto en concreto. Por ejemplo, está más que presente en los bocadillos, una de las comidas más tradicionales en España. También puede servir como complemento y para mojar la salsa de un guiso, como también puede ser utilizado para cocinar pasteles o las clásicas migas.

Son varias los platos que requieren de la necesidad del pan, pero una de las formas mediante las cuales también se cocina es a través de una tostadora. Es más habitual consumir las tostadas durante los desayunos o las meriendas, pero también pueden ser excelentes para un aperitivo o, incluso, para la hora de comer. Prueba de ello son las tostas, las cuales pueden son perfectas para una dieta equilibrada que permiten combinarlas con diversos ingredientes, o ese pan tumaca tan característico de la comunidad de Cataluña.

Ante un método de cocinado simple que requiere unos pocos minutos, el tiempo es el factor clave porque la textura siempre será la misma si se hace de forma adecuada. Sin embargo, si esos tiempos son mal controlados, las principales consecuencias serán que la tostada se queme y, por consiguiente, que el pan se carbonice y que cambie de color. Esa modificación al negro significará que no estará en las mejores condiciones para ser ingerido y que se deberá repetir el proceso otra vez con una rodaja diferente.

Una de las costumbres más habituales

Sin embargo, una de las costumbres más habituales en todas las casas es rascar el quemado del pan con un cuchillo para así reducir al mínimo la presencia de las migas quemadas. Sin embargo, realizar esta práctica no es nada recomendable, ya que, aún haciendo eso, el alimento puede seguir conteniendo un compuesto cancerígeno denominado acrilamida. Así lo ha corroborado un enfermero en redes sociales, quien ha realizado una publicación en la plataforma TikTok que ya acumula más de 29 mil 'me gustas'.

Se trata de @enfermerojorgeangel, un creador de contenido y profesional en el ámbito sanitario muy presente en las redes que cuenta con más de seis millones de seguidores en la plataforma anteriormente mencionada. En la actualidad, trabaja en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y es un especialista de la Medicina Familiar y Comunitaria.

¿Qué pasa si me como un pan quemado?

"¿Rascas lo quemado del pan?", así es como Jorge Ángel ha titulado a este video sobre las consecuencias de ingerir este alimento con la presencia de una sintomatología carbonizada. Posteriormente indica lo siguiente: "no pasa nada, rasco lo quemado y me la como igualmente". La respuesta es que "si eso es malísimo" (se simula un diálogo entre un hijo y su madre), a lo que el enfermero responde: "Efectivamente, hacer esto no es bueno".

Durante la explicación argumenta que en el pan, las galletas o incluso en los bizcochos pueden residir la sustancia acrilamida, la cual aparece una vez se quema aquello que se está cocinando. Según Jorge Ángel, "los estudios han visto que puede ser potencialmente cancerígena o causar daños neurológicos", por lo que comerlos aún habiendo raspado la zona quemada no será nada bueno para el organismo.

¿Por qué no se puede comer pan quemado?

A su vez, este miembro de la UCI asegura que, incluido él, "todos lo hemos hecho alguna vez, pero es verdad que a partir de ahora, no dejaré que pase tanto". Aparte de ser costosa de ingerir, puede provocar dolores estomacales e indigestión y también daños en el sistema nervioso, como la debilidad muscular. Comerse tostadas quemadas frecuentemente también puede llegar a generar problemas relacionados con la el aparato reproductor, como dificultades de fertilidad.